Chivite saca de la agenda política a Navarra con su giro conservador

  • La presidenta de la Comunidad Foral está enfadando a Euskal Herria Bildu.
  • Su acuerdo con Navarra Suma para apostar por el TAV no ha gustado en las filas abertzales.
  • Aun así las relaciones entre el PSN y UPN no pasan por sus mejores momentos.
  • Navarra ha salido de la agenda política estatal para alivio de María Chivite, que está enfadando a algunos de sus socios por su último giro conservador. La presidenta foral apareció en el desfile del Día de la Hispanidad, ha priorizado el castellano sobre el euskera en el logotipo del Gobierno de Navarra y ha dejado claro que apoyará al TAV.

    Para sacar adelante esta obra se han puesto de acuerdo el PSN, Geroa Bai y Navarra Suma, que suman cuarenta de los cincuenta escaños del Parlamento foral. EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra están en contra de esta obra por su elevado coste y por no contribuir a la vertebración territorial de Navarra.

    CHIVITE BUSCA SU SITIO

    María Chivite se ha dado dos baños de masas recientes en su localidad natal, Cintruénigo, y en el Navarra Arena. La presidenta respira después de que se haya rebajado la presión mediática madrileña sobre el norte.

    El PSN ha intentado dejar claro que no hay pacto oculto con EH Bildu, hecho que se evidencia en que Navarra Suma gobierne las principales ciudades navarras a pesar de las mayorías progresistas. Pero el reciente pacto de la Mancomunidad de Pamplona, gobernada por un independiente cercano a la izquierda abertzale, ha reforzado el discurso de Navarra Suma contra la presidenta.

    TORPEZA Y PACTO

    UPN parece no haber aprendido de sus errores y hasta Diario de Navarra, medio afín al regionalismo navarro y al nacionalismo español, le ha afeado al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, que recupere las dietas para altos cargos de una empresa pública, Comiruña.

    El PSN, EH Bildu y Geroa Bai han llegado a un pacto para dar marcha atrás a esta iniciativa que no deja en buen lugar a Navarra Suma, que intentará repetir su éxito en las generales apostando por un discurso identitario.

    ORGULLO Y ENFADO

    Pedro Sánchez acusó hace unos días a UPN de estar «traicionando la foralidad» de Navarra con un mensaje «de ira y falsedad» y asegura que está «profundamente orgulloso» del Gobierno de su compañera María Chivite.

    Chivite
    María Chivite durante una entrevista. Foto: TVE.

    Javier Esparza, líder de la oposición en Navarra, está que trina con la presidenta: «El PSOE insiste que no hay un pacto con EH Bildu, pero es muy difícil justificar que no lo haya. Los socialistas dijeron que Bildu no estaría en la mesa del Parlamento y si que está».

    En Navarra el PSN dijo que sería un gobierno monocolor y los nacionalistas que debía ser en coalición, y fue en coalición. Sánchez, Javier Lambán, García-Page no deben seguir excusando y justificando lo que no se puede justificar», añadió.

    Esparza cree «que hay líderes socialistas que han sido engañados por su propio partido. Porque desde el PSN les han dicho que no han pactado con EH Bildu y sí lo han hecho. Estoy seguro que hay socialistas que no están de acuerdo con lo que ha hecho Chivite en Navarra».

    LA TORPEZA DE CERDÁN

    Sergio Sayas, candidato de Navarra Suma para el 10-N, asegura que el PSN «se ha echado en los brazos de los que dicen que ahora lo que toca es Euskadi» y cree que a Sánchez «ni le importa Navarra ni España».

    Su compañero Carlos García Adanero dice que en Navarra tienen «un gobierno presidido por una socialista, liderado por Uxue Barkos y apoyado por Bildu; y ahora quieren un Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez y pactado con ERC, PNV y EH Bildu».

    El número dos de Navarra Suma a las generales dice que «hay que decirle a Sánchez, al PSN y a Chivite que en Navarra y España queremos gobiernos constitucionalistas, y no se puede estar sólo por presidir el gobierno y apoyarse en aquellos que tienen como objetivo político que Navarra desaparezca como comunidad política diferenciada».

    Es por ello que asegura que apostar por la coalición conservadora es «el voto a la coherencia, que tiene muy claro que Navarra es una comunidad política diferenciada, con su singularidad, sus derechos históricos pero dentro de España«.

    LA TORPEZA DE CERDÁN

    Uno de los chascarrillos de la política navarra en los últimos tiempos apuntan a Santos Cerdán, aplaudido fontanero de Ferraz y torpe tuitero. El secretario ejecutivo de Coordinación Territorial del PSOE no tuvo mejor ocurrencia que tildar de «fascista» a Iñaki Iriarte, que erró al acudir a un acto franquista.

    Pero lo cierto es que Iriarte, parlamentario ejemplar, cuenta con un ramillete heterogéneo de apoyos entre los colectivos sociales por su reiterado apoyo a colectivos que rara vez reciben guiños de formaciones como Unión del Pueblo Navarro.