Díaz Ayuso gana tiempo para su asalto a la presidencia del PP de Madrid

  • La persona favorita de Pablo Casado para presidir el partido es Ana Camins
  • La dirección nacional aplaza el Congreso Regional hasta el 2021 para evitar la confrontación entre los equipos del alcalde Almeida y Díaz-Ayuso
  • Borja Carabante gana peso en la organización y suena como futuro secretario general del PP en Madrid
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    Madrid es la piedra angular de cualquier proyecto que quiera mirar a futuro  en el Partido Popular. Por eso, la cuestión de quien presidirá el Partido Popular de Madrid no es una cuestión menor. El presidente nacional del partido Pablo Casado, que echó los dientes en política en el PP de Esperanza Aguirre, sabe que no puede equivocarse en la renovación de la organización popular más importante, el partido en Madrid, y se mueve con sigilo para evitar un choque de trenes entre los partidarios de Isabel Díaz-Ayuso, los ayusers,  y los partidarios de Martínez-Almeida.

    La nueva lideresa madrileña pretende repetir la operación que la llevó a la presidencia de la Comunidad de Madrid usando su gran conocimiento del aparato del partido y cómo funciona entre bastidores. Sus buenas artes sirvieron para desbancar a candidatos mejor posicionados para aspirar a la presidencia autonómica en un principio como era el caso del ex alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, quien iba ser el candidato a la presidencia autonómica antes de que Ayuso le pasara por la izquierda. El problema es que Ayuso no sabe todavía si puede dar ese paso sin enfadar a su mentor y a quien le debe todo en política, Pablo Casado, y, de momento, se mueve, entre bambalinas.

    La operación cuenta con dos escollos, la historia del PP de Madrid y las aspiraciones del alcalde José Luis Martínez Almeida que, aunque no quedan claras de momento, pasan por acaparar poder en el aparato del partido en Madrid, aunque no se sabe todavía cuánto poder quiere y en qué términos.

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    “Si Pablo Casado quiere consolidarse en los próximos años como líder del PP nacional, necesita evitar una guerra en el PP de Madrid y necesita frenar la aparición de más barones en organizaciones poderosas, como ocurre con Feijóo en Galicia. La creación de una baronía en Madrid sería una amenaza para su liderazgo en caso de no poder mejorar los resultados del PP nacional en futuras citas electorales.

    De cara a próximos congresos nacionales y estando en la oposición en el Congreso, no puede permitirse el lujo de que le ocurra lo que a Rajoy en el Congreso de Valencia de 2007, donde los esperancistas estuvieron a punto de asaltar la organización nacional, debido al poder que acaparaba en esos momentos Esperanza Aguirre, gracias a los cargos, canonjías y prebendas que se pueden repartir siendo la presidenta de la Comunidad de Madrid. La historia del partido está para aprender de ella, por lo que lo más lógico es que presidencia del PP de Madrid y de la Comunidad no coincidan”, comentan fuentes próximas  de la dirección nacional del PP.

    A día de hoy, ha habido dos modelos de gestión en el PP madrileño, el de la bicefalia, con Pio García Escudero a la cabeza, y el del hiperliderazgo, cuando Aguirre y Cifuentes, de manera sucesiva, se hicieron con el control de la organización en Madrid tras tomar la Comunidad. Ambas coquetearon con la posibilidad de sustituir a Rajoy, jaleadas por sus entornos más próximos. “Ayuso tiene también su entorno que la jalea y que puede confundirla. Tiene que recordar que le debe todo a Pablo Casado”, comentan fuentes del PP nacional.

    POSIBLES PELEAS AYUSO ALMEIDA

    Por unos motivos, u otros, el modelo de hiperliderazgo nunca funcionó en Madrid. “A la dirección nacional siempre la ha funcionado mejor en Madrid el modelo de un presidente de partido y otro en la Comunidad. Genera mayor tranquilidad para abordar el futuro de la organización nacional sin peleas de egos, una cosa que es muy difícil de evitar cuando tienes dos líderes tan importantes y tan diferentes en Madrid como son Diaz Ayuso y Martinez-Almeida”, comentan las mismas fuentes nacionales.

    El otro escollo son las aspiraciones de Almeida. Abogado del Estado, el alcalde de Madrid se siente con derecho a ocupar un puesto de acorde a sus méritos y capacidades, teniendo en cuenta que la actual presidenta de la Comunidad cuenta con un curriculum muy dispar comparado con el del primer edil de Madrid.

