El PSOE domina el grupo socialista en el Parlamento Europeo

  • El partido socialista se ha convertido en la mayor fuerza dentro del grupo parlamentario S&D.
  • Los resultados del 26-M reequilibran las fuerzas y quitan la mayoría absoluta a populares y socialistas. 
  • El candidato socialista a las elecciones europeas ha obtenido mejores resultados que Pedro Sánchez.
  • La victoria del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en las elecciones europeas del 26-M es más trascendente de lo esperado, puesto que los 20 diputados en el Parlamento Europeo obtenidos por el PSOE le convierten en la fuerza dominante dentro del S&D, el grupo parlamentario socialista.

    Borrell obtuvo el 32% de los votos en todo el país, cuatro puntos más que los que obtuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Unos datos que confirman el éxito de la candidatura del ministro y que convierten al PSOE en una pieza clave dentro de las negociaciones en Europa, especialmente por el reparto de cargos. 

    Los primeros movimientos no se han hecho esperar. El presidente de Francia, Emmanuel Macron y Sánchez se han reunido el pasado lunes para escenificar una nueva alianza entre socialistas y liberales que dominará el Parlamento Europeo. De este modo, y por primera vez en 15 años, el Partido Popular Europeo, liderado por la canciller alemana Angela Merkel, perdería el control sobre la Comisión Europea, siempre y cuando los populares no se incorporen a esta nueva alianza. 

    Con las fuerzas tan repartidas entre los diferentes grupos parlamentarios, el reparto de cargos de la Unión Europea se prevé complicado. Por ello, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha celebrado este martes una cumbre en la que se ha reunido en solitario, sin asesores, con los diferentes líderes de la Unión para lograr que los pactos no se estanquen. La delegación española en Bruselas se ha convertido en un elemento clave, ya que su peso dentro del grupo socialista europeo es considerable.  

    El Parlamento Europeo está compuesto por 751 diputados que representan a 500 millones de personas. Una cifra solo superada por la Asamblea de India (cuyos diputados dan voto a más de 1.000 millones de personas). Hasta ahora, la Eurocámara estaba dominada por dos grupos parlamentarios: el Partido Popular Europeo y los Socialistas y Demócratas, que sumaban mayoría absoluta. Sin embargo, los resultados del 26-M han reequilibrado las fuerzas.

    El PPE ha obtenido 180 escaños (respecto a los 221 que tenía desde 2014), S&D 146 (de 191), los euroescépticos 171, el grupo liberal 109 (de los 67 que tenía) y Los Verdes 69 (de 50). Los verdes y los liberales han irrumpido con fuerza; los populares y los socialistas han disminuido su presencia y los euroescépticos han ganado terreno (aunque quedan lejos del 33%, presencia con la cual podrían frenar los procesos legislativos).

    SOCIALDEMÓCRATAS EN EL PARLAMENTO EUROPEO

    Pese a que los resultados de los socialistas en Europa no son positivos, el PSOE se ha vuelto uno de los soportes del S&D. “Vamos a ser la primera delegación socialdemócrata en el Parlamento Europeo. Es un orgullo, una oportunidad, pero también una enorme responsabilidad”, declaró el presidente Sánchez durante la noche electoral tras conocer los resultados.

    Sus 20 eurodiputados convierten a los socialistas españoles en la mayor fuerza del grupo parlamentario. Han superado los resultados de sus compañeros en países como Italia, Alemania o Reino Unido. De este modo, el equipo de Borrell se vuelve determinante dentro de la dirección que tomará el grupo durante la próxima legislatura.

    Los pactos serán fundamentales. Ya no hay mayorías claras en el Europarlamento. Y ello obligará al entendimiento entre las fuerzas europeístas para frenar al euroescepticismo, que tan buenos resultados ha obtenido en países como Francia, Reino Unido, Italia o Polonia. A pesar de que la participación de las elecciones europeas ha aumentado por primera vez en 40 años, los resultados reflejan un descontento importante.

    Los partidos euroescépticos han reducido su presencia en países como Alemania, Holanda o Austria. Todo lo contrario a lo ocurrido en Francia, donde los ciudadanos han querido castigar al presidente francés, Emmanuel Macron, dando la victoria a la ultranacionalista Marine Le Pen. Su partido, llamado Reagrupamiento Nacional, ha obtenido el 23% de los votos, frente al 21% del partido de Macron, La República En Marcha.

    Ante la derrota, Macron no tardó en reaccionar. El presidente de Francia ha planteado a su homónimo español una alianza entre liberales y socialistas que arrebate el poder a los populares europeos y frene el populismo. Tan solo 24 horas después de que acabara el escrutinio, Macron y Sánchez se han reunido en el Elíseo para formalizar dicha alianza. 

    Poe su parte, el candidato de los populares europeos (PPE) a presidir la Comisión Europea, el alemán Manfred Weber, ha mostrado su disposición a negociar con todas las fuerzas políticas excepto con los euroescépticos. Incluídos los Verdes. Sin embargo, la alianza entre socialistas y liberales amenaza con arrebatarle a los populares no solo al influencia en el Parlamento, sino también la presidencia del mismo.

    En estos supuestos, los bloques izquierda y derecha han quedado completamente obsoletos, pues los pactos que están sobre la mesa europea no atienden a esa dinámica. Una agenda popular que refleje con detalle los temas medioambientales podría ser suficiente para asegurar cinco años de control en la agenda política de la UE. Sin embargo, los contactos entre liberales y socialistas pueden formalizar en los próximos meses la hoja de ruta de la Unión Europea para los próximos cinco años.