Este es el origen de la frase ‘ir de picos pardos’

Muchas veces, decimos palabras o expresiones que han ido pasando de generación en generación sin preocuparnos en averiguar sus orígenes. Esto es lo que ha ocurrido a lo largo del tiempo con la frase «ir de picos pardos». En la actualidad, la solemos emplear para referirnos a salir de fiesta o bien a echar una canita al aire.

Sus orígenes son parecidos a su significado, aunque, con el paso de los años, este se ha ido suavizando. Tenemos que remontarnos a los tiempos en los que gobernaba Carlos III, el famoso rey, para conocer el nacimiento de una de las expresiones más conocidas de nuestro idioma. Y, por supuesto, que apareciera tiene su porqué.

Conocer lo que se esconde detrás de las diversas frases hechas o expresiones nos enriquecerá a nosotros y también a nuestro idioma. Descubre cuál es el origen de la frase «ir de picos pardos».

El origen de «ir de picos pardos» en tiempos de Carlos III

carlos III

Remontándonos a tiempos de Carlos III, la frase que estamos analizando pertenece a la época en la que el rey gobernaba nuestro país. Este obligó a las prostitutas que hacían la calle a coser trozos oscuros de tela en las esquinas de su falda de cuatro picos para diferenciarse de otras que no se dedicaban a la profesión.

Esta expresión forma parte de un gran conjunto de arcaísmos del español, donde se refleja la riqueza de nuestro idioma, así como sus muchos años de antigüedad. Lo bueno es que, gracias al boca a oreja, hemos podido seguir usando expresiones de hace siglos sin que pierdan prácticamente ni un ápice de su significado. Las frases hechas son un conjunto de estos arcaísmos de los que no nos hemos desecho desde su nacimiento.

Su poder ha sido tal que ha conseguido vencer al paso de los años. Bien es cierto que puede que las generaciones más jóvenes no las conozcan. Sin embargo, seguro que de tanto escucharlas llegará un momento en el que las sigan utilizando. Y así, pasen de nuevo de padres a hijos.

El significado de la frase

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«Ir de picos pardos» es una frase arcaica que, para muchos, también es enigmática. Es muy usada por la población en general, sobre todo por los que tienen más edad. Sin embargo, no siempre tenemos muy claro el significado que tenía en su origen esta famosa frase hecha. Lo que está claro es que la usamos para indicar que nos vamos de fiesta, de juerga, o de farra. Esta última es otra de esas palabras cada vez más utilizadas, aunque proviene de Sudamérica.

En la RAE (Real Academia de la Lengua Española), podemos ver su significado: ir de juerga o diversión a sitios de mala nota. Proviene, como decíamos, de la época en la que Carlos III gobernaba España. Fue uno de los Borbones más famosos, más conocido como el «alcalde de Madrid», pues elevó la capital a una de las más importantes a nivel europeo gracias a construcciones como el Museo del Prado. En estos tiempos, las mujeres usaban un trozo de tela en forma de cuadrado al que le hacían un agujero y se colocaban como una falda.

En este agujero cosían un forro o dobladillo. Por aquí metían un cordón y al tirar, se asían la falda a la cintura. De este modo, la prenda terminaba teniendo cuatro esquinas o picos cayendo de cintura para abajo, una forma similar a las esquinas de una mesa con mantel. En ocasiones, estos picos llegaban a rozar el suelo, por lo que había que reforzarlos para que no se destrozaran.

La curiosa historia detrás de la expresión «ir de picos pardos»

fiesta

El machismo reinaba en aquella época. Por tanto, al anochecer, las mujeres «de bien» no salían por la calle. Tan solo se encontraban prostitutas y mujeres de mala vida. Eso sí, los hombres campaban a sus anchas. A veces, las mujeres de la nobleza querían pasear, pero eran increpadas por los hombres por creer que pertenecían al gremio de las prostitutas.

Debido a estos problemas, Carlos III, decidió diferenciar a las prostitutas del resto de mujeres a través de su ropa. Ordenó que las primeras tenían que llevar trozos de tela oscuros en los picos de sus faldas. Así, se diferenciaban de las demás, que los llevaban claros. Y este pequeño detalle fue el comienzo para elaborar una de las frases más conocidas que han llegado hasta nuestros días.

Después de esto, los hombres empezaron a referirse como «ir de picos pardos» cuando querían decir que iban a los prostíbulos. Por su parte, con el paso del tiempo, las mujeres también empezaron a utilizar la expresión cuando empezaron a salir a divertirse. Ahora se usa para ambos géneros cuando se refieren a irse de juerga.

Más novedades ligadas a Carlos III

retrato carlos iii

La figura de Carlos III ha sido una de las más famosas en España. De hecho, a pesar de que el origen de la expresión «ir de picos pardos» es una de las muestras más notables en la relación que tenía la figura del rey con los famosos picos, no es la única que hay que mencionar.

Otro episodio relacionado con la forma de vestir y los picos de la época fue el conocido motín de Esquilache. Esta revuelta tuvo su origen en la orden del rey de cambiar la ropa de la época, una capa larga y sombrero de ala ancha, por otro atuendo más europeo. Este último se componía de capa corta y sombrero de tres picos.

Además de por la oposición a la política reformista que llevaban a cabo los ministros extranjeros del rey, este problema con la ropa española tuvo mucho que ver en el motín. El rey se rodeaba de ministros de Nápoles y Sicilia, de donde procedía Esquilache y donde también gobernaba el Borbón. Entre varias medidas, los amotinados querían derogar la orden de la vestimenta nueva y cesar a los ministros extranjeros para que se sustituyeran por españoles. Ante la revuelta, el rey aceptó después de desterrar a Esquilache y nombró en su lugar al conde de Aranda.