Iglesias ‘sacrifica’ a Sánchez Mato para asegurar el escaño y el apoyo del PCE

  • Sánchez Mato renunció a concurrir en las primarias para las generales.
  • El concejal partía como favorito para ocupar el número 3 de Unidos Podemos.
  • Este hecho hubiese posibilitado que el líder del PCE se quedase fuera.
  • Pablo Iglesias, Carolina Bescansa y Miguel Urbán visitaron a inicios de 2014 la sede de Izquierda Unida para anunciarles que iban a lanzar Podemos y pretendían fundirse en la coalición si se abrían primarias abiertas. IU rechazó el envite con suficiencia y este hecho a punto estuvo de costarle la desaparición estatal.

    En 2015 Iglesias, al que las encuestas colocaban ‘asaltando los cielos’ de La Moncloa, devolvió el gesto arrogante y en una entrevista concedida a Público tildó a IU de «cenizos políticos» que eran «incapaces de leer la situación política del país».

    El secretario general de Podemos tenía guardada una colección de desprecios para sus entonces rivales políticos: «Seguid en vuestra organización. Presentaos a las elecciones, pero dejadnos en paz (…) Quedaos en vuestro sitio. Podéis cantar la Internacional, tener vuestras estrellas rojas (….) No quiero hacer política con eso. Dejadnos vivir a los demás».

    2016: EL AÑO DEL CAMBIO

    Podemos salvó las generales de 2015 con un llamamiento a remontada y pretendió rematar el ‘sorpasso’ sobre el PSOE firmando un ‘pacto de los botellines’ con Izquierda Unida, que con solo dos diputados se encontraba en su momento más precario.

    Iglesias
    Alberto Garzón, coordinador federal de IU y Pablo Iglesias, líder de Podemos. Foto: Flickr.

    La coalición liderada por Alberto Garzón, lastrada por una deuda de los tiempos de Julio Anguita de más de 10 millones de euros, se integró en Unidos Podemos y aseguró su viabilidad. Pese a ello Iglesias se quedó sin ‘la medalla de plata’ estatal.

    Desde entonces, Iglesias y Garzón han unido sus destinos y el PCE ha forzado que Izquierda Unida se integre bajo el paraguas que tutela Podemos, cuya cúpula valora una fidelidad de sus socios que contrasta con el polvorín interno de los morados en varias comunidades autónomas.

    SÁNCHEZ MATO, EL NIÑO BONITO DE IGLESIAS Y GARZÓN

    Carlos Sánchez Mato fue el máximo responsable de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Manuela Carmena hasta diciembre de 2017, cuando cayó tras el pulso de Cristóbal Montoro al consistorio madrileño.

    El actual concejal y responsable de políticas económicas de Izquierda Unida fue apartado por Carmena, que eligió apoyar el Plan Económico Financiero que le exigía La Moncloa pese a que Ahora Madrid recortó en poco más de dos años 2.000 millones de euros de la mastodóntica deuda que heredó tras casi un cuarto de siglo del PP en el poder. 

    24 horas después de su relevo, la alcaldesa de Madrid cesó como asesor a Eduardo Garzón, hermano del líder de Izquierda Unida y mano derecha de Sánchez Mato. Aquello fue percibido por Podemos e IU como un pulso de Carmena.

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    Podemos e Izquierda Unida acordaron acudir juntos a las generales del 28-A. Pablo Iglesias e Irene Montero se reservaban el número uno y dos por la Comunidad de Madrid e Izquierda Unida se conformaba con los puestos 3,8 y 11. Alberto Garzón se hacía a un lado y regresaba a la circunscripción de Málaga para dejar hueco en Madrid a otro compañero.

    Carlos Sánchez Mato, avalado por Iglesias y Garzón, anunció que se presentaba y todas las quinielas daban por seguro que entraría en el puesto de salida de IU. Pero unas horas antes de comenzar la votación telemática, el todavía concejal de Ahora Madrid renunció porque era «lo mejor para el proyecto colectivo y para la organización».

    Enrique Santiago, líder del PCE desde el año pasado y muñidor de los acuerdos entre IU y Podemos, tenía todas las papeletas para salir derrotado y conformarse con el puesto número ocho. En las generales de 2016, con Iglesias al alza, Unidos Podemos ‘solo’ logró ocho diputados, cantidad que ahora tendrá dificultades de repetir.

    La renuncia de Sánchez Mato, contrario a la Operación Chamartín, coloca ‘con pie y medio’ el número tres y por lo tanto en el Congreso a Santiago, que a punto de estuvo de alcanzar el liderazgo de Izquierda Unida en 2004 tras un pulso con Gaspar Llamazares, su eterno enemigo político.

    Sánchez Mato, eso sí, mantiene su fidelidad con Iglesias y Garzón y anunció el mismo día de su renuncia que había votado a favor «del referéndum que hace Izquierda Unida para ir junto a Podemos a las elecciones generales y al parlamento europeo. También he dado mi voto a Alberto Garzón como candidato a la presidencia del Gobierno. Seamos realistas, hagamos lo que parece imposible».

    OBJETIVO: BORRAR EL RECUERDO DEL «MONO AMEDIO»

    Iglesias quiere evitar tensiones internas de cara al 28-A y pretende borrar el recuerdo de 2016. En las generales de aquel año, Podemos escogió como número uno por Almería a Julio Rodríguez, exjefe del Estado Mayor de la Defensa.

    Iglesias
    Alberto Garzón, coordinador federal de IU y Pablo Iglesias, líder Podemos. Foto: Flickr

    La coordinadora provincial de Izquierda Unida en la provincia, Rosalía Martín, anunció que no iba a apoyar la votación al exJEMAD y aseguró que su designación era «una provocación» porque Iglesias les llevaba «a un hombre de la guerra y de la OTAN».

    Y remató el asunto: «Si quieren traer al mono Amedio que lo traigan, pero traer a un militar es una provocación a las señas identitarias de Izquierda Unida». Julio Rodríguez no consiguió el escaño y ahora Iglesias no quiere fisuras con el PCE e IU y para ello ha recibido con alegría la renuncia de Sánchez Mato, que posibilitará el escaño para el histórico comunista Enrique Santiago.