Un PSOE ausente y una Rita volcada en Facebook ensalzan el valor de Almeida

La gestión del alcalde no ha recibido golpes desde que la pandemia arrasó la capital.

Más Madrid ha pagado campañas para intentar dar fuerza a sus críticas a Almeida.

El PSOE estáa absolutamente desaparecido en el Ayuntamiento de Madrid.

El valor del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, parece intacto. Hay quien especula con que es un político al alza y que su gestión le ha convertido en el representante revelación. Sin embargo, su éxito no solo se basa en no cometer errores o en no quedarse en su casa durante los meses más crudos de la pandemia, sino en que a día de hoy la líder de la oposición de rebote, Rita Maestre, no ha conseguido ejercer una presión considerable al otro lado de la balanza y se ha entrado en campañas por las redes sociales y pobres comentarios ante los medios de comunicación para señalar las presuntas carencias del Consistorio de Almeida.

El brillo del alcalde de Madrid puede que se apague, pero lo cierto es que de momento tiene suficiente potencia como para eclipsar a la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, y a la oposición en bloque. Ni Más Madrid ni el PSOE han sido capaces de generar el más mínimo problema al equipo de Almeida, que ya en julio un sondeo de MadriData de Telemadrid decía que ganaría las elecciones pasando de 15 a 23 concejales.

Nadie ensombrece al alcalde. Y la sensación, sobretodo dentro del PSOE de Madrid y, en menor medida, en Más Madrid, es que ni Pepu Hernández ni Rita Maestre han tenido de momento el suficiente peso político como para evidenciar la gestión del alcalde de Madrid.

Rita Maestre se ha convertido en la candidata de rebote de Más Madrid después de que la exalcaldesa de la capital Manuela Carmena abandonara el barco tras saber que no sería la regidora de Madrid por otros cuatro años. Y parece que el puesto le viene grande, pues sus respuestas más agresivas y duras contra la gestión de Almeida se han centrado en compartir en las redes sociales algunos panfeltos publicitarios que atacan al regidor por cualquier cosa.

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El último ataque y la última moda en la izquierda madrileña es acusar tanto a Almeida como a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de haber «confinado» a los barrios del sur por presuntos criterios ideológicos. Las cifras no amparan esa afirmación, pero tampoco son capaces de sacarle rédito político quienes esgrimen ese argumento, pues los golpes a Almeida han sido imágenes en las redes sociales que exaltan el hashtag #DignidadDelSur.

Maestre a lo largo de la legislatura no ha sido capaz de hacer mella en la gestión del alcalde. Ni Rita, ni Pepu Hernández, líder del PSOE en Madrid. Ejercen una oposición altiva, muy activa por las redes sociales llegando hasta el punto de incluso financiar desde las redes sociales campañas (con dinero del propio partido) para promocionar la oposición a según qué medidas. Muy atrás queda esa vieja reivindicación de Maestre por la que Más Madrid pagó dinero en Facebook para levantar a los madrileños contra ese plan que buscaba construir un párking en El Retiro. De poco sirvió y en el olvidó quedó.

Ahora toca acusar al alcalde de discriminar a los barrios del sur y toca asemejarle con su compañera de partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Da igual de quién sean qué competencias, porque lo que se busca es estigmatizar una gestión que hasta el momento solo recibe aplausos en la calle, pues Almeida se ha convertido en el regidor de la capital que ha roto la dinámica y ha recibido alabanzas en plena calle por su gestión de la pandemia.

El miedo en el PP no se centra en Almeida, sino en quien apoya al alcalde para tener ese cargo. Villacís se ha convertido en una vicealcaldesa de paja a la que nadie recuerda excepto cuando afirma ante los medios de comunicación que no descartaba la opción de realizar confinamientos selectivos en según qué barrios. Y cuanta más sombra le hace Almeida, más crece el temor a que la dirigente de Ciudadanos se rebote e intente hacer cualquier cosa por conseguir esa parcela de protagonismo que tanto busca.