«Esconditevirus», la genial idea de este cura para amenizar el confinamiento

En la España vacía, el confinamiento se lleva incluso con menos recursos. No siempre hay buena conexión y los pocos niños que quedan no siempre pueden seguir las clases online. Para llevar mejor el confinamiento, el párroco Alberto Morán ha creado «esconditevirus», un juego familiar que amenice las largas horas en casa, y lo hace con un fin solidario: recaudadr fondos para los niños en las diferentes misiones en las que ha participado.

Este párroco berciano, que ha participado en numerosas misiones en distintos países, ha ideado la forma de ayudar a los niños de uno y otro mundo -a unos, con recursos para luchar contra la pandemia; a otros, para aliviar el confinameinto- en un único juego solidario y que es muy sencillo de seguir: el ‘esconditevirus’.

ASÍ ES EL ESCONDITEVIRUS DE ESTE CURA SINGULAR

Para crear este juego de mesa viral, el sacerdote Alberto Morán solo ha necesitado papel, tijeras y sus dotes de compositor.

Así, con una cartulina o papel, un bolígrafo o un lápiz, y algunas pinturas, delantal, guantes, careta y gorro, lo jugadores del ‘esconditevirus’ (los miembros de la familia) se colocan en la mesa para dibujar y pintar en el papel, las caretas y 12 muñecos con cara de bicho malo, todos del mismo tamaño.

Una vez hechos los muñechos y las caretas, se distribuye todo el material: guantes, mandiles, caretas gorros…¡Todo! Terminados los dibujos, se deben doblar hasta que entren en una caja de cerillas, y se esconden dentro de la casa, donde los otros miembros de la familia no vean dónde están.

Para comenzar el juego, hay que cantar todos juntos la primera parte de la canción que el párroco creador del esconditevirus ha creado para seguir este familiar juego didáctico.

A partir de entonces, los jugadores tienen que buscar al muñeco del coronavirus pertrechado de guantes, gorros y caretas, y mientras se va cantando toda la canción. Cuando se encuentra, se vuelve al punto de partida para celebrarlo con todos los miembros de la familia.

La idea del ‘esconditevirus’ la ha subido el párroco en vídeo a YouTube, y su repercusión ha sido tal que ya ha alcanzado ya las 3000 suscripciones.

A la Iglesia, como institución, se le ha achacado que no sea especialmente beligerante con la situación creada por el coronavirus. Conocímos el caso de un obispo que ofrecía justificantes a un pequeño grupo de feligreses para que acudieran a la iglesia. Pero, a nivel individual, hay iniciativas como la de este párroco del Bierzo leonés que se ha granjeado el aplauso de numerosos ciudadanos, creyentes o no creyentes.