El Gobierno quiere convertir el Valle de los Caídos en un símbolo

Tras la exhumación de Franco, el Gobierno ha asegurado que no se quedará parado. Carmen Calvo afirmó que queda mucho por hacer y que ahora el objetivo es identificar a las más de 12.000 víctimas de la dictadura franquista. La vicepresidenta del Gobierno en funciones quiere que el Valle de los Caídos se convierta en un museo de la memoria, como en otros países.

Carmen Calvo se ha expresado así en el marco de un acto público del PSOE en Valladolid, donde ha destacado el «día especial» que supone este 24 de octubre por la exhumación de Franco, que ha celebrado sobre todo en una ciudad que ha trabajado «mucho y bien» en la recuperación de la memoria histórica.

En este contexto, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, después de llevar a cabo una primera parte que supone que «el dictador ya no esté en el mismo lugar que estaban las víctimas» y ha trasladado a los familiares de éstas, que «no han recibido respeto y justicia durante tantos años», que queda «mucho por hacer», aunque hoy se ha «abierto un espacio de dignidad importante para todos.

Así, «para empezar» considera que se tiene que facilitar la recuperación de sus seres queridos a quienes tienen allí a familiares no identificados, ya que fueron allí en muchos casos sin su consentimiento y en muchos casos de manera «completamente anónima, engañosa». «Tienen que tener la posibilidad de recuperarlos» en la medida en la que se pueda identificar particularmente a los que no lo están, «que son los del bando republicano», ha dicho.

De esta forma, ha explicado que lo que pretenden es que el Valle de los Caídos «se quede en paz y en un gran homenaje de recuerdo a las víctimas que allí hay», tras lo que ha agradecido la labor de la gente que ha trabajado por la recuperación de la memoria histórica durante tantos años.

«Ese es un lugar en el que todos debemos honrar a quienes allí están y particularmente a quienes están sin el consentimiento de sus familiares, sin el recuerdo y sin el honor», ha agregado Calvo, quien ha insistido en que tratarán de facilitar las cosas a los familiares que tengan allí a sus víctimas.

MEMORIA

«Siento que es un día que no vamos a olvidar», ha señalado la vicepresidenta en funciones, quien ha destacado la labor realizada en Valladolid para la recuperación de la memoria. «La que no nos pueden impedir que tengamos, y lo único que hace que podamos entrar en los espacios de la justicia, sin justicia no puede haber ninguna sensación plenamente democrática de paz, perdón y respeto de todas las víctimas. Siento que es un día que no vamos a olvidar», ha afirmado.

Carmen Calvo ha recordado las palabras del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en referencia a que ha habido una actuación después de que los tres poderes del Estado hayan sido «unánimes» en una decisión que nace de una ley, de unos informes de expertos y las alertas de organismos supranacionales hacia España como la ONU o el Parlamento Europeo, «que ha recordado que en mayo indicó a España la situación tan perturbadora que era para una gran democracia como la española tener a un dictador en un mausoleo de Estado».

«No sólo perturba la democracia española sino empaña con mucho, además del sentimiento de las víctimas, la buena imagen de un gran país como es España», ha explicado.

Tras la exhumación, Calvo ha afirmado que la «imagen» ha sido justamente la que siempre pensó el Gobierno, «de respeto a la dignidad de unos restos humanos y por supuesto a sus familias», que han tenido garantizados sus derechos en un «Estado garantista» y finalmente, en la parte en la que política y socialmente el Ejecutivo y el PSOE tenían una «absoluta claridad» de cuál era su función, «el dictador no está en el Valle de los Caídos».

«Creo que la imagen ha sido la que corresponde a un país serio, a una democracia solvente y un Gobierno que ha procurado que las cosas sean en ese sentido de la manera más austera posible. Por lo demás, los restos ya son de su familia y no significan política y socialmente nada», ha concluido.

Finalmente, en cuanto a algunas personas que han tratado de exaltar el franquismo y la dictadura durante esta jornada la vicepresidenta del Gobierno en funciones ha incidido en que en cualquier sociedad democrática «hay siempre un cupo, por fortuna minoritario», de gente «que no es demócrata y además combate la democracia», algo de lo que no se salva España, donde una parte importante de estas personas son franquistas, que «seguramente hoy no tenían un día obviamente bueno en su posición».

Pero lo «importante», ha añadido, era que en el lugar público donde se había trazado todo el procedimiento administrativo que ha llevado a la exhumación no ha ocurrido «nada que no esté en el paraguas de la ley» y ha recalcado que allí no puede ocurrir lo que se ha visto «muchos años» como es la exaltación del dictador, porque eso no lo permite la Ley de Memoria Histórica y lo que no permiten las leyes en país democrático tienen sus consecuencias.

LA EXHUMACIÓN PROTAGONIZA EL ACTO

Precisamente la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco ha sido la cuestión que ha estado presente en el discurso de todos los intervinientes como el candidato del PSOE al Senado y secretario del PSOE de Valladolid, Manuel Escarda, y el cabeza de lista al Congreso, Javier Izquierdo, así como el alcalde de la capital vallisoletana, Óscar Puente, y el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca.

Precisamente el líder de los socialistas en la Comunidad, tras destacar los «retos» a los que se ha enfrentado Calvo que cree que no se reconocen tanto por ser «vicepresidenta en lugar de vicepresidente», ha asegurado que se trata de un día «muy emocionante» en el que además se ha aprovechado para ir a saldar una deuda a los memoriales y tumbas «sin nombre» en recuerdo de gente que no ha podido disfrutar este día «porque un dictador les asesinó».

Además, ha criticado que haya quien reste importancia a la exhumación de Franco del Valle de los Caídos como el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al asegurar que él no vivió la dictadura. A este respecto, Luis Tudanca ha recordado que nació en 1978, ya en democracia, pero cree que es «más importante» para su generación que para las anteriores porque considera que tiene una deuda contraída con las pasadas al haber podido estudiar libremente, disfrutar de la libertad y del Estado de Bienestar. «Se puede ser hasta de Ciudadanos», ha añadido.

Tudanca ha hecho especial referencia a las figuras de las mujeres como la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, que ha sido la notaria mayor del Reino durante la exhumación y ha recordado a Carmen Chacón pasando revista al ejército, de forma que en cada «avance» siempre esta el PSOE.

El líder del PSOE de Castilla y León ha destacado la importancia de lo que ocurra el 10 de noviembre y ha advertido de los «lobos rapaces» que se esconden en la derecha y quieren hacer cosas como cerrar pueblos o acabar con la sanidad y la dependencia.