El ERE atormenta a Ciudadanos tras perder el 67% de las subvenciones por voto y escaño

  • El partido ha pasado de cobrar 4,5 millones de euros como subvenciones por escaño y voto a 1,5 millones.
  • Para ajustar las cuentas, el partido tendrá que reducir los gastos considerablemente, lo que deja la idea del ERE encima de la mesa.
  • La formación tuvo de gastos en el ejercicio de 2018 más de 14 millones de euros, donde 5,5 millones iban destinados a pagar salarios.
  • La formación naranja ha obtenido tan solo 10 escaños en estas elecciones. Su presidente, Albert Rivera, ha presentado este lunes su dimisión y ha anunciado que abandona la política. El partido, que tenía 57 parlamentarios, ha entrado en caída libre en tan solo unos meses. Pero, además de las graves consecuencias políticas, están las económicas. El partido habría ganado tras el 28-A en subvenciones nada menos que 4.557.201€. Sin embargo, los resultados de noviembre le dejan con casi un 70% menos de subvención por voto y escaño. Con estos recursos, la formación de Rivera tendrá que hacer frente a los pagos de su infraestructura de partido.

    Las normas son claras. A cada partido le corresponde por escaño 21.167,64 euros. Además de otros 0,81 por cada voto. Unas cifras que, si se echan cuentas con los resultados obtenidos por Ciudadanos, no dejan lugar a dudas. El partido tendrá que adelgazar su aparato administrativo en los próximos días. Los diez parlamentarios naranjas más los 1.637.540 votantes dejarán en las arcas del partido con sede en la calle Alcalá poco más de un millón y medio de euros. Una cantidad mucho menor a la que los de Rivera están acostumbrados a gestionar.

    La memoria económica de 2018 del partido maneja cifras aún mayores. Según este documento, el partido ingresó 12.743.157,89 de euros de origen público (entre los que se encuentran las subvenciones) y 4.165.763,98 de euros de origen privado (entre los que se encuentran las donaciones de los propios militantes). Pues bien, en la memoria también aparecen los gastos que tuvo que hacer frente el partido en el ejercicio del año pasado. Y son nada menos que 14.681.913,82 euros, de los cuales 5.582.173,85 de euros corresponden a gastos de personal.

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    Ahora las cuentas del partido se van a reducir considerablemente. No solo por los tres millones de euros que el partido perderá como subvenciones por voto y escaño. Sino porque también perderá previsiblemente afiliados. Así que, o bien tendrán que reducir la plantilla de las personas que trabajan en la administración del partido, o bien tendrán que disminuir los gastos que aparecen catalogados como «otros gastos de la actividad ordinaria», al que esta formación política ha destinado más de ocho millones de euros en 2018.

    Hasta el momento, desde 2012 la formación naranja ha presumido de ser rentable, de generar beneficios cada año. Según los datos facilitados por el partido, Ciudadanos estuvo desde 2009 sin obtener beneficios. Fue en 2012 cuando cambiaron las tornas y comenzaron a ser rentables. Pero ahora, para mantener esa racha, tendrán que ajustarse el cinturón.

    Luego, está la duda del anticipo que el partido no aclara. Cada formación puede pedir un anticipo de las subvenciones a la Junta Electoral. Ese dinero que solicitan como adelanto puede ser de hasta el 30% de la subvención que le correspondía al partido por los resultados obtenidos en las anteriores elecciones. Es decir, que si Ciudadanos obtuvo en abril 57 diputados y más de cuatro millones de votos, el partido podría haber pedido un adelanto de hasta el 30 por ciento de ese importe, que superaba los cuatro millones de euros.

    De haberlo hecho, el partido estaría en un aprieto económico. Ya que si tiene que devolver a la Junta Electoral 1,2 millones de euros (del anticipo) las cuentas estarían muy justas, puesto que a Ciudadanos le corresponde 1,5 millones en subvenciones después del 10-N.

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    El partido ha crecido considerablemente en una década. Los primeros informes de cuentas de Ciudadanos, presentados en 2009, hablaban de unos ingresos de 978.413,03 euros frente a unos gastos de 726.513. Los tres años posteriores el partido se endeudaba poco a poco. Pero las cuentas se ajustaban. Pero las cosas han cambiado mucho para un partido tan fluctuante, puesto que en 2018 los gastos se han disparado a los 14 millones de euros. Y ahora, la representación parlamentaria de Ciudadanos es menor que la de partidos como ERC.

    CAE LA VIEJA GUARDIA

    Ante la debacle, las consecuencias para el partido también han sido políticas, pues el principal líder Albert Rivera, ha anunciado que deja la política. Pero no solo él dejará de visitar el Congreso de los Diputados. Algunas de las caras más visibles de la formación naranja, como la del secretario general del partido y cabeza de lista por Almería, José Manuel Villegas; la del secretario de Organización, Fran Hervías (número uno por Granada); o del que fuera portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, que encabezaba la candidatura de Toledo, no han llegado ni a obtener representación, lo que ha dejado al partido en una situación complicada.

    Solo queda saber quién tomará las riendas de la formación naranja. Aunque parece un secreto a voces. Según todos los rumores y las palabras del propio Rivera, será Inés Arrimadas quien abordará la nueva etapa. Pese a que la diputada catalana hereda un partido prácticamente hundido que se ha quedado muy cerca de no obtener grupo parlamentario propio.