Pedro Sánchez ha concluido la primera jornada del debate de investidura con la garantía de que su candidatura saldrá adelante, pese al cambio de última hora de Ana Oramas (CC). El candidato a la presidencia del Gobierno abrazó el diálogo con ERC y se ganó el aplauso de la bancada de Unidas Podemos mientras comentaba todos los aspectos que planea llevar a cabo el nuevo Ejecutivo. Pablo Casado y Santiago Abascal ejercieron el papel esperado y se mostraron realmente duros.
Sánchez ha zanjado sus apoyos y eso que por momentos hubo tensión en el seno del PSOE. Gabriel Rufián, tras la intervención de Pedro Sánchez, descartaba garantizar la abstención hasta conocer la opinión de su partido, reunido para analizar la inhabilitación de Torra. Finalmente, Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat, confirmó que la postura del partido independentista no variaría. Un momento de alivio que confirmó la realidad: Sánchez será investido el próximo 7 de enero.
Para ello tuvo que ganarse el aplauso de Rufián con un discurso en el que remarcó una y otra vez su apuesta por el diálogo. Y, en contra de lo que buscaba el PP, no descartó ni garantizó la posibilidad de que en Cataluña se lleve a cabo un referéndum. Pero reconoció una vez más el “conflicto político” y eso fue suficiente para Rufián.
Desde Unidas Podemos hasta se pusieron en pie para aplaudir el discurso de Pedro Sánchez. Lo cierto es que Sánchez quiso dejar claro que en su programa “progresista” se recogían medidas de la formación de Pablo Iglesias. Frenar las subidas abusivas del alquiler, por ejemplo, es uno de los objetivos del próximo Gobierno, así como elevar el salario mínimo a 1.200 euros antes del final de la legislatura.
CASADO Y ABASCAL, MUY DUROS
A los que no gustó nada el discurso de Sánchez fue a los líderes de PP y Vox, los dos siguientes en hacer su intervención. Casado, a lo largo de su discurso, recordó aquellas promesas incumplidas por Pedro Sánchez. “Ni antes, ni después, ni durante va a pactar el PSOE con el populismo”, “con Iglesias a ningún lado”, “sería incapaz de pactar con el populismo que nos lleva a la Venezuela de cartilla de racionamiento”, sobre Iglesias.
Y lo mismo hizo después respecto al independentismo, después de que en campaña Pedro Sánchez negara llegar a acuerdo alguno con los separatistas. Casado le recordó también al líder del PSOE algunas frases de socialistas que fallecieron a causa de ETA, para culparle por servirse de la abstención de EH Bildu para seguir en La Moncloa. Casado acusó a Sánchez de poner fin al socialismo democrático bajo un tono bronco y duro que pudiera competir con el que presumiblemente iba a utilizar Abascal.
Era difícil mostrarse más duro, pero Abascal lo hizo. “Mentiroso, estafador y fraude” son algunos de los adjetivos con los que el líder de Vox definió a Pedro Sánchez. Santiago Abascal puso el énfasis sobre el conflicto catalán, para reclamado la detención de Quim Torra tras ser inhabilitado por la Junta Electoral Central, algo que propició que los diputados de Junts abandonaran el Congreso. Además, señaló que llevará a los tribunales a los que sobrepasen la soberanía del pueblo español.
Abascal también tuvo tiempo para arremeter contra Podemos, del que lamentó que vaya a ocupar algunos sillones “para manejar impuestos con los que alimentar su leviatán comunista”. Por su parte, el líder de la formación morada acusó a Vox de querer frenar el progreso social.
ANA ORAMAS DICE ‘NO’ A PEDRO SÁNCHEZ
La diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, anunció que votará en contra de la investidura de Pedro Sánchez, desmarcándose así de la posición adoptada por la Ejecutiva de su partido, que se decantó por la abstención. Así lo avanzó durante su intervención en el Pleno de investidura, donde cargóduramente contra el candidato socialista por «arrodillarse ante el secesionismo» y por haber pactado con quienes quieren romper España.
Quien no parece variar su voto es el diputado de Teruel Existe, Tomas Guitarte pese a las duras críticas de Abascal, que le acusó de no representar a sus votantes. El diputado de PRC, pese al ‘no’ que vaticinó Revilla, está dispuesto a abstenerse si Pedro Sánchez garantiza que no se sobrepasará la Constitución.