Fernando Serra tendrá el corazón dividido en tres mitades en las elecciones autonómicas del 26 de mayo. El intelectual fue marxista en su juventud y se reconvirtió en liberal, colaborando durante años en el periódico online Libertad Digital.
Ahora, en las urnas, tendrá que elegir: votar la propuesta más liberal, que podría ser la del PP, Ciudadanos o Vox, o apoyar a sus hijas. Clara fue responsable del Área de Mujer e Igualdad en Podemos y será la número dos de Íñigo Errejón en Más Madrid. Isabel es la candidata autonómica de Podemos en la Comunidad de Madrid. Su padre, sin embargo, no parece que comparte los ideales de sus hijas.
Isabel explicaba en El Mundo que la diferencia entre ambos proyectos es «la colectividad»: «El elemento de la colectividad es fundamental. Por otro lado, Errejón no nos ha planteado un programa político, es decir, no puedo comparar con las propuestas de Podemos. Yo he tenido diferencias políticas con Íñigo que tienen que ver con el modelo organizativo de Podemos. También en la posibilidad de que apoyásemos un Gobierno de Ciudadanos y PSOE.
FERNANDO SERRA Y LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Explicaba Fernando Serra en Libertad Digital que «hay algunos temas en los que el pensamiento único domina de tal modo que apenas se generan opiniones contrarias y críticas. Uno de ellos es el de la violencia doméstica, que Federico Jiménez Losantos ha tratado en estas mismas páginas a propósito de unas desafortunadas afirmaciones de la directora del Observatorio contra la Violencia Doméstica, Montserrat Comas».
Y añadía: «Aseguró esta señora que «muchas mujeres pagan con su vida el precio de su libertad», a lo que respondió Jiménez Losantos diciendo que las mujeres maltratadas y asesinadas carecen precisamente de libertad y recuerda, como prueba de ello, que casi la mitad de las víctimas durante este último año son de origen extranjero, es decir, que provienen de culturas en las que la mujer carece por completo de libertad».
«Me temo, sin embargo, que el punto de vista de Jiménez Losantos participa de alguna manera de ese pensamiento único que analiza este dramático problema desde un enfoque feminista-izquierdista que ve los maltratos, e incluso el abuso sexual intrafamiliar, como una reminiscencia de la familia patriarcal en la que el ‘pater’ se considera propietario de mujer e hijos«, continúa.
Seguía Serra: «Frente a este machismo agresivo y violento, la única solución que se plantea es más protección y discriminación a favor de la mujer, es decir, machismo al cuadrado, postura ésta en la que las feministas ‘progres’ se sienten muy acompañadas por los políticos más conservadores procedentes de todas las tendencias y, especialmente, por los jueces más reaccionarios que fomentan la inferioridad social de la mujer».
«Así, como la mujer sufre el maltrato y está discriminada, se le debe compensar en los casos de separación otorgándole los hijos, la vivienda familiar y una pensión para que tenga menos necesidad de trabajar, mientras que es el hombre el encargado de aportar los recursos económicos. Menuda manera de liberar a la mujer. El machismo misógino que todavía perdura se está entremezclado con un feminismo misoándrico, alimentándose ambos mutuamente y formando así las dos caras de una misma moneda», remataba.
LA INMIGRACIÓN Y EL NAZISMO
En otro artículo Fernando Serra señalaba que «la inmigración tiene ya suficientes problemas, de seguridad por ciertas ideologías y religiones aberrantes, y de integración por las malas políticas de se practican en algunos países receptores. De estas últimas la peor es sin duda las excesivas prestaciones del mal llamado Estado del bienestar que frena el esfuerzo personal, la capacidad de trabajo y las iniciativas emprendedoras de los inmigrantes, lo que termina volviéndose en su contra».
El padre de Clara e Isabel también dedicaba otro artículo a comparar el nazismo y el marxismo: «A la vista de lo que sucede en el País Vasco no debería ser difícil estar de acuerdo con esta interpretación y darse cuenta de que, efectivamente, el marxismo y el nacionalsocialismo parten de idénticos principios, comparten el convencimiento de estar en posesión de la verdad absoluta -el marxismo incluso pretende elevar esta verdad a la categoría de ciencia-, persiguen también la «salvación» de la humanidad y no dudan por último en aniquilar a los grupos que se opongan, sociales unos y raciales otros».
«Llegar a reconocer que el socialismo marxista y el nacionalsocialismo son iguales en sus puntos de partida y casi idénticos en sus métodos requiere un esfuerzo que resulta especialmente doloroso a los que nos hemos reconocido alguna vez partícipes de la primera de estas doctrinas. Este esfuerzo se ha centrando, por lo menos en mi caso, en ir descubriendo acontecimientos históricos y analogías cada vez más sorprendentes«, señalaba.
Sus hijas están en dos proyectos que han defendido la Renta Básica, pero él no tiene buena opinión sobre esta medida: «Una sandez de tal calibre como la llamada Renta Básica de Ciudadanía (RBC) no tendría que merecer ningún comentario (….) Este maravilloso proyecto ya figuraba en el programa de Rodríguez Zapatero cuando se presentó a la secretaría general del PSOE y sigue presente en el documento ideológico que pronto discutirán los socialistas, pero muchos pensamos entonces que estas cosas se colocan en los programas para adornar».
EL PADRE DE LAS ‘NIÑAS FRESA’
A Federico Jiménez Losantos, amigo de Fernando Serra y presidente de Libertad Digital, no se le nota demasiado que le tuvo como columnista cuando le toca hablar de sus hijas. En cierta ocasión realizó el siguiente comentario: «Isabel Serra, la menor de las Serra, aunque no sé quién será intelectualmente menor».
Isabel señaló que quería imponer una asignatura de feminismo en los colegios madrileños y el locutor protestó: «Has tenido la suerte, como tu hermana de tener la mejor educación». Losantos tildó a la candidata de Podemos de «niña de papá», que es, según el turolense, «un papá liberal, culto y educado».
«En México serían niñas fresa», continuó. Y explicó que tienen «dones estéticos», pero que están sometidas a los «femimachos», en clara alusión de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. No sabemos si las votará Fernando Serra. Pero es evidente que Losantos no las votará.