La política española sigue bailando al son que marca Iván Redondo, que durante sus años de asesoría para el PP consiguió convertir a García Albiol en alcalde de Badalona con la bandera de la seguridad, ayudó a que Monago se hiciese con Extremadura tras marcar un perfil propio y contribuyó a que Basagoiti convirtiera a Patxi López en lehendakari tras romper con la vieja guardia del PP vasco.
Iván Redondo tiene tres aciertos relevantes en provincias y cuenta con otros dos a nivel estatal: supo marcar la fecha de la moción de censura para derribar las aspiraciones monclovitas de Rivera y utilizó la pasada primavera el señuelo de Vox para que el centro-izquierda se reconciliase con el PSOE tras años de divorcio.
El gurú vasco pretende anotar su ‘hat trick’ a nivel nacional y Cataluña es su carta estrella: si Pedro Sánchez sugería indultos en abril frente al nacionalismo con tintes revanchistas del ‘trío de Colón’, ahora sugería aplicar el 155 para ensanchar el espacio del centro-izquierda a costa de Ciudadanos. Pero en La Moncloa no contaban con Errejón.
IVÁN REDONDO IMPONE EL CAMBIO
Varias encuestas pronostican que Más País robará más votos del pesebre del PSOE que de Unidas Podemos. Este hecho y los grises pronósticos de Pedro Sánchez, que seguiría dependiendo de los independentistas, ha obligado a Iván Redondo a dar un golpe de timón.
El ‘spin doctor’ ha mesurado su mensaje respecto al independentismo catalán, quizás consciente del viejo mantra de la política española que dice que las elecciones estatales se pierden o ganan en las comunidades autónomas de un marcado carácter nacionalista periférico, especialmente Euskadi y Cataluña.
EL VAIVÉN DISCURSIVO DE PEDRO SÁNCHEZ
Pedro Sánchez se distanció del PP, Ciudadanos y Vox a inicios de año con un discurso moderado respecto al independentismo catalán: «Dejen a los jueces trabajar y luego lógicamente desde el Gobierno de España y también desde los representantes de los distintos grupos parlamentarios tendremos que hacer política».
El presidente del Gobierno acusó al PP de acumular «siete años judicializando una crisis como la catalana» mientras sus adversarios ideológicos le criticaban su interés por realizar «los indultos de la vergüenza» para «ceder al chantaje» y enviar el mensaje que dice que «sale gratis incumplir la ley».
Sánchez, eso sí, durante las últimas semanas había cambiado de discurso, quizás por consejo de Iván Redondo, y aseguraba que no podía pactar con Podemos porque no podía tener «un Gobierno defendiendo la Constitución y el otro diciendo que existen presos políticos en España».
SÁNCHEZ ENDURECE EL DISCURSO
Pedro Sánchez elevaba el tono en los últimos días: «No vamos a contribuir a echar más gasolina al fuego, pero sí creo que el cometido que tiene un Gobierno es garantizar la seguridad y la convivencia».
El presidente del Gobierno, que en los años noventa quitaba hierro a los GAL en Telecinco, pedía al independentismo que condenase «de manera radical y rotunda cualquier tipo de violencia» que cometiesen los CDR.
Sánchez también utilizaba mensajes propios del PP: «Que haya empresas que han salido de Cataluña como consecuencia de la inestabilidad también refleja que hay una crisis de convivencia (…) Primero ley y luego diálogo». El candidato socialista asegura que los independentistas «tienen una mayoría parlamentaria, pero no tienen una mayoría social que les avale».
SÁNCHEZ CAMBIA DE TONO EN ANA ROSA
Iván Redondo es consciente de la importancia de la presencia de los políticos en espacios que no ven personas especialmente politizadas, véase ‘El programa de Ana Rosa’, y en este magazine Pedro Sánchez ha ‘estrenado’ discurso respecto a Cataluña.
«Siempre he dicho que quien tiene la capacidad de aplicar el 155 o no es el independentismo catalán. Si no cometen ningún tipo de irresponsabilidad las fuerzas independentistas, nosotros no vamos a decidir nada extraordinario. Ahora, si se quiebra el orden constitucional, el gobierno de España actuará ya que el objetivo es garantizar la convivencia«, explicó.
LA RECETA DE IVÁN REDONDO
El PSOE no parece tener fácil alcanzar la mayoría con Unidas Podemos y Más País. Ni siquiera sumándoles el PNV o el PRC de Revilla. Aun así Iván Redondo respira aliviado porque el centro-derecha sigue atascado en los sondeos en alrededor de 150 escaños, cifra que se queda a años luz de los 176 necesarios que otorgan mayoría.
También será interesante ver cómo actúan los cinco partidos que podrían irrumpir en el Congreso: Errejón se ha mostrado dispuesto a dialogar; el BNG, Teruel Existe y Nueva Canarias exigirán inversiones para sus territorios; y las CUP ya ha dejado clara que su intención es imitar a la Herri Batasuna de los años ochenta y apostar por el bloqueo.