Andalucía: La Guardia Civil desarticula un clan responsable de 45 robos

La Guardia Civil de Córdoba, en el marco de la operación «Crassus», ha desarticulado un grupo criminal formado por miembros de una misma familia que estaba especializado en el robo de gasolineras, bares, empresas y naves industriales. Con la detención de sus seis miembros se han podido esclarecer un total de 45 robos hasta el momento, todos ellos en Andalucía.

Los seis individuos cometieron estos robos en cinco provincias andaluzas (Córdoba, Málaga, Sevilla, Jaén y Badajoz). Para ello recurrían a la fractura de los acristalamientos con herramientas u objetos de gran contundencia, o bien forzaban los accesos.

Su principal objetivo era el de sustraer tabaco y dinero de este tipo de establecimientos. No obstante, para el desarrollo de su actividad delictiva robaban vehículos que utilizaban para el transporte de los efectos sustraídos.

ROBOS CON FUERZA EN GASOLINERA

La operación «Crassus» ha sido dirigida por el equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Córdoba. Se inició en el pasado mes de mayo, una vez que se detectó un repunte en la comisión de delitos contra el patrimonio.

Concretamente, se refería a robos con fuerza en gasolineras, empresas, establecimientos de hostelería y naves industriales, todos ellos en la provincia. Una vez accedían al interior de los inmuebles, los miembros de este clan familiar sustraían el dinero que hallaban en los mismos, así como el tabaco y otros efectos.

Tras las primeras pesquisas de los agentes y las inspecciones realizadas en los lugares en los que se cometieron los robos, se pudo comprobar que todos ellos habían sido cometidos por el mismo grupo criminal. Para dificultar la labor policial, la banda hacía uso de los extintores presentes en los inmuebles asaltados para pulverizarlos.

Ante estas circunstancias, la Guardia Civil decidió establecer un dispositivo orientado a la prevención de este tipo de hechos en la provincia. Al mismo tiempo, se procedió a la identificación, localización y detención de los presuntos autores de estos robos en la provincia de Andalucía.

MODUS OPERANDI

Con el desarrollo de la investigación, los agentes pudieron constatar que los autores del grupo criminal procedían a forzar los accesos o fracturar los acristalamientos de los escaparates en los que cometían los robos. De igual modo, se encargaban de la sustracción de vehículos para la carga y el transporte de todo el material que robaban en sus actuaciones criminales.

Asimismo, los agentes de la Benemérita pudieron comprobar que era un grupo de personas que contaba con una gran movilidad a nivel geográfico. Eran personas que cambiaban continuamente de provincia, tanto para residir como para la comisión de los robos. Este hecho provocó que se complicasen aún más las labores de investigación.

La Guardia Civil desarticula un clan familiar que cometió 45 robos en Andalucía
La banda estaba integrada por seis personas, todas ellas de un mismo clan familiar. Actuaban en gasolineras, bares y naves.

CLAN FAMILIAR PERFECTAMENTE ESTRUCTURADO

En el transcurso de la investigación se pudo identificar a los seis miembros pertenecientes al grupo criminal. Todos ellos eran, a su vez, integrantes de un mismo clan familiar perfectamente jerarquizado y estructurado.

Dentro de la actividad delictiva desarrollada por estos, cada uno de los miembros tenía perfectamente definido su rol. Los delincuentes residían en provincias diferentes. Tres de los detenidos vivían en Lucena (Córdoba), dos en Badajoz y uno en Zaragoza.

Una vez identificados y localizados, ante el posible riesgo de fuga existente, la Guardia Civil procedió a su detención. Se les imputan hasta el momento 45 delitos contra el patrimonio que han sido esclarecidos y que tuvieron lugar en naves industriales, empresas, áreas de servicios y establecimientos de hostelería en las provincias de Sevilla, Málaga, Jaén, Badajoz y Córdoba.

TIPOS DE ROBOS MÁS EMPLEADOS POR LAS BANDAS CRIMINALES

Este clan familiar actuaba como tantos otros grupos delictivos con el objetivo principal de apropiarse de la recaudación existente en los mismos. A pesar de los sistemas de seguridad que muchos establecimientos colocan, en muchas ocasiones resultan insuficientes, ya que los ladrones buscan la manera de poder conseguir su objetivo.

En el caso de la banda que ha sido desarticulada en Andalucía recurrían a métodos muy habituales y poco sofisticados, como era el forzar de una forma directa las puertas de los establecimientos o naves para entrar en su interior. En aquellos casos en los que se encontraban con una cristalera, como ocurría en las estaciones de servicios, el grupo criminal optaba por golpear la misma con objetos contundentes hasta romperla y así poder acceder al interior.

Con esta forma de proceder dejaban claras muestras de los robos que podrían servir como pistas para los investigadores. A pesar de que, con el fin de dificultar la labor policial, optaban por pulverizar el escenario del robo con extintores, el modus operandi era similar en todos los casos, lo que hizo que los agentes pudieran confirmar que se trataba de un mismo grupo que actuaba en diferentes provincias de Andalucía.

LAS TÉCNICAS MÁS USADAS

Otras bandas criminales recurren a otros métodos que les permiten dejar menos evidencias de la comisión de los robos, al menos desde el exterior. Por ello, en vez de recurrir a la rotura del cristal, muchos optan por el conocido «método del butrón«.

Esta es una de las técnicas más utilizadas en lo que respecta a los robos con violencia. Consiste en abrir un orificio en el local anexo al que se pretende robar. De esta forma, se puede acceder al mismo sin que sea evidente desde el exterior.

Para ello, las bandas criminales buscan un local que no disponga de sistemas de seguridad y al que les resulte muy sencillo acceder. A través de este acceden al que verdaderamente es su objetivo. De esta forma, hacen un agujero que les permite acceder al comercio que quieren asaltar con mayores garantías de evitar ser detectados, además de poder salir rápidamente y sin levantar sospechas.

No obstante, existen otros métodos clásicos como la visita de falsos técnicos de revisión o el «método del escalo». A través del primero los integrantes de una banda se hacen pasar por técnicos de algún servicio para poder acceder al local y conocer al detalle dónde se encuentra aquello que quieren robar, principalmente la caja, y al mismo tiempo inutilizar los sistemas de seguridad para días después proceder a la comisión del robo.

El segundo, por su parte, requiere de una mayor habilidad. Consiste en trepar por la fachada del edificio para poder acceder posteriormente al local a través de balcones o ventanas que pueda haber en el inmueble.