El engaño del PSOE a sus votantes: con Rivera sí

El PSOE tiene la intención de llegar a un acuerdo con Ciudadanos. No son cábalas, ni especulaciones. Lo ha dejado entrever la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. “Las contradicciones forman parte de la vida política como forman parte de la vida en general”, ha apuntillado, en referencia a un acuerdo con la formación naranja. La apuesta de Sánchez llega a tal punto de dar el “no” a un Iglesias con el que lleva medio mes sin cruzar palabra. El PSOE tiene ante sí la difícil tarea de buscar el punto de encuentro con un partido que le vetó desde el primer momento.

EL PSOE DIJO “NO” A RIVERA

Durante la campaña electoral Sánchez le guiñó el ojo a Rivera en varias ocasiones. Habló de un gobierno progresista, pero le recriminó a Ciudadanos su negativa a plantearse si quiera una negociación. Una muestra de por dónde quería ir el presidente del gobierno en funciones. Fue Iglesias, insistente en los debates, quien forzó a Sánchez a decir “no” a Rivera, aunque de forma no demasiado contundente.  

Durante la noche electoral del 28 de abril se culminó la ‘resurrección’ de Pedro Sánchez, un político que pasó de renunciar a su acta de diputado a llevar al PSOE a un triunfo holgado. En Ferraz ese momento estuvo marcado por un grito: “Con Rivera no”. Para pavor de los militantes, Sánchez tenía preparado en su discurso un gesto amable con Ciudadanos. “Hablaremos con todas las fuerzas constitucionalistas”, dijo. Mientras, los asistentes insistieron hasta forzar un nuevo “no” de su líder: “Está claro”.

EL PSOE SE CONTRADICE

El discurso se mantuvo intacto durante toda la campaña para las elecciones municipales, autonómicas y europeas del pasado 26 de mayo. Sánchez se reunió con Iglesias y mostró a su electorado la intención de formar un gobierno progresista. Sin embargo, tras los últimos comicios, la postura ha dado un giro importante. El PSOE quiere gobernar en minoría, con apoyos puntuales. De ahí que Carmen Calvo haya pedido ya públicamente a PP y Ciudadanos que se abstengan.

De momento ninguno de estos partidos parece dispuesto a facilitar una investidura de Sánchez. Pero el tiempo lo cambia todo. Podemos ha quedado relegado a un segundo plano y, para evitar unas segundas elecciones, la derecha podría verse en la misma encrucijada que afrontó el partido socialista. “Lo que no le podemos decir a la gente es que los políticos somos incapaces de gestionar lo que ellos nos dan”, ha manifestado Calvo, para inducir a un futuro pacto a Ciudadanos.

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El PSOE se ha contradicho públicamente. Ha rectificado y, tras prometer un gobierno progresista, todo parece encaminado a un acuerdo con Ciudadanos que Rivera por el momento no desea. Los próximos días serán clave para vislumbrar con qué apoyos cuenta el presidente en funciones y si finalmente Ciudadanos y PP apuestan por abstenerse para facilitar así su investidura y tener cierto “protagonismo” en la legislatura.