«Rezo para que se acabe la pandemia»: la dualidad Ciencia y fe en Política

Ciencia y Religión. ¿Enfrentados? ¿Convivientes? ¿Complementarios? Todo se complica cuando, además, se mete de por medio la Política. Porque los políticos, de uno y otro signo, son seres humanos, con sus creencias -religiosas y de ideas políticas-. El delegado provincial de Salud y Familia de Málaga, Carlos Bautista, ha tenido que lidiar con los críticos por mentar su condición de católico al decir en rueda de prensa «Yo rezo todos los días para que haya vacuna, se acabe la pandemia y la situación mejore y podamos respirar«. El recorte del periódico se ha viralizado, como no podía ser de otra manera por su particular sí pero no: reconoce colapso pero apunta a que no hay «soluciones milagrosas». ¿Se ha sacado de quicio?

Dada nuestra tendencia a la dualidad (izquierdas o derechas, blanco o negro, ciencia o religión), resulta muy llamativo cuando alguien invoca la fe desde posiciones políticas claramente progresistas o bien si lo hace desde el campo de la gestión política.

LAS CRÍTICAS A LAS «SOLUCIONES MILAGROSAS»

«A los médicos solo les pido que tengan fe. La pandemia no va a poder con nosotros», ha destacado el dirigente político dentro de sus declaraciones con un marcado estilo religioso. El tema tratado, desde luego, es muy serio: todas las atenciones primarias de los puntos calientes de la segunda ola están al borde del colapso, saturados, agotados.

Efectivamente, como apunta el gestor político jienense destinado en Málaga, las soluciones milagrosas aquí no van a funcionar. Porque esto ya se intuía desde que el Gobierno presentó la mal llamada «nueva normalidad»: la pelota pasaba a las Comunidades Autónomas y a un sobrecargado sistema público de salud, con especial foco en la atención primaria, que no ha sido reforzada.

Y esto en las grandes ciudades. Porque en los pequeños pueblos de la España Vaciada, desde marzo la atención primaria ha desaparecido por completo -pero esto daría para otro artículo per se-. Volvemos a las soluciones milagrosas, a tener fe, como decía el político en que los gestores que no han hecho nada durante meses, encuentren ahora vías para salir adelante.

Las palabras de Bautista han levantado polvareda precisamente en el sentido de apelar a lo religioso -está en su derecho-, y poco se comenta que es uno de los pocos gestores a día de hoy que reconoce abiertamente el colapso y que hay que trabajar. Tarde, pero llega. Si fuera acompañada de medidas y no de excusas, sería otro cantar.

CARLOS BAUTISTA, POLÉMICO POLÍTICO POPULAR

Carlos Bautista no es nuevo en esto de crear polémicas, y no solo por buscar soluciones milagrosas. Ya antes de llegar a la Junta de la mano del gobierno de coalición PP-Ciudadanos, se había significado como presidente del colectivo Basta Ya, muy beligerante con la política sanitaria socialistas -él es médico de Atención Primaria-. A los pocos días de su nombramiento saltó la primera polémica a raíz de un vídeo en su canal de YouTube -sí, lo tiene, en tanto en cuanto se considera el spiriman de Jaen-Málaga-. Allí publicaba un vídeo sobre una vieja reivindicación malagueña: un tercer hospital.

Días después, apareció un audio, precisamente difundido por Spiriman, en el que reconocía que no iban a quietar, de momento, a los «fieles» -por seguir con la jerga religiosa- de los gobiernos socialistas en el área de Sanidad, porque sino estaría parada la atención sanitaria. Más allá de disculparse con la boca pequeña, se volvió a justificar. Otra vez. Aunque sin soluciones milagrosas esta vez.