Muchos de los posibles futuros ministros tendrán que esperar hasta la semana que viene para conocer su futuro. Hay muchas carteras que se han quedado vacantes. Una de ellas es Exteriores, pero fuentes del PSOE aseguran que ya tiene dueño: el secretario general de asuntos internacionales de la presidencia del Gobierno, José Manuel Albares. Se trata de uno de los diplomáticos más meritorios del gabinete de Pedro Sánchez, cuenta con la máxima confianza del presidente y, además, contribuiría a reforzar los lazos con el Ejecutivo francés.
Desde que Sánchez llegó a la presidencia a través de la moción de censura, Albares le ha acompañado a todas las cumbres y viajes internacionales. Los éxitos del PSOE y del Gobierno en la diplomacia extranjera han tenido mucho que ver con la acción del asesor del presidente. Tal ha sido su éxito en la gestión que muchos dentro de Ferraz le consideran un candidato ideal para cubrir la cartera de Exteriores. Entre sus trabajos más reconocidos se encuentran desde el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur hasta la designación de Josep Borrell como jefe de la diplomacia de la UE.
A todo esto hay que sumar un valor añadido: el nombramiento de Albares contribuiría, según comentan fuentes cercanas al partido, a reforzar los lazos del Ejecutivo español con el Gobierno de Francia, liderado por Emmanuel Macron. El asesor de Sánchez está casado con la jueza francesa Hélène Davó, directora adjunta de gabinete de Nicole Belloubet, ministra de Justicia de Francia. Además, la posición y preparación de Davó la ha llevado a convertirse en una de las asesoras del presidente francés.
La magistrada es conocida en España. En octubre de 2018, Pedro Sánchez premió a Davó con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, entre otras cosas, por su labor como jueza durante el final de la banda terrorista ETA. Ella fue la responsable del traslado de presos de ETA que estaban en cárceles francesas a prisiones próximas al País Vasco.
Albares es considerado por muchos un «fontanero» del Gobierno de Sánchez. Otros le llaman «sherpa»; pero todos coinciden en que ha sido un trabajador fundamental para Sánchez. Desde un papel no muy mediático, el candidato a ministro de Exteriores ha estado detrás de todos los éxitos diplomáticos en el ámbito internacional del líder socialista. La gestión del secretario general de asuntos internacionales acompañada de los resultados electorales del PSOE en las elecciones europeas han convertido a los socialistas españoles en un grupo relevante dentro del Parlamento Europeo.
La trayectoria de Albares parte de su licenciatura en Derecho y su diplomatura en Ciencias Empresariales. Desde entonces, ha desempeñado cargos relacionados con la diplomacia internacional hasta llegar a ser subdirector general para África del Ministerio de Asuntos Exteriores. También fue cónsul en Bogotá (Colombia) y consejero de la Representación Permanente de España ante la OCDE. Un currículum de peso que le llevó a entrar en el gabinete del recién investido presidente del Gobierno.
LOS MINISTERIOS DE ESTADO
Algunos de los ministerios más importantes del Gobierno no tienen asegurado quién los gestione. Josep Borrell dejó libre la cartera de Exteriores para ejercer como jefe de la diplomacia europea, Fernando Grande-Marlaska no tiene garantizada su continuidad al frente de Interior, Dolores Delgado no seguirá gestionando Justicia y Margarita Robles no las tiene todas consigo para seguir al mando de Defensa.
Los nombres que circulan son muchos. Y Sánchez solucionará la duda esta próxima semana. Entre tanto, los candidatos, que ya se saben en esa condición, se mantienen en vilo, a la espera de lo que haya decidido el presidente del Gobierno. Fuentes del PSOE aseguran que todo está hecho. Pero desde el gabinete de Sánchez mantienen el secreto incluso ante los más conocidos.
Lo que sí se ha hecho notar en Ferraz es que es probable que el presidente dé un giro importante a la línea que ha mantenido hasta ahora y se produzcan cambios importantes en el Ejecutivo. Según detallan estas fuentes, el líder socialista quiere caras conocidas, pero sobre todo su mayor preocupación es que tengan una trayectoria política notable. Más que técnicos o expertos quiere políticos, gente que se desenvuelva bien en el ambiente del Congreso que sea capaz de llegar a acuerdos en lo que se prevé como una legislatura complicada, ya que estará condicionada por otras formaciones políticas, a algunas de las cuales les importa «un comino» la gobernabilidad de España.