El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se ha dejado a nadie en el tintero. Lo de no dejar a nadie atrás desde luego ha tenido muy en cuenta a su mujer. Y más especialmente después de que el presidente haya contratado para la empresa estatal Correos un máster que curiosamente dirige su mujer, Begoña Gómez, en calidad de «experta en impacto social y tercer sector». Este curso que ha contratado el Gobierno para Correos costará hasta 7.000 euros y enseñará a los trabajadores de esta compañía a gestionar una «transformación social competitiva», según se desliza del curso que codirigirá la esposa del presidente del Gobierno junto a Vicente Sánchez Jiménez, un viejo conocido de las altas esferas de Comisiones Obreras que se gastó junto a algunos compañeros hasta 43.000 euros en restaurantes, gasolina y aparcamientos a costa de la tesorería del sindicato. Una joya de curso.
Parece que el presidente del Gobierno está muy preocupado porque Correos tenga una transformación social «competitiva». Por eso las arcas públicas se han gastado 7.000 euros en que sus empleados o directivos hagan este curso que imparte nada menos que la esposa del presidente y un antiguo directivo de Comisiones Obreras que destacó por su elevado gasto en según qué asuntos. En el caso de Begoña Gómez, se vende en el máster además de como codirectora como «licenciada en Marketing. MBA en Dirección de Empresas. CRM y gestión de datos. Con más de 20 años de experiencia en Consultoría Estratégica dentro del Tercer Sector e Impacto Social». De lo de ser esposa del presidente no hay ni rastro.
Luego, junto a Begoña, está el que sí figura, además de como «experto en economía social», como director del máster. Vicente Sánchez es un viejo conocido de CCOO por haberse gastado ingentes cantidades de dinero junto a un par de compañeros, Jesús Fernández Béjar, coordinador del área internacional, y de José Valenzuela Lianez, coordinador de órganos de dirección, en comidas que luego cargaban a la cuenta de Comisiones Obreras. Fueron más de 43.000 euros de buena vida lo que se dejaron estos directivos. Pero ahora Vicente prefiere ganarse la vida como «experto en economía social» mientras la administración pública le reconoce como referente para formar a los empleados de Correos.
El curso lo imparte la propia Universidad Complutense de Madrid. No olvidemos que Begoña Gómez ha tenido una gran polémica en torno a su currículum por no tener los títulos necesarios para ejercer el cargo que ofrece como codirectora del máster que ahora hará Correos, pero no parece haber sido un impedimento ni para la Complutense ni para la administración pública a la hora de elegir a Gómez como la referente que liderará las nuevas generaciones de Correos en un proceso de «transformación social competitiva». Quién mejor que la esposa del presidente para esta labor.
El otro asunto que llama la atención es el número de licitadores que se han presentado al concurso público que finalmente ha ganado la Universidad Complutense de Madrid. Solo uno, el centro madrileño, se ha presentado a la licitación y evidentemente la ha ganado de calle. ¿Por qué? No es algo que se detalle en el contrato, pero o bien es porque nadie tenía conocimiento del mismo, más improbable, o es que las necesidades educativas de Correos estaban tan detalladas desde arriba que solo un curso podía responder a estas demandas: el de Begoña Gómez, la codirectora.
VICENTE, EL ‘FOODIE’
El que figura como compañero y codirector de Begoña es Vicente Sánchez, el exsecretario general de Comisiones Obreros, que dirigió esta federación desde mayo de 2014. Mientras estuvo al frente de CCOO, este director de máster cobraba un salario bruto anual de 54.475 euros, pero es que además tenía una tarjeta para sus gastos de representación que Vicente usó con regularidad y con muchas ganas, dadas las cifras. Entre enero de 2015 y diciembre de 2016, Sánchez gastó 9.566 euros en restaurantes: 132 euros en El Gaitero, 229 euros en la cafetería Juka, 120 euros en Don Víctor, 104 euros en la marisquería Sur, 170 euros en el Acisclo, 186 euros en el Rincón de Esteban, 179 euros en la Fontana, 397 euros en Lakuntza, 200 euros en la sidrería Donosti, 115 euros en el Samarkanda y hasta 218 euros en una pizzería de París, tal y como publicó el diario El Confidencial.
Luego está la pasión de Vicente por los coches. Tal fue el gasto que corrió a costa del sindicato que ascendió solo en gasolina y aparcamientos a más de 3.700 euros. Podría tener un Porsche Cayenne gasolina o aparcar en Madrid centro todos los días, pero en cualquier caso, el gasto que sufragaron los sindicatos pasó factura a todos y cada uno de los sindicalistas que abonaban una cuota para Comisiones. Ahora, Vicente prefiere seguir como experto en «economía social» en el máster que codirige junto a Begoña Gómez. La economía de todos, que bien aplicó en Comisiones Obreras.
