Los papeles de FG Valores fueron cruciales en la guerra por el control de BBVA

  • Villarejo reflejó la importancia crítica de las presuntas irregularidades que investigaban la CNMV y la Fiscalía Anticorrupción.
  • El dispositivo del policía interceptó reuniones del vicepresidente de la CNMV con los periodistas que registraron la denuncia.
  • El jefe de seguridad del BBVA fue informado de forma verbal de los primeros pasos de este ataque contra González.
  • Las presuntas irregularidades en la operación de venta de FG Valores a Merrill Lynch fueron un asunto crucial en la guerra de Sacyr y sus socios para apartar a Francisco González de la presidencia del BBVA. El comisario José Manuel Villarejo trabajó al servicio del banco para neutralizar la denuncia ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuya investigación luego intentó continuar la Fiscalía Anticorrupción.

    El interés de la operación se puede seguir a través de los documentos que el comisario elaboró para el BBVA. Cuando faltaba menos de un mes para que ardiera el edificio Windsor de Madrid, Villarejo relató que había detectado un encuentro entre varios periodistas del grupo PRISA (editora del diario El País y de la Cadena SER) con Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV.

    Entre periodistas se encontraba Javier Ruiz, que entonces trabajaba en la Cadena Ser y llevó los documentos sobre un presunto desfase contable en la venta de FG Valores a Merrill Lynch, que podía poner en apuros a Francisco González.

    Villarejo informó al BBVA que “ante la conducta de extrema clandestinidad detectada, se avisa a T”. Esta es la inicial de ‘Tommy’, el apodo con el que se conocía a Julio Corrochano, jefe de seguridad del banco. Las “fuentes infiltradas” en el denominado ‘grupo hostil’ (los que intentaron el asalto al poder en el BBVA) informaron al comisario que esta reunión era el inicio del ataque contra González que estaban esperando.

    A partir de ahí, Villarejo relató cómo la Cadena SER informó en su boletín de las dos de la tarde de un supuesto fraude contable en la operación de FG con Merrill Lynch. Esta información hablaba de que la CNMV había abierto una investigación y estudiaba una documentación procedente de Merrill Lynch sobre las irregularidades.

    Según refleja un documento que resume en una cronología todo lo que sucedió con el intento de Sacyr de controlar el BBVA, estos hechos fueron considerados “de una osadía sin precedentes”. El análisis realizado entonces por Villarejo consideró que el ‘grupo hostil’ pretendía hacer caer la cotización del BBVA un 6 o 7% para obligar a González a dimitir. Sin embargo, el precio de la acción sólo bajó un 2%.

    FG VALORES, EN LA FISCALÍA ANTICORRUPCIÓN

    Tras hacerse público que la investigación de la CNMV partió de la documentación que presentó en su registro de entrada un periodista de la SER, el organismo regulador la cerró dos días después, el 21 de enero, tras señalar que los hechos, de haber ocurrido, habrían prescrito si se hubiera tratado de una infracción administrativa. Sin embargo, el 24 de enero, la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias informativas por el mismo asunto. Para Villarejo, además de intentar “mantener la tensión informativa”, la Fiscalía pretendía hacerse con la documentación.

    Villarejo guardó entre su documentación el comunicado que realizó el 20 de enero Francisco González, en el que este último relataba su versión de lo ocurrido y ofrecía su colaboración a la CNMV.

    En los análisis realizados por el comisario, este asegura que en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero habían intentado presionar al ministro de Economía, Pedro Solbes, para imponer a Manuel Conthe, presidente de la CNMV, que mantuviera abierta la investigación de FG Valores.

    La investigación del comisario le llevó, incluso, a espiar los movimientos y las llamadas relacionadas con la denuncia ante la CNMV. En uno de esos documentos informó que “en estos días, algunos datos de especial importancia (conseguidos por fuentes y medios técnicos) han permitido conocer la evolución que ha llevado la denuncia ante la CNMV”.

    El dispositivo montado por el comisario realizó lo que llamó “vigilancias aleatorias” sobre el vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas. En esas vigilancias descubrieron contactos con periodistas, lo que puso en conocimiento de Julio Corrochano “en informe verbal”.

    CONTROL DE LLAMADAS TELEFÓNICAS

    En estos seguimientos se identificó al periodista que había llevado los documentos de Merrill Lynch a la CNMV, Javier Ruiz, y a varios responsables del grupo PRISA. Villarejo llegó a tener controlado uno de los teléfonos de este grupo de medios de comunicación y detectó llamadas con un número de un despacho particular del Congreso de los Diputados.

    Aunque no tenía identificado quién era la persona que tenía ese número en el Parlamento, el informe de Villarejo señala que “este último número debe corresponder a un enlace muy cualificado del partido en el Gobierno, toda vez que también ya se han rastreado en numerosas ocasiones llamadas” entre José Pérez, presidente de la sociedad de valores Intermoney y considerado uno de los principales integrantes del grupo que pretendía tomar el poder del BBVA.

    Los seguimientos de Villarejo sobre periodistas y directivos de PRISA le llevaron conseguir información de una reunión de estos en el parador de Segovia. El correspondiente informe del comisario llega a reflejar lo que dice ser la reproducción de una charla completa de estos. En ella se da cuenta de la estrategia y de reuniones posteriores para tratar sobre la investigación de la CNMV.

    Villarejo sostuvo que contaba con información que indicaba que esta denuncia ha agudizado el enfrentamiento entre el ministro de Economía, Pedro Solbes, y el director de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián. Además, señaló que se había producido un “agrio enfrentamiento” entre el presidente y vicepresidente de la CNMV, Manuel Conthe y Carlos Arenillas.