A Marruecos no le ha perturbado ni un segundo la crisis del coronavirus. Los trámites legales que tenían como objetivo apropiarse de un espacio marítimo que pertenece a España se han completado y este martes ya han sido publicados en el Boletín Oficial. Para ellos, unas aguas que eran canarias ahora son suyas. Entre tanto, la tibia respuesta del Gobierno de España ante tal conflicto diplomático apenas se ha hecho notar.
Esto empezó a principios de marzo y ya se ha completado. Mientras España está sumida en una crisis con pocos precedentes, Marruecos se ha echado al cuello y ha completado un trámite que es considerado por muchos como una ofensa. El Boletín Oficial marroquí ha amanecido este martes con las dos leyes que validaban esta apropiación de aguas españolas bien reflejadas.
El objetivo de estas normas era el de ampliar el espacio marítimo marroquí. Y aunque en sus planes entraba apropiarse de aguas que pertenecen a Canarias, les ha importado bien poco el conflicto diplomático que esto pudiera traer. El Gobierno respondió de una manera muy tibia, tanto que incluso da la sensación de que desde Marruecos han aprovechado que España está sumida en la crisis del coronavirus para dar un paso más y formalizar la apropiación de aguas.
Con las dos leyes aprobadas por el Parlamento, Marruecos establece que sus aguas territoriales se expandan hasta 20 kilómetros más, dejando su zona económica marítima exclusiva en 321 kilómetros desde la costa. Que haya islas y conflictos no les ha parecido importar mucho.
Pero este plan de expansión marítima de Marruecos no solo genera conflictos con España. Con las dos nuevas normas aprobadas, el territorio marroquí también pasa sobre un territodio que pertenece al Sahara Occidental y un terreno que es fronterizo con Argelia. Una ambición que, se supone, traerá más de un conflicto diplomático al gobierno de Marruecos.
Aún así, desde el Gobierno aseguran que esto no irá a más, ya que para que se materialice el cambio el país africano necesita contar con la aprobación de la ONU (algo que previsiblemente no llegará), pero de cara a la galería, Marruecos ha oficializado la apropiación al margen de los que avisaban de que esto supondría un conflicto diplomático con España.
UNA POLÍTICA EXTERIOR NEFASTA
El Gobierno ha respondido a las provocaciones de Marruecos sin hacer nada. Pero Marrueos sí que se permitió el lujo de sentirse ofendido ante lo que consideró una provocación por parte el equipo del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, se apresuró a dar explicaciones a su homólogo marroquí, Nasser Burita, después de que un colaborador del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, decidiera reunirse con una ministra de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática.
Sin embargo, poca reacción hubo a los pasos de Marruecos que pretendieron apropiarse parte de las aguas de Canarias. Casi la misma que hubo con Argelia, otro país africano que también decidió aproopiarse aguas que bañan a las islas Baleares sin apenas reacción del Gobierno de Pedro Sánchez.
Dos años han pasado. Y durante todo ese tiempo el Gobierno ha sido perfectamente consciente de que Argelia se había apropiado de las aguas de la isla de Cabrera, en las Islas Baleares. El país africano decidió ampliar sus aguas 300 kilómetros. Y ante la inacción