El juez de ‘Kitchen’ someterá este viernes a Fernández Díaz y a Francisco Martínez a un careo

El juez de la Audiencia Nacional que instruye la pieza ‘Kitchen’ llevará a cabo este viernes a las 10.00 horas el careo entre el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el que fuera su ‘número dos’ Francisco Martínez, con el objetivo de enfrentar las dos versiones y arrojar luz sobre las contradicciones entre lo declarado por ambos en sede judicial.

Tanto el que fuera ministro en el primer Gobierno de Mariano Rajoy como el ex secretario de Estado de Seguridad, comparecen como investigados en esta pieza separada del caso Tándem, en la que se investiga la operación parapolicial que se orquestó a cuenta de los fondos reservados para presuntamente conseguir documentación comprometedora para el PP y que tenía en su poder el extesorero del partido Luis Bárcenas.

Dado que sus declaraciones previas ante el juez, del mes de octubre, no coincidían, ahora el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García-Castellón, con el careo tratará de que lleguen a una única versión de lo que relataron.

De hecho, en su auto el juez explicaba que Martínez reconoció haber protocolizado por medio de notario los dos mensajes que se envió con Fernández Díaz y que obran en la causa. En su declaración dijo que uno reflejaba el encargo del ministro relacionado con el confidente y chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, y que el otro tenía relación con una petición del ministro, que quería que recabase información sobre cuestiones relacionadas con los delitos que se imputaban al extesorero del PP.

Para obtener esa información, dijo Martínez, el ministro le dio un contacto del CNI, y tras hablar con el director de los servicios de inteligencia supo que esa información no la manejaban. Ante el juez García-Castellón, el que fuera secretario de Estado de Seguridad afirmó que elevó esos mensajes al acta notarial porque quería poner de manifiesto cuál era su labor.

«Según relataba era la de coordinación entre servicios de información, en su intento de demostrar la legalidad de las actuaciones policiales que se realizaron en ese momento. Afirmaba que la protocolización de los mensajes fue consciencia de su enfado con Fernández Díaz, añadiendo que ni el ministro ni nadie se ha tomado treinta segundos para trasladarle el beneficio de la duda», indica el juez haciendo referencia a la declaración de Martínez como imputado el 29 de octubre.

Tras detallar esto, el juez resume la declaración del exministro indicando que «negó la realidad de esos mensajes afirmando en esencia que ni eran suyos ni sabía de su existencia».

Y por eso, «dada la importancia de los mismos y la carga incriminatoria que poseen» esos mensajes protocolizados, entiende necesario volver a citarles «para que comparezcan conjuntamente para someterles a la diligencia de careo». Según explica además el magistrado, en ese careo él personalmente manifestará las contradicciones de ambos «e invitará a los careados para que se pongan de acuerdo entre sí».

LA PUESTA EN ESCENA DEL CAREO

Según se establece en el artículo 452 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), será el Letrado de la Administración de Justicia –denominados secretarios judiciales hasta la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 2015– quien leerá a los investigados «las declaraciones que hubiesen prestado», y por las que han sido de nuevo citados, y se les preguntará «si se ratifican en ellas o tienen alguna variación que hacer».

«El juez manifestará enseguida las contradicciones que resulten en dichas declaraciones, e invitará a los careados para que se pongan de acuerdo entre sí», añade la ley, que en su artículo 454, además, regula que el magistrado «no permitirá que los careados se insulten o amenacen».

Por otro, en su auto el juez también acordaba que se le pidiera al exministro el móvil que usaba en la época en la que habría cruzado esos mensajes con Martínez con el objetivo de verificar su versión de los hechos. De este modo, es previsible que mañana el magistrado le requiera ese terminal, en caso claro está de que siga existiendo.

Cabe recordar que tras su declaración del 30 de octubre Fernández Díaz entregó voluntariamente su móvil actual y tanto los fiscales como el magistrado pudieron comprobar que no había intercambiado mensajes por el servicio de mensajería WhatsApp con «Paco Martínez». Fernández Díaz explicó al juez entonces que ese teléfono fue adquirido en abril de 2020 después de que el anterior se le estropeara y que por tanto no conservaba mensajes anteriores a esa fecha.