La Policía Nacional detiene en Torrevieja a un fugitivo acusado de violación

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Torrevieja (Alicante) a un fugitivo gabonés que estaba siendo buscado después de huir por la ventana de un cuartel general de la policía en Turín.

El buscado, de 35 años de edad, alto y de complexión atlética, estaba siendo reclamado por las autoridades italianas acusado de violación. Nada más haber sido imputado como autor, se dio a la fuga tras saltar por una ventana del cuartel turinés, situada a unos cuatro metros de altura.

La investigación se inició después de que agentes de la Policía Nacional especializados en la localización de fugitivos recibiesen la información de que un ciudadano de la República Gabonesa reclamado en Italia por violación podría encontrarse en territorio español.

DETENIDO POR LAS AUTORIDADES ITALIANAS

El individuo ya había sido detenido por las autoridades italianas tras la comisión de los hechos. En el cuartel de la Policía de Turín, y en presencia del fiscal instructor de la causa, se le imputó la autoría de la comisión de la violación.

En ese mismo momento, el detenido saltó por una ventana situada a cuatro metros de altura, lo que sorprendió tanto a los agentes de la policía italiana que se encontraban en la habitación como a su propio abogado. Tras llegar al exterior y después de la caída, se levantó aturdido pero aún así pudo huir a una gran velocidad con rumbo a la estación Porta Susa de Turín.

Tras varias semanas de huida y una compleja labor de vigilancia y localización por parte de los agentes italianos y españoles, el fugitivo se localizó en un piso ubicado en el centro de la ciudad alicantina de Torrevieja. En el momento de la detención se necesitó la intervención de cinco agentes debido a la fuerte resistencia que opuso a la misma el fugitivo. Ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.

La Policía Nacional detiene en Torrevieja a un fugitivo buscado en Italia por violación
El detenido en Torrevieja ofreció una fuerte resistencia a su arresto por parte de los agentes de la Policía Nacional.

REPUNTE DE LAS DETENCIONES DE CIUDADANOS EXTRANJEROS EN ESPAÑA

Las detenciones en España de ciudadanos extranjeros mediante una reclamación judicial internacional sufrieron un repunte el pasado año. Según datos del Ministerio del Interior, de los 750 arrestos que tuvieron lugar en el año 2017 por parte de agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Foral de Navarra, se pasó a 915 detenidos en 2018, lo que supuso una subida del 22%.

Madrid fue la provincia con un mayor número de detenciones de este tipo en 2018, con un total de 164. Tras la capital se encuentran Alicante (88), Barcelona (85) y Málaga (77). Todas ellas provincias muy pobladas y en las que hay una gran presencia de ciudadanos extranjeros. Esto también responde a que «los delincuentes extranjeros buscan el anonimato y pasar desapercibidos, pero también lugares con gran calidad de vida«, tal y como reafirman las fuentes policiales.

La forma de actuar por parte de estos fugitivos es la de acudir a urbanizaciones en las que nadie les pregunta quiénes son, de dónde vienen o cuál es su pasado. Esto les permite pasar desapercibidos y poder mantener una vida más privada.

En algunos casos pertenecen a altas clases sociales y pueden llegar a establecerse de forma permanente en un mismo lugar. En otros casos viven de los delitos cometidos una vez que llegan a España desde otro país. Cuando esta última es su situación, por norma general, cambian con gran frecuencia de ciudad para evitar que los agentes policiales puedan encontrarlos.

COLABORACIÓN POLICIAL INTERNACIONAL

El procedimiento que se sigue en estos casos pasa por la colaboración policial internacional. Las emisiones de órdenes internacionales de detención y entrega llegan a España, concretamente a la Udyco de la Comisaría General de la Policía Judicial.

Una vez que se recibe, un grupo especializado en localización de fugitivos inicia las pesquisas. Al mismo tiempo se coordina con las unidades policiales de las provincias en las que se sospecha que puede encontrarse cada delincuente.

Los arrestos en este ámbito se pueden producir por cualquier tipo de delito. Esto incluye desde robos con fuerza o estafas hasta homicidios, asuntos de narcotráfico o evasión de capitales.

En algunos casos, las investigaciones pueden tomar varios meses antes de que pueda llevarse a cabo la detención de los fugitivos. Según cada detención en particular y la información recogida acerca de cada fugitivo se toman unas precauciones u otras e intervienen un mayor o menor número de efectivos.

TORREVIEJA, UN REFUGIO PARA LOS FUGITIVOS

Desde hace años, el sur de la provincia de Alicante es un refugio habitual para los fugitivos. Individuos de numerosas nacionalidades, que han huido de otros países, han encontrado acomodo en Torrevieja para tratar de evadirse de la justicia.

De hecho, en febrero la Policía Nacional tuvo que proceder a la detención de un hombre holandés de 37 años en esta ciudad. En ese caso era buscado por las autoridades alemanas como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. Por este tenía una Orden Europea de Detención y Entrega con fines de Extradición (O.E.D.E).

Tras llevar a cabo una intensa investigación fue localizado y detenido mientras paseaba tranquilamente por una calle de Torrevieja. En aquella ocasión, el detenido no opuso una gran resistencia, como sí ha ocurrido en este ocasión con el ciudadano de origen gabonés.

GRAN DESPLIEGUE PARA APRESAR A UN FUGITIVO BELGA

A finales de 2018, también en Torrevieja, tuvo lugar un gran despliegue para apresar a un fugitivo belga. Fue una de las operaciones más complejas para los cuerpos policiales por ser considerado extremadamente violento.

El hombre de 34 años había cometido más de una veintena de delitos en Bélgica y se ocultaba en España bajo la identidad de su hermano. Para su detención participaron un total de 30 agentes de la Guardia Civil, la Policía Federal belga y la EUROPOL.

El ciudadano de origen magrebí huyó de Bélgica tras cometer más de veinte robos en los que se empleó con una gran violencia. Además, también se le perseguía por delitos relacionados con la venta de armas y el tráfico de drogas. De hecho, era el líder de una organización criminal. La organización se desarticuló tras la detención de este hombre y la de otras 16 personas.

Este hombre destacaba por tener una gran facilidad para la huida, calculando con el máximo detalle cada movimiento para pasar desapercibido. Suplantaba la identidad de su hermano, con el que compartía numerosos rasgos físicos.

En este caso, los investigadores permanecieron durante tres meses tras la pista del fugitivo. Una vez que las autoridades belgas emitieron la Orden Europea de Detención y Entrega, la Guardia Civil procedió a su detención.