El origen de la expresión ‘Te voy a poner mirando pa’ Cuenca’

Si eres español o llevas ya tiempo viviendo en España, seguro que una de las ciudades que de las que más has escuchado hablar es de Cuenca. Y, no, no solo porque sea una ciudad Patrimonio de la Humanidad desde el año 1996, sino porque es un verdadero caldo de cultivo en las conversaciones de sobremesa. La expresión «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca» es muy famosa cuando nos referimos al sexo, pero, ¿qué tiene que ver la ciudad con las relaciones sexuales?

Como seguro que has adivinado, la expresión poco o nada tiene que ver con su gran cantidad de monumentos. Por tanto, vamos a dejar igual que están las hermosas Casas Colgadas y vamos a bucear un poco por la historia hasta llegar al punto exacto donde parece que nació este conjunto de palabras que todo español o persona que esté aprendiendo el idioma ha dicho o escuchado alguna vez en su vida.

Mejor estar preparado, por si alguna vez te lo dicen, para saber qué responder o, por qué no, hacerte el erudito y conquistar a tu pareja por tu inteligencia. Descubre el origen de la expresión «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca».

A qué nos referimos cuando decimos «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca»

cuenca

Es una de las expresiones de nuestro idioma más conocidas, sin embargo, puede que nunca la hayas escuchado o no sepas demasiado bien a qué se refiere la gente cuando lo dice. Aunque el porqué lo vamos a averiguar un poco más tarde, cuando alguien dice esta frase hecha tan extendida está haciendo referencia a las relaciones sexuales.

Además, también debemos saber que está ligada a una práctica sexual en concreto y no a cualquiera: a la postura del perrito. De hecho, hay que echar mucho la vista atrás para saber que la expresión tiene un antiguo origen que se sitúa nada menos que durante el reinado de Felipe El Hermoso y Juana I de Castilla.

Esta es la leyenda más extendida. No obstante, como suele ocurrir con palabras y frases tan antiguas, otros teóricos afirman que la expresión tiene mucha más relación con otra conocida como «Te voy a poner mirando a La Meca», con la que, entre otras cosas, también comparte el mismo significado.

Felipe El Hermoso, el rey infiel

felipe el hermoso

Aunque dos teorías son las que más han sonado a lo largo de la historia, la de Felipe el Hermoso es la que más ha ido ganando fuerza con el paso de los años. Parece que el origen de esta expresión sexual está muy ligada al reinado de este mujeriego monarca. A pesar de su apodo, Felipe no era demasiado hermoso, no obstante, parece que eso no importaba por el número de encuentros sexuales que tuvo a lo largo de su vida.

Su mujer, Juana I de Castilla, ha paso a la historia también por otro sobrenombre, el de «Juana la Loca». Según la leyenda, la reina enloqueció debido a los celos que le producían los continuos desplantes de su fogoso esposo. Hoy en día, después de haber tenido acceso a una gran cantidad de estudios sobre la época, puede que en realidad tuviera esquizofrenia aunque, debido al tiempo que ha pasado, tampoco esos hechos se han podido confirmar de forma clara.

Sea como fuere, lo cierto es que Felipe no dudaba en serle infiel a su mujer con quien se cruzaba en su camino. En los años en que reinaban ambos, la corte de Castilla tenía su sede en la ciudad manchega de Toledo. Gracias a la privilegiada situación de la misma, justo en el centro de la provincia, el rey decidió levantar una torre de astronomía para poder observar desde la misma todas las ciudades de su reino.

La excusa de la torre como origen del dicho «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca»

juana y felipe

Aunque el origen de la torre era en principio el que había dicho el monarca, cuando vio la oportunidad de tener un lugar privado y privilegiado del que podía disfrutar a solas cuando quisiera, decidió darle otros usos menos científicos y estratégicos. Fue justo allí donde subía a toas sus amantes para poder justificar su larga ausencia ante su esposa.

Como regodeándose, al resto de la Corte, siempre decía «Voy a ponerla mirando a Cuenca». En teoría, era eso justo lo que hacía, pero, en sentido estricto, lo cierto es que los usos eran más sexuales que de otra índole. Por ello, la expresión se fue extendiendo de tal modo hasta llegar a nuestros días.

Los guardias del rey, que conocían las canas al aire constantes del monarca, empezaron a usar la frase hecha en los burdeles que visitaban. De hecho, muchos de los guardias eran conquenses, por lo que la expresión cobraba aún un mayor sentido con respecto a su origen. El uso no tardó en correr de un sitio a otro como el que enciende una mecha. Tanto, que a día de hoy, después de varios siglos, la seguimos usando en nuestro idioma de forma prácticamente literal.

Otra teoría que cobró fuerza

mapa cuenca la meca

La del rey parecía una experiencia religiosa en toda regla, consiguiendo con sus encuentros sexuales crear un nuevo lenguaje que sobrevive al paso del tiempo. Sin embargo, otra de las teorías que ha cobrado fuerza a lo largo de los años está muy relacionada con otra expresión, tan parecida, que hasta contiene el mismo significado.

Hablamos de la frase hecha «Poner mirando a la Meca». Muy similar a «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca», está también muy ligada a la postura sexual del perrito. El origen aquí lo encontramos en la postura que adoptan los musulmanes cuando oran mirando hacia el lugar donde nació Mahoma, ciudad sagrada y de peregrinación en esta cultura.

De hecho, si hiciéramos una línea recta desde Madrid hasta la ciudad sagrada de La Meca, una de las ciudades que se encuentran dentro de la trayectoria no es otra que Cuenca. Así que, sea como sea, parece que la ciudad manchega siempre está presente.