Albert Rivera, José Manuel Villegas y Fran Hervías habían tutelado el salto de Ciudadanos desde Barcelona hasta Madrid sin estridencias ni grietas internas. Mientras el PP, el PSOE y Podemos se desangraban a nivel interno, los naranjas achicaban huecos con la estrategia del ‘palo y la zanahoria’.
Entre el 23 de enero y el 18 de febrero cuatro barones supuestamente renunciaban a liderar Ciudadanos en las elecciones autonómicas. Los cuatro, líderes en Aragón, La Rioja, Canarias y la Región de Murcia, se hacían a un lado «por motivos familiares» y se ponían «a disposición del partido».
Detrás de estos relevos se encontraba la mano de Fran Hervías, lugarteniente del tándem Albert Rivera-José Manuel Villegas, que controlan con mano férrea Ciudadanos desde los oscuros tiempos del pacto con Libertas.
UNA GRIETA Y VARIAS POLÉMICAS
El único proceso preelectoral que no salió bien para los intereses de Rivera fue la operación que comandó Silvia Clemente, apadrinada por Villegas y humillada tras demostrarse que ganó con unas trampas nunca explicadas a Francisco Igea, cercano al grupo crítico que lidera Luis Garicano.
Después de las elecciones Luis Garicano, Francisco Igea, Toni Roldán o Javier Nart le hacían frente a Rivera, que por primera vez en una década veía como algunos compañeros de partido dudaban de su liderazgo y criterio tras su negativa a pactar con el PSOE.
Pero la investidura de Pedro Sánchez no es el único quebradero de cabeza para Rivera, que ha visto como algunas voces internas apoyan la estrategia de Manuel Valls, que imposibilitó la investidura de Ernest Maragall para entregársela a Ada Colau.
LOS LÍOS TERRITORIALES SALPICAN A RIVERA
La política de pactos autonómicos también está provocando una cefalea en la cúpula naranja: en Castilla-La Mancha han pactado por sorpresa con el PSOE para gobernar juntos algunas ciudades y en Castilla y León existen muchas dudas sobre la conveniencia de eternizar el Régimen del PP a cambio de una vicepresidencia para Francisco Igea, proclive a pactar con Luis Tudanca.
El partido sigue abierto en la Comunidad de Madrid, donde la negativa de Ignacio Aguado a pactar con Vox le puede costar el Gobierno a Isabel Díaz Ayuso, o en la Región de Murcia, donde Isabel Franco se ha mostrado abierta a pactar con el PSOE tras el enfado de Vox con Cs.
ENFADO EN CANARIAS, ARAGÓN Y NAVARRA
El papel de Vidina Espino en Canarias tampoco convence: la expresentadora de ‘Antena 3 Noticias’ en las islas no ha podido evitar que dos concejales de Cs apoyen a la socialista Patricia Hernández al frente de Las Palmas. El veto de Cs a Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, también ha provocado algunas dudas.
Las negociaciones tampoco están saliendo bien en Aragón, donde no está teniendo la relevancia esperada Daniel Pérez, exdelegado de Antena 3 en la comunidad autónoma. El PAR pretendía un pacto con el PSOE y Cs, pero Villegas no quiere investir a Lambán y los regionalistas se ven abocados a compartir pacto, que no Gobierno, con Podemos o IU.
En Navarra el papel de Ciudadanos se presume como testimonial y algunas voces de Unión del Pueblo Navarro miraron con enfado la decisión de Rivera de no querer protagonizar una fotografía a tres junto a Javier Esparza y Pablo Casado.
MÁS PROBLEMAS PARA RIVERA
Ciudadanos tampoco pasa por sus mejores momentos en Cataluña tras la salida de Inés Arrimadas, Fernando de Páramo, José María Espejo-Saavedra o Carina Mejías. Existen muchas dudas sobre el liderazgo de Lorena Roldán.
Aunque el territorio en el que peor están las cosas para el partido que lidera Albert Rivera es el Principado de Asturias, donde renunció su candidato, Juan Vázquez, y la persona que le tenía que sustituir, Ana Rosa Fonseca.
Los dos parlamentos autonómicos en los que Ciudadanos no tiene representación son Euskadi y Galicia. En el País Vasco no hay siquiera un líder consolidado y en Galicia ha fallado una operación para incorporar a un exconsejero de Feijóo, Javier Guerra.
LAS CLAVES DEL FUTURO DE RIVERA
Albert Rivera previsiblemente no posibilitará la investidura de Pedro Sánchez y deberá tapar las grietas internas que se han abierto en las últimas semanas, aunque no parece factible que se acerque a los fundadores del partido.
Ciudadanos también deberá decidir quién liderará al partido en las elecciones de 2020 en Euskadi y Galicia y si ata un acuerdo con el Partido Popular en Cataluña si se confirma el previsible adelanto electoral.