Sandro Rosell intentará regatear a Roures (y Guardiola) para presidir el Barça

“Bartu no repite, son demasiados disgustos”. Hace una semana la prensa barcelonesa titulaba asegurando que al Barça solo le quedaban nueve partidos para un nuevo triplete. Pero, como dijo Vujadin Boskov, “fútbol es fútbol”, y la lógica empresarial no cabe en el azar del balón. El cuento de la lechera. Una oportunidad para que una alianza de fortuna se haga con las riendas del Fútbol Club Barcelona: Jaume Roures y Josep Guardiola. Sin embargo, la salida de prisión de Sandro Rosell, con aire héroe, puede romper el cántaro como un cuento de la lechera. Otra vez.

Jaume Roures estaría ultimando su asalto a la presidencia del Barça, que tiene previstas elecciones en 2021. No para ocupar él en persona la presidencia, sino para ser el hombre en la sombra. Todo se basa en que Josep María Bartomeu no repita como presidente –“Bartu no repite”–, lo que parece bastante factible, agobiado como está por los problemas deportivos y las tensiones relacionadas con el ‘procés’ y su incidencia en el Camp Nou.

El máximo accionista de Mediapro cuenta con dos hombres de entera confianza para dar la cara como futuros presidentes, Tatxo Benet o, mejor aún, Víctor Font. Roures ha basado su imperio en los deportes y la gestión de derechos de transmisión, aunque curiosamente uno de los pocos clubes que se le ha resistido el el FC Barcelona, que los tiene cedidos ahora mismo a Movistar por 200 millones de euros. Roures hasta ha declarado públicamente su primera medida si fuera nombrado presidente del Barça: subir los abonos a los socios.

Para esta aventura empresarial Roures cuenta con la inestimable ayuda de los hermanos Guardiola. Pep Guardiola es la cara pública, el brillante entrenador que acaba de repetir victoria en la Premier League inglesa. Pero está también Pere Guardiola, el brillante agente de futbolistas, ligado a la propiedad del Girona, donde casualmente es socio al 50% del Manchester City, el club que entrena su famoso hermano. Pere Guardiola quizás no sea tan famoso ni tan guapo como su hermano Pep, pero sí ha demostrado un enorme y rentable conocimiento de las bambalinas del fútbol, que es donde está el dinero.

En ese sentido, se puede afirmar que Roures y Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, son una floreciente “entente cordiale”. Y eso a pesar de las aparentes diferencias políticas, entre un comunista independentista –como se define Jaume Roures– y una persona que se ubica en el ala más a la derecha del espectro político español. Pero en la unión de ambos ha florecido económicamente también la Liga española, que compite de tú a tú con la Premier inglesa y ha dejado ya atrás a la italiana.

Hace ya mucho tiempo que Jaume Roures está coqueteando con la idea de adquirir un club de fútbol. Un proyecto que han hecho ya algunos millonarios. Pero en este panorama, poder optar al FC Barcelona es una operación de enorme interés. No hay que hacer desembolso económico –hay que avalar una parte del presupuesto, según exige la Ley del Deporte– y acabas rigiendo uno de los principales clubes de Europa, con gran poder de decisión e influencia.

Para Pep Guardiola el Barça y su presidencia siempre han sido un faro para el futuro. Cierto que su carrera de entrenador, si bien enormemente exitosa –solo ha perdido dos de las ligas que ha disputado, en una década y en tres países diferentes–, aún es corta y parece que queda mucho recorrido por delante. Para eso está el hermano Pere, el hombre de negocios, que garantiza el sello Guardiola en cualquier proyecto, con el mismo o mejor efecto aún del que supusiera el aval de Johan Cruyff en su día.

Vale, estos son los planes. Pero en el camino, la Audiencia Nacional ha dejado libre de culpa a Sandro Rosell tras una tortuosa instrucción de graves delitos y una devastadora estancia de dos años en la cárcel.

Sandro Rosell fue el ‘hereu’ de Joan Laporta al frente del Barça. Su aval fue, entre otros, el fichaje de Neymar –y casi su tumba penal– y una brillante gestión deportiva. Tras su marcha, acosado ya por los frentes judiciales, pocas cosas le han salido bien Josep María Bartomeu, alias ‘Nobita’ para sus jugadores. El envejecimiento de algunos pilares, su salida, la gestión post Guardiola, los estrepitosos fracasos en Champions, han supuesto un duro desgaste. A eso hay que unir las tensiones que produce el ‘procés’, que exige adhesión inquebrantables a un club que se ha hecho conocido porque el “mes que un club”.

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Ahora es Sandro Rosell quien conspira no tan en las sombras para reunir apoyos. Lo tiene casi todo de cara: recuerdos de una buena gestión deportiva, carisma, y el aura de héroe que ha sido maltratado por la Justicia de Madrid. La semana pasada fue visto en la zona VIP del Mutua Madrid Open en una multitudinaria cena que juntaba personajes importantes de la sociedad catalana.

ROURES Y LOS HERIDOS POR ‘BARTU’

Las relaciones de Roures con Bartomeu no son demasiado buenas. Mediapro hizo una propuesta al Barça hace meses para patrocinar el camp Nou. La cifra era espectacular, 300 millones de euros, que superaba en 200 la estimación del propio Barça. Pese a la generosidad de Jaume Roures, la directiva de Bartomeu echó por tierra la propuesta. Según las fuentes que informaron de esta circunstancias, los escollos fueron una denuncia interpuesta por Roures contra Rosell en 2016, por un presunto caso de espionaje, y ciertos problemas relacionados con la publicidad estática.

Jaume Roures contaría con el apoyo de destacados nombres del barcelonismo que han salido malparados en los tiempos de Bartomeu. La nómina de aliados la encabeza el mito, Xavi Fernández, junto a nombres notables como Ferrán Soriano, Txiki Beguiristain, Carles Puyol o Manel Estiarte.

La relación empresarial entre Roures y los Guardiola viene de lejos. Pere Guardiola y el propietario de Mediapro coincidieron en la empresa con que comenzó a hacer negocios el hermano del exitoso entrenador, una sociedad llamada Media Base.

Se trataba de una empresa de asesoramiento deportivo que llegó a llevar la dirección de Granada. Además, según informó El Confidencial, Pere Guardiola y Roures formaron parte del negocio de expansión de La Liga en Asia. En ese sentido, fueron los encargados de vender la mitad de una sociedad de La Liga con sede en Pekín.

Imagínenlos juntos al frente del Barça.