El muro de hormigón, la solución de VOX para la inmigración en Ceuta

El nuevo salto de un centenar de inmigrantes subsaharianos en la valla de Ceuta, que dejó siete guardias civiles heridos de diferente consideración, llevó a VOX a reiterar su petición de construir un muro de hormigón en la frontera de esta ciudad autónoma y la de Melilla con Marruecos.

Los inmigrantes saltaron la valla fronteriza de Ceuta aprovechando la hora del rezo colectivo de la Fiesta del Sacrificio entre los musulmanes. Utilizaron cal viva, armas para cortar la valla y bolas con heces para zafarse de los agentes. La acción concertada tuvo lugar en el mismo lugar por el que accedieron más de 600 inmigrantes a finales de julio en Ceuta.

A raíz de esa entrada masiva de inmigrantes, el secretario general de esta formación, Javier Ortega Smith, se trasladó hasta la ciudad autónoma para aprovechar electoralmente el tirón de la situación.

En su visita, Ortega Smith improvisó un mitin ante decenas de vecinos que aplaudían cada una de sus intervenciones y que acabó con un «viva Ceuta, viva la Policía Nacional, viva la Guardia Civil y viva España» que los asistentes vocearon con energía.

Antes, el ‘número dos’ de la formación afirmó que la valla es “ineficaz” tal y como está erigida en la actualidad. “Necesitamos que se construya un muro lo suficientemente alto para que la frontera no pueda ser saltada; necesitamos cambiar la ley para que quien entre ilegalmente en España salga por donde ha entrado”, resumió el responsable de Vox.

Los inmigrantes «utilizan técnicas militares y portan escudos, máscaras antigás, botellas de ácido, garfios, radiales y móviles de última generación», según aseguró a El Confidencial. «Se mueven perfectamente coordinados, se embadurnan el cuerpo con grasa para que no les queme el ácido; hay 50.000 en la zona colindante con Ceuta y Melilla esperando el momento para saltar y, según informes de los servicios de Información de las fuerzas de seguridad, un millón avanza hacia Europa», subrayó Ortega Smith, quien no dudó en sentenciar que todo esto ocurre «con la connivencia del Gobierno de Marruecos».