    Por eso, Almeida ya ha mandado emisarios a Genova 13 a mantener una reunión para pedir un sitio de acorde a sus méritos y capacidad. “Miembros de la dirección nacional con interlocución directa con Pablo Casado se reunieron con David Erguido y Borja Carabante, que son las dos personas de confianza del alcalde para este asunto, y allí se les tranquilizó. Pablo Casado no piensa inclinarse, de momento, por Díaz Ayuso y, además, quiere alejar el debate de la actualidad. No se piensa en Congreso regional hasta finales de 2020 o principios del año 2021. El líder del PP prefiere que siga García Escudero a que se desaten las hostilidades en plena consolidación de su proyecto como líder de la oposición”, comentan personas próximas a la dirección nacional.

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    Lo que no se les dijo en esa reunión a Erguido y a Carabante es que Almeida tiene difícil aspirar a la presidencia del PP de Madrid, aunque sí tendrá un papel muy relevante. “Pablo Casado tiene en mente a Ana Camins para ese puesto, persona de su máxima confianza, y que le garantiza un modelo integrador de las distintas sensibilidades que hay ahora mismo en el PP madrileño”, comenta personal próximo a la dirección. Además, “Almeida tiene un equipo con largo recorrido en el PP madrileño, pero él nunca ha pertenecido al PP de Madrid, cosa que Isabel sí”, comentan fuentes próximas al equipo de Isabel Díaz-Ayuso.

    Ana Camins en condiciones normales sería la persona de Pablo Casado, pero cuando se abre un melón tan importante como la presidencia del partido en Madrid, nunca se sabe cómo puede acabar la cosa”, comenta un diputado de la Asamblea de Madrid del PP.

    Se habla de Borja Carabante como posible secretario general del partido o de organización, una persona que ha ganado mucho peso en la organización y que claramente esta posicionado en el bando de Almeida como mano derecha suya. Caso bien distinto es del de David Ergido. “David es una persona clave ahora mismo en el PP Nacional y en el PP de Madrid, pero que no se sabe en qué bando esta, si en el de Almedia o en el de Ayuso, o si esta en los dos”, comentan miembros del PP regional.

    Isabel DíazAyuso sabe de su poder territorial con la presidencia de la Comunidad en la mano y ha vivido de primera mano, cuando estaba en los entornos de Esperanza Aguirre, cómo se usa este poder regional para ganar poder en el partido. “Conoce muy bien los resortes del poder en Madrid y no va a dejar pasar la posibilidad de conseguir la presidencia del PP salvo que Pablo Casado le frene los pies, como ya ha ocurrido con algunas polémicas decisiones de su Consejo de Gobierno que Casado ha tenido que parar y que no han trascendido”, explican fuentes de la Nacional.

    TENSIONES ENTRE CARBALLEDO Y AYUSO

    Como adelantó la semana pasada una de las periodistas que mejor conoce lo que ocurre en Puerta del Sol 7, Marta Belver, de El Mundo, Ayuso quiso cesar a su consejera de Presidencia, Maria Eugenia Carballedo, pero Génova se lo impidió por lo estrambótico de hacer un Consejo de Gobierno para una crisis de Gobierno con un solo integrante que era Carballedo. “Ahora ya vuelven a ser amigas”, comentan fuentes que conocen el asunto.

    El relanzamiento de la figura de Carballedo coincide con la publicación de una información en El Confidencial, en la que se le señala como «ministra de Exteriores del Gobierno en la sombra de Isabel Díaz Ayuso«. Pero la realidad es otra bien distinta. Los funcionarios de asuntos europeos protestaron por el escaso caso que se le esta haciendo a los embajadores desde la presidencia de Madrid, «algo plomizo y que resta mucho tiempo de la acción de gobierno», por lo que se le ha encargado a Carballedo que se haga cargo y así se le añade una tarea más a sus mermadas competencias en detrimento del vicepresidente Aguado.

    «A la consejera de Presidencia se le ha hecho como a Don Quijote con el caballo Clavileño. Se le ha subido a lomos de unas competencias ficticias para que este más entretenida porque la realidad es que nuestro vicepresidente se ha quedado con todas sus competencias y lo único que Carballedo maneja hasta ahora es la plaza de toros y la renovación tecnológica de la administración, una autentica entelequia», comenta alguien próximo a un miembro del Consejo de Gobierno de Ciudadanos.

    Los movimientos internos para la “entronización” de Ayuso como presidenta ya han comenzado de manera subterránea tanto en los municipios de Madrid, como en los distritos. “Tres presidentes el de Latina, Jose Manuel Berzal; la de Centro, Rosalía Gonzalo, próxima a Ángel Garrido, y el de Moncloa, Álvaro Ballarín, están en el punto de mira del futuro aparato y en los próximos meses se verán los movimientos”, comentan fuentes del PP. Ahora está por ver si Pablo Casado deja hacer a Ayuso o en algún momento le para los pies poniendo a Ana Camins como presidenta madrileña, la opción que más gusta en la planta siete de Génova. De momento, en la nacional no quieren oír las palabras  ‘Congreso del PP de Madrid’. Están muy cómodos con la interinidad permanente de Pio García Escudero.