El Palacio de Liria, donde empresas de los Alba cobran ayudas y desgravaciones, será museo

Las obras ya están en marcha para que el Palacio de Liria se convierta en museo. El cuartel general de la Casa de Alba es también el lugar donde se cobran subvenciones agrícolas y el motivo para que sus empresas desgraven.

Las empresas que gestionan los principales latifundios de la Casa de Alba han tenido a menudo su domicilio social en el palacio que se encuentra en la céntrica calle Princesa de Madrid. Allí han ido a parar los ingresos de la actividad agrícola pero, sobre todo, unas cuantiosas subvenciones.

Estas ayudas han sido criticadas por organizaciones agrarias que sostienen que estas subvenciones deben repartirse mejor. Esto quiere decir, a su juicio, que no vayan a parar a los propietarios de grandes latifundios y grandes fortunas, sino a los pequeños agricultores.

A lo largo de los años, una de las compañías más importantes de la Casa de Alba es Euroexplotaciones Agrarias, dueña de un gran latifundio en el municipio cordobés de El Carpio. Por esas tierras, esta empresa ingresa aproximadamente un millón de euros al año en subvenciones agrarias. Esta cantidad ha llegado a suponer el 80% de sus ingresos en algunos ejercicios. El sistema de ayudas agrícolas se basa sobre todo en el número de hectáreas de las fincas.

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El resto de empresas agrícolas de la familia recibe también ayudas europeas. Valga como ejemplo Agralsa, sociedad que presidió Cayetana Fitz-James en su día, recibe más de un millón de euros en el último ejercicio conocido por sus extensas fincas de Salamanca, pero con domicilio social en la calle Princesa, 20 de Madrid, la dirección del Palacio de Liria. Eurotécnica Agraria es otra de las grandes compañías agrícolas de la familia y en el ejercicio del año 2017 sumó un total de 764.000 euros en ayudas agrícolas europeas.

El resultado es similar al de Euroexplotaciones Agrarias, presidida por  Carlos Fitz James Martínez de Irujo, actual duque de Alba, en cuanto al peso de las ayudas respecto a los ingresos totales, situación que le ha llevado a menudo a la familia a entrar en el grupo de los que han sido tildados de cazaprimas por las organizaciones agrarias.

Otras empresas de la familia reciben subvenciones agrícolas, aunque en menor cuantía, como, por ejemplo, Actividades Agrotécnicas, que cosechó 75.809 euros en el último ejercicio conocido, de 2017.

DESGRAVACIONES DE LA CASA DE ALBA

Además de recibir estas ayudas, las empresas agrícolas de la Casa de Alba se han beneficiado de desgravaciones gracias a las donaciones a la Fundación que cuida del patrimonio inmobiliario y artístico propiedad de la familia, que es un tesoro cultural. Las donaciones de una empresa como Euroexplotaciones Agrarias le dan derecho a desgravarse en los últimos años un total de medio millón de euros.

Las empresas de la familia han utilizado un sistema para desgravar impuestos durante muchos años mediante la Fundación Casa de Alba. Bajo su mano se gestionan los tesoros artísticos y los palacios de los que disfruta la familia. Esta entidad cultural es la que recibe donativos de las empresas de la Casa. Durante años, las principales estuvieron bajo la presidencia de la duquesa Cayetana Fitz James, hasta que las repartió en vida entre su familia.

Monumentos como el Palacio de Liria están declarados Bienes de Interés Cultural (BIC). Esto les supone obligaciones como la apertura de sus instalaciones al público. Los Alba han pasado de abrir obligatoriamente a redirigir esta obligación en la intención de abrir todos los días como museo, como adelantó El Pais.

En los últimos años la Fundación Casa de Alba ha decidido obtener réditos económicos de su patrimonio cultural, a lo que se ha sumado la iniciativa de prestar su nombre para la comercialización de productos gourmet a los que hacen publicidad en la misma página donde se divulgan los objetivos culturales de la Fundación.

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Esto ha llevado a un cambio en la gestión del patrimonio cultural de la Casa de Alba que se ha visto traducido en la organización en 2012 de la mayor muestra realizada hasta ahora de su patrimonio artístico. Los ingresos por las visitas a estos tesoros, dentro de poco también en el Palacio de Liria, le servirán para mejorar unas cuentas que no iban del todo bien.

Los malos resultados económicos de su principal empresa financiera, Inversiones Princesa, son reflejo de las deudas que mantiene con las empresas del grupo. A pesar de que su situación contable no era nada buena, en anteriores ejercicios los auditores señalaron que es precisamente su gran patrimonio el respaldo necesario para mantenerla. Pero las cosas no estuvieron siempre así. Hace años, Inversiones Princesa también efectuó donativos a la Fundación Casa de Alba, lo que le ha permitido beneficiarse de desgravaciones durante varios años.

En una ocasión, la fallecida duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, defendió que tiene tanto derecho para cobrar subvenciones y ayudas como cualquier otro ciudadano. Se había producido entonces una polémica sobre el cobro de ayudas públicas por la renovación de las calderas de los edificios aledaños al Palacio de Liria, y la duquesa no dio ni un paso atrás.