Indra promociona su sistema «antiespionaje» para móviles tras las escuchas de BBVA

La empresa pública Indra ha aprovechado la polémica de las supuestas escuchas ilegales del comisario José Manuel Villarejo cuando fue contratado por BBVA para promocionar su sistema «antiespionaje» para móviles que está en el mercado desde hace tres años.

Tras ganar todas las licitaciones en las que ha competido en los últimos tres años, esta solución para terminales electrónicos es una de las dos únicas que cuentan con la aprobación oficial del Centro Criptológico Nacional, organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para su uso por la distintas Administraciones Públicas y empresas que siguen el Esquema Nacional de Seguridad.

El sistema de Indra está instalado en más de 12.000 terminales, tanto de la Administración pública como de distintas empresas privadas, ya que también se comercializa orientado a Pymes. En este sentido, ha sido incluido en el Catálogo de Productos de Seguridad de las TIC, un documento que sirve como referencia a los organismos de la Administración Pública para reconocer qué sistemas realmente ofrecen seguridad. Este documento también es utilizado como guía por empresas privadas.

Los teléfonos móviles son un portal a toda nuestra información, por lo que son el objetivo más codiciado de espías y hackers que pueden monitorizar prácticamente en tiempo real, todos nuestros movimientos. Por ejemplo, Villarejo espió más de 15.000 llamadas gracias a las que pudo escudriñar la vida privada y profesional de los enemigos del BBVA.

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Indra indica que su sistema de protección no solamente está dirigido a altos ejecutivos, sino que ofrece seguridad en los teléfonos de aquellos cargos intermedios o personal de apoyo que suelen ser más vulnerables pero que, de igual manera, tienen acceso a información y reuniones claves. Como consecuencia a este tipo de espionaje las empresas pueden sufrir grandes pérdidas económicas, así como graves daños en su prestigio y en la confianza de clientes y proveedores.

COMSec, nombre de la solución de Indra, es compatible con cualquier sistema operativo y modelo de smartphone o tablet. Se basa en cifrar extremo a extremo las comunicaciones de voz, mensajes y archivos que se envían. Además, protege las llamadas, permitiendo establecer multiconferencias y vídeo llamadas, crear salas de comunicaciones y reducir el coste de llamadas internacionales, ya que se realizan mediante el intercambio de paquetes de datos.

El sistema es compatible con las aplicaciones móviles, como la agenda, la cámara o email, evitando así las filtraciones de fotografías o fechas de citas importantes. También tiene una función de mejora de cobertura en zonas donde esta es baja.

La seguridad de Indra para el terminal móvil se completa con una monitorización de forma constante de todos los movimientos del terminal, así como las conexiones, grado de vulnerabilidad y permisos que se conceden a las aplicaciones instaladas. Crea un patrón de uso y alerta cuando se realizan conexiones sospechosas. A través de una “biometría del comportamiento” puede detectar si el terminal ha sido robado o si hay terceras personas accediendo a él.

ESPIONAJE DE LA VIDA ÍNTIMA DESDE BBVA

El BBVA fue informado por el comisario Villarejo del contenido de pinchazos telefónicos, el tráfico de casi 15.000 llamadas, seguimientos personales y espionaje de la vida íntima de miembros del Gobierno de Zapatero, empresarios, financieros y periodistas.

Entre las personas espiadas se encontraban el entonces director de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián; el exvicepresidente del Gobierno y en aquel momento director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo RatoLuis del Rivero, entonces presidente del grupo Sacyr; el financiero Juan AbellóIgnacio López del Hierro, marido de la exsecretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal; o Carlos Arenillas, vicepresidente en esas fechas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El control del tráfico telefónico y, en ocasiones, del contenido de las conversaciones, se produjo durante la guerra desatada por el intento de Sacyr se hacerse con las riendas del banco presidido por Francisco González, según los documentos a que ha tenido acceso MONCLOA.COM en una investigación conjunta con El Confidencial.

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El comisario realizó este trabajo de inteligencia con el objetivo de desestabilizar la operación de Sacyr. Para ello no reparó en utilizar todos los medios para espiar a las personas que pretendían hacerse con el control del BBVA, al que denominaron como “grupo hostil”. Durante los últimos meses noviembre de 2004 y febrero de 2005, se produjo un intento de hacerse con el control del BBVA por parte de la constructora presidida entonces por Luis del Rivero.

Los trabajos clandestinos de información consiguieron detalles precisos sobre las intenciones de las personas que pilotaban la operación, pero no solo eso. También buscaron “aspectos personales censurables” o proyectos políticos oscuros, como los califica uno de los informes elaborados.

Así, por ejemplo, escudriñaron la vida privada, relaciones sentimentales, costumbres sexualesconsumo de alcohol o drogas, problemas con Hacienda, sospechas sobre su patrimonio y cualquier incidente o irregularidad con los que conseguir que se retiraran de su empeño.