¿Se pueden «regalar» plazas en la Policía? Las sospechas cercan a Fernández Díaz

  • La Fiscalía considera que este fue uno de los pagos al chófer de Bárcenas por espiarle.
  • En los audios queda claro que la cúpula pretendía darle la plaza al chófer.
  • Sergio Ríos Esgueva entró en la Policía Nacional en 2014, a los 40 años de edad.
  • Parece que ya en más de una ocasión se han investigado presuntos casos en los que se ha facilitado el ingreso a según qué cargos dentro de la Policía Nacional. Ahora se ha vuelto a poner encima de la mesa este asunto debido a que el chófer del extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas recibió como supuesto pago una plaza dentro de la Policía Nacional por haber espiado a Bárcenas por orden de altos cargos del Ministerio del Interior. Finalmente, el chófer Sergio Ríos Esgueva consiguió acceder al cuerpo en 2014, después de haber aprobado la oposición entre dudas de la propia Justicia, que investiga si su aprobado fue completamente legal.

    El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón investiga desde 2019 irregularidades en el acceso a la Policía de Ríos Esgueva, pero es que ahora, con el escrito de la Fiscalía Anticorrupción, se refuerza la teoría de que el chófer de Bárcenas pudo aprobar el examen por haber ayudado al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz a espiar a Bárcenas y a comprobar si disponía de material sensible que pudiera afectar a altos dirigentes del Partido Popular.

    El investigado estuvo dentro del Ejército, después ejerció como portero de discoteca y finalmente encontró acomodo dentro del Partido Popular, donde trabajó como chófer de varias personalidades, como el exdirigente imputado por la Púnica y encarcelado Francisco Granados. Tras esto, de repente y poco después de los acontecimientos de Kitchen, con 40 años fue capaz de entrar en la Policía Nacional sin mayores consecuencias y sin cumplir la media de estudio, que requiere por norma general años.

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»309621″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    Es por esto que la Fiscalía considera que la entrada en la policía fue un pago por sus servicios, algo que queda reforzado en los audios y en las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo.

    El modus operandi es sencillo. Pero lo que está claro es que el juez y la Fiscalía Anticorrupción sospechan de que Ríos Esgueva fuera capaz de obtener la plaza dentro de la Policía Nacional en 2014 tan solo con su estudio. Y más cuando en las grabaciones de Villarejo queda claro que éste era uno de los incentivos para que el chófer investigara a Bárcenas.

    “Puesta en marcha esta ilícita operación policial en el ámbito de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), el entonces Director Adjunto Operativo del CNP Eugenio Pino Sánchez, con abuso de sus funciones, habría encomendado en primera instancia a Marcelino Martín Blas, Jefe de la Unidad de Asuntos Internos, y posteriormente a Enrique García Castaño, Jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Comisaría General de Información, José Manuel Villarejo, Comisario adscrito al DAO y Andrés Manuel Gómez Gordo, Inspector Jefe también provisionalmente adscrito al DAO para estos concretos fines”, detallan desde la Fiscalía Anticorrupción en relación con la Operación Kitchen.

    “El desarrollo de labores operativas para obtener del cocinero o K2, esto es, Sergio Javier Ríos Esgueva, a cambio de la entrega mensual de 2.000 euros, más gastos, procedentes de los fondos reservados, y el posterior ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía, información que les permitiera sustraer de algún lugar cerrado al que definen como zulo documentación comprometedora para el PP y para altos cargos del mismo en posesión de Luis Bárcenas y de su esposa Rosalía Iglesias”, prosiguen.

    El asunto ha llegado al Congreso de los Diputados que, previsiblemente, investigarán al Partido Popular por estos últimos datos desvelados tras el escrito de la Fiscalía. Entre tanto, no solo el chófer está imputado por todos estos acontecimientos, sino que la petición de la Fiscalía Anticorrupción puede sentar en el banquillo de los acusados al exministro Fernández Díaz y a la exministra María Dolores de Cospedal. Todo sin tener en cuenta las declaraciones que puedan hacer segundos cargos intermedios con responsabilidad que ya han advertido que incluso pueden caer cargos aún más altos del PP de entonces.