Críticos de IU reclaman voz en la comisión negociadora de Podemos y el PSOE no lo descarta

La corriente Más Izquierda (+Izquierda) ha reclamado al líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, una participación directa en las negociaciones de investidura para la formación de gobierno que mantienen, o están a punto de reanudar, Unidas Podemos y el PSOE. La presencia en la comisión negociadora del sector crítico de IU, en su día liderado por el excoordinador Cayo Lara y la exeurodiputada Paloma López, acabaría con el protagonismo absoluto en el proceso de Podemos, y abriría paso a nuevas voces más allá de la formación de Pablo Iglesias.

El discurso unitario de Unidas Podemos, fruto de la unión entre Equo, Izquierda Unida y Podemos (y sus confluencias), se resquebrajaba a consecuencia del proceso negociador con el PSOE. Cada facción interna ha adoptado una postura distinta. Los anticapitalistas observan con recelo que Pablo Iglesias se acerque a Pedro Sánchez para entrar en su Gobierno. Y la Izquierda Unida de Alberto Garzón se desmarcaba del discurso del secretario general de Podemos a pocas horas de la segunda votación de la sesión de investidura. Al igual que los siete diputados de En Común Podem.

Más Izquierda defiende un acuerdo programático y vigilar su cumplimiento desde fuera del Gobierno

La dirección de +Izquierda ha publicado su reivindicación en su cuenta oficial de Twitter, con el siguiente mensaje: «Reclamamos que la dirección de IU exija a Podemos su participación directa en la Comisión Negociadora de Unidas Podemos para la investidura».

El sector crítico de IU se opone a la tésis de Podemos de centrar la negociación en lograr un Gobierno de coalición con el PSOE. Tras la investidura fallida de julio, Cayo Lara ya pidió públicamente poner fin a la batalla del ‘relato’ y volcarse en un acuerdo programático de investidura para después quedarse fuera del Gobierno vigilando su cumplimiento.

«No más relatos. Hechos. Investidura con programa y cada uno en su escaño», sentenció el que fuera coordinador federal de IU antes que Garzón.

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El discurso y la posición de Garzón, también crítico con la dureza de Pablo Iglesias en el proceso negociador con el PSOE, está motivado por dos razones: la incapacidad de IU para ir a las elecciones generales en solitario y que, a pesar de todo, el diputado aún cree en el proyecto de Unidas Podemos.

IU se ha mostrado muy crítica con Iglesias. Incluso quiso romper la disciplina de voto del partido en la sesión de investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Lo que Garzón quiere para su partido es presencia. Por eso, en un principio estuvo de acuerdo con aceptar cargos intermedios, una de las primeras ofertas de los socialistas a los de Podemos. Algo que Iglesias rechazó, como si de un insulto se tratara. Ni que decir tiene que la última oferta de Sánchez (una vicepresidencia y tres ministerios) estaba vista con muy buenos ojos por Garzón. Pero Iglesias se plantó.

Y EL PSOE NO DESCARTA LLAMAR A GARZÓN

Desde la dirección de Izquierda Unida también se distanciaron de la estrategia negociadora de Podemos. Para el equipo de Garzón, lo prioritario es negociar un acuerdo programático con el PSOE, más que hablar de Ministerios.

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En ese contexto, desde el PSOE no descartan que el presidente Pedro Sánchez amplíe la ronda de contactos con partidos prevista para finales de agosto y principios de septiembre con idea de llamar por separado a socios de Podemos, tanto Izquierda Unida como En Comú, como forma de presión sobre el partido morado.