Castilla y León se ampara en un estudio de Minnesota de 1995 para matar a 339 lobos

  • La Junta de Castilla y León ha autorizado cazar al 30% de los lobos ibéricos al norte del río Duero en los próximos tres años.
  • La autonomía se ha basado en un informe de 1995 sobre el lobo gris de Minnesota para deducir que es sostenible matar ese porcentaje.
  • Grupos ecologistas y PACMA han criticado la medida, que consideran exagerada y poco fundamentada.
  • La Junta de Castilla y León ha llegado a la conclusión de que matar a 339 lobos ibéricos en tres años es sostenible para la especie. La comunidad autónoma se ha basado en un estudio sobre el lobo gris de Minnesota (Estados Unidos) para asumir que se puede acabar con hasta el 30% de los ejemplares sin que disminuya la población de lobos. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL) del pasado 23 de octubre, ha sido muy criticada por colectivos ecologistas. Algunos como el PACMA han asegurado que «contraviene la directiva europea».

    La Junta considera adecuado acabar con el 29% de los lobos ibéricos que viven en la comunidad. Según la administración autonómica, al norte del río Duero (única zona donde se puede cazar el lobo) hay confirmadas 128 manadas. Y para Castilla y León, cada una cuenta con nueve ejemplares. Por lo tanto, de los más de 1.100 lobos que hay al norte del Duero, es sostenible acabar con 339. Siempre según el estudio de la región de los Grandes Lagos de Minnesota.

    En esta decisión hay dos puntos que no quedan claros, según apuntan grupos ecologistas como PACMA. El primero, en base a qué censos posteriores al único oficial (elaborado en 2012) la Junta deduce que hay tal cantidad de lobos ibéricos en esa región. Y en segundo lugar, por qué entienden desde la administración que el informe sobre el lobo gris norteamericano es extrapolable a la situación de este can en la Península Ibérica.

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    Respecto al primer punto, la propia Junta ha reconocido a MONCLOA.COM que estos recuentos son el resultado de la colaboración entre expertos de diferentes áreas. Incluidos cazadores. «Se realiza con el apoyo de todo el personal de campo de la Junta de Castilla y León (agentes medioambientales, celadores…) y con el apoyo técnico tanto del personal de la Administración como de técnicos expertos en la especie», han asegurado desde la Junta.

    Y respecto al segundo punto, el Boletín Oficial de Castilla y León lo deja claro. El estudio de 1995 T. K. Fuller sobre el lobo gris en Minnesota (Estados Unidos) demuestra «que sobrepasar el umbral del 35% de mortalidad anual supondría la regresión poblacional de la especie». Por este motivo, desde la Junta han decidido que con el 29% aproximadamente es suficiente.

    Un experto forestal (que prefiere mantenerse en el anonimato) ha asegurado que ese informe no se puede aplicar al lobo ibérico. Principalmente porque el estudio de T. K. Fuller hace referencia a una especie distinta en un entorno distinto, sin la presencia del hombre. El lobo ibérico convive con ganaderos y habitantes de poblaciones rurales al norte del Duero, por tanto su ritmo de reproducción puede ser sensiblemente diferente al del can norteamericano. 

    El último censo oficial sobre el lobo ibérico (en el que participaron agentes forestales) se elaboró entre 2012 y 2013. Este informe concluyó que en Castilla y León había 179 manadas, de las cuales la mayoría (153) se situaban al norte del Duero. Los estudios realizados por la Junta los últimos tres años han confirmado la presencia de al menos 128 manadas. Pero desde 2013 no se ha elaborado ningún otro censo oficial. Estas «confirmaciones» se basan en informes encargados por la propia Junta.De hecho, en el BOCYL de 2019 siguen basando todas sus estimaciones en el censo de 2012.

    Según las explicaciones tanto de los expertos forestales como de los grupos ecologistas, además de los cazadores, otro de los activos que empuja a la Junta a tomar una decisión tan trascendente son los ganaderos. Los ataques de lobos a ovejas u otros animales muchas veces se tienen en cuenta para reducir la población de este animal en la zona. 

    La Unión Europea no se ha quedado indiferente. La razón por la que no se puede cazar al lobo ibérico al sur del río Duero tiene mucho que ver con las instituciones de la UE. Desde Bruselas llegó un escrito que solicitaba que se cuidara al animal. Especialmente al sur del río, algo que fue interpretado por las comunidades autónomas como una luz verde para poder matarlo al norte. Y a día de hoy, muchas de las autonomías siguen cazando a este animal con el único propósito de exhibir el trofeo.

    PROTEGER AL LOBO O CAZARLO

    Ellos lo consideran un deporte. Pero para otros tantos, no es más que un hobby sanguinario. En cualquier caso, la caza ha sido muy cuestionada en Castilla y León, especialmente este año. En marzo de 2019, después de que PACMA denunciara a la Junta, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León suspendió la Ley de Caza autonómica y la orden de caza para el presente año por defectos graves. Estuvo así hasta abril.

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    Ahora, la Junta ha tomado una decisión polémica, que la puede llevar incluso, según aseguran desde PACMA, a tener problemas con la Unión Europea. «En febrero, los comisarios Europeos de Medio Ambiente y Agricultura remitieron conjuntamente una carta a las administraciones interesadas españolas, recordándoles la necesidad de proteger al lobo en virtud de la directiva europea hábitat», han asegurado desde el partido animalista.

    Ahora, El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite un recurso, interpuesto por el Defensor del Pueblo a petición de PACMA, «que pone en duda la constitucionalidad de la ley cinegética de la comunidad autónoma».