El exministro Moratinos califica de «atroz» el atentado yihadista en Francia

El alto representante de la Alianza de Civilizaciones de la ONU, el español Miguel Ángel Moratinos, no se ha quedado callado para calificar de “bárbaro” el atentado yihadista del pasado jueves en el que murieron asesinadas en Niza tres personas. Para el exministro de Exteriores de España son “intolerables y totalmente injustificables cuándo y dónde se cometan y por quienquiera que lo haga”. Francia vuelve a estar en alerta por este tipo de ataques terroristas y ya hay militares protegiendo puntos concretos de las ciudades del país.

Al mismo tiempo, el máximo responsable de la Alianza de Civilizaciones ha reiterado que estos crímenes, que ha calificado como “atroces”, “no han de apartarnos de la vía de trabajar en común para promover el respeto mutuo y la paz en todo el mundo como una sola humanidad”. Moratinos no se ha cortado, sin embargo, a la hora de condenar estos ataques terroristas que ya pesan mucho sobre Europa.

Moratinos también ha apuntado la necesidad de “rechazar y de oponernos a los que invocan falsa y maliciosamente la religión para alimentar la división y propagar el miedo y el odio”. Francia está conmocionada, pero también lo estuvo España con los atentados yihadistas que dejaron centenares de muertos. Por eso, el máximo responsable de la Alianza de Civilizaciones de la ONU ha dejado claro que hay que llamar “al respeto mutuo de todas las religiones y creencias”.

Pero no todo han sido palabras. Para el exministro español, es importante el Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Salvaguardia de los Lugares Religiosos, elaborado por la Alianza de Civilizaciones, y ha pedido a todos los gobiernos y a las partes interesadas pertinentes que apoyen su aplicación cuanto antes.

Incluso se ha creado la etiqueta #forSafeWorship para garantizar la inviolabilidad de estos lugares religiosos y la seguridad de los fieles en todo el mundo. No es solo por los atentados de Niza, el discurso del máximo responsable de la Alianza de Civilizaciones de la ONU también ha recordado la conmoción que queda latente tras la decapitación del profesor francés que caricaturizó al profeta.