En plena negociación Sánchez reconoce «desconfianza recíproca» entre PSOE y Podemos

A pesar de la insistencia de los dirigentes del PSOE en señalar a Unidas Podemos como su «socio preferente» de Gobierno, lo cierto es que la falta de entendimiento entre ambas formaciones y el cruce de acusaciones que ha adornado un proceso de negociación de investidura que terminó en fracaso, evidenciaban lo que ayer ya expresó abiertamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: entre Unidas Podemos y el PSOE existe una «desconfianza recíproca».

De hecho, Podemos ha respaldado su condición irrenunciable de pactar un «gobierno de coalición» con el PSOE, en la necesidad de ejercer una función vigilante del cumplimiento de los compromisos programáticos. Un control basado en la desconfianza en el PSOE, y que ponía de manifiesto la convicción de los morados de que sólo la presencia de Podemos en el Ejecutivo podía garantizar la aplicación de las medidas pactadas.

Convencido de que los ciudadanos no quieren un gobierno que dependa del independentismo, Sánchez asegura que no hablará ni con ERC ni con JxCat

Tras reunirse con Felipe VI en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, el candidato socialista a la presidencia ha reconocido esa «desconfianza» que atribuye además a las dos partes, aunque también ha manifestado que aspira a presentar una propuesta con el fin de recabar el «apoyo» de la formación morada, para no depender del independentismo, la abstención de PP y Ciudadanos. A éstos les ha acusado de bloquear la formación del único gobierno posible por «intereses partidarios».

Sánchez ha afirmado también que coincide con el Rey en la percepción de que los españoles no quieren una repetición electoral, y ha asegurado que él trabajará para conseguir formar gobierno, a pesar de esa «desconfianza» con Podemos que se ha traducido en una investidura fallida.

En este sentido, Sánchez le ha trasladado al Rey la necesidad de que se forme Gobierno cuanto antes, «para poder afrontar con urgencia los grandes retos a los que se enfrenta España» y le ha trasmitido su deseo de evitar la repetición de elecciones. También ha informado al monarca de su ronda de reuniones con distintos colectivos.

POSIBLE GOBIERNO A LA PORTUGUESA CON PODEMOS

Con Podemos, ha dicho, podría negociarse una fórmula como la que existe en Portugal –un acuerdo programático-, «un acuerdo de investidura o de legislatura», pero no una coalición de gobierno, porque los de Pablo Iglesias ya la rechazaron.

En este punto, ha recordado a Iglesias que su argumento para insistir en la coalición era su «supuesta desconfianza» en el PSOE como gobernante y le ha advertido de que, de tanto oírselo, ha terminado por desconfiar él de Podemos también. «Es recíproca esa desconfianza, y máxime cuando la investidura falló», ha remachado.

Por otro lado, ha acusado a Unidas Podemos de pretender crear «dos gobiernos en uno y no uno cohesionado y plural, y ha opinado que las declaraciones recientes de sus dirigentes demuestran que eso no ha cambiado.

UNA «LECTURA CRÍTICA» DE LA INVESTIDURA

«Continúa la desconfianza y su planteamiento de gobierno de compartimentación», ha constatado, para acto seguido reconocer que es evidente que «hay que buscar fórmulas». «No tiro la toalla, pero sí saco una lectura crítica de lo que ocurrió en la investidura», ha dicho Sánchez, justificando así su decisión de «empezar de cero» y hacerlo «por los contenidos».

Según ha dicho, todos sus interlocutores han expresado «la petición urgente de la constitución de un gobierno ya», porque hay muchos problemas que resolver con urgencia. Lo que no se puede, ha abundado, es «fiar la buena marcha de la economía y la creación de empleo al ciclo económico», sino que será necesario hacer reformas, y para eso es necesario un gobierno en plenitud de funciones.

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Esta ha sido la primera comparecencia de Sánchez desde que el jefe de Estado manifestó públicamente que lo mejor sería encontrar una solución antes de que se tengan que convocar elecciones. A juicio del líder socialista, el Rey expresó «con mucho acierto» lo que quieren la gran mayoría de españoles.

UN GOBIERNO QUE NO DEPENDA DEL INDEPENDENTISMO

Es más, en su opinión, lo que los españoles quieren es que se materialice el resultado de las urnas y que haya «un gobierno progresista que no dependa del independentismo». Para ello, ha reclamado la abstención de PP y de Ciudadanos y les ha acusado de bloquear la única opción de gobierno posible «por un interés absolutamente partidario, que nada tiene que ver con el interés general».

Sin embargo, ha evitado responder a la pregunta de si se arrepiente de su ‘no es no’ a Mariano Rajoy en 2016 o si sigue pensando, como entonces, que puede gobernar un líder que no sea el más votado. En su lugar, ha optado por decir que entre PSOE y PP existe la «diferencia significativa» de que el PSOE «siempre ha asumido su responsabilidad» mientras que Rajoy en 2016 declinó el encargo del Rey para no afrontar una investidura fallida.

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Ahora, ha dicho, él pide al PP responsabilidad teniendo en cuenta que no es posible un gobierno alternativo a uno liderado por el PSOE. Cuando plantean «otras opciones», ha dicho, los ‘populares’ están dejando claro que no apoyarán un gobierno socialista, y por tanto «lo que están haciendo es abocar al país a una repetición electoral, que es una tremenda irresponsabilidad».

Convencido de que los ciudadanos quieren un gobierno que no dependa del independentismo, ha dejado claro que no está en sus planes hablar con ERC ni con JxCat para la investidura, sino que se centrará en hacerlo con los líderes de las «tres grandes fuerzas» que «verdaderamente tienen la llave para desbloquear»: Pablo Iglesias (Unidas Podemos), Pablo Casado (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos), de quien espera que «en esta ocasión, se digne» a hablar con él.