El cruce de palabras entre los líderes de PSOE y Unidas Podemos no parece tener fin. La mañana de este jueves ha estado agitada por las declaraciones de Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, en las que han confesado que se ha malogrado cualquier acuerdo por la insistencia de Pablo Iglesias en entrar en el Gobierno. Ahora, el turno ha sido de Echenique, que ha comentado que «Pedro Sánchez veta a Unidas Podemos. Ese es el titular real».
Como hace en muchas ocasiones, Echenique ha utilizado las redes sociales para expresar su opinión. Y en esta ocasión ha expresado que vetar a Pablo Iglesias es «vetar a Unidas Podemos, a todos sus dirigentes y a sus 3,7 millones de votantes. Igual que vetar a Pedro Sánchez sería exactamente lo mismo que vetar al PSOE».
Su frase surge como respuesta al presidente del gobierno en funciones, que ha señalado que no quiere a Iglesias en el Gobierno porque necesita a un vicepresidente que «defienda la democracia española» y que no diga que los acusados de promover la independencia en Cataluña son «presos políticos», como en alguna ocasión ha afirmado el secretario general de Podemos.
Pedro Sánchez sí se ha mostrado abierto a incluir a personas cualificadas de Podemos en el Gobierno, un paso adelante en las negociaciones, pero estas palabras de Echenique confirman que para la formación morada este ofrecimiento no es suficiente. Y el PSOE, por los comentarios realizados esta mañana, de ahí no se va a mover. Un tira y afloja que parece, no llegará a buen puerto en los escasos cuatro días que restan para la investidura.
SÁNCHEZ, SIN APOYOS SUFICIENTES
Esta situación deja en una situación muy complicada al PSOE de cara a esa primera sesión de investidura que se producirá el lunes. De momento, Pedro Sánchez cuenta con el ‘sí’ del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y muy probablemente con el de Compromís. Y ambos disponen sólo de un diputado. Después, quién sabe, las abstenciones de partidos como ERC o Bildu.
De ahí que Sánchez insista a PP y Ciudadanos, una y otra vez, para lograr su abstención y no depender de las exigencias de Unidas Podemos. El problema es que ambos están anclados en dificultar la legislatura al socialista. El presidente en funciones ha reclamado a los populares «reciprocidad», después del gesto que ellos tuvieron en 2016. Si no llegan a un acuerdo con Podemos ni ceden PP y Ciudadanos, los deberes se dejarán para septiembre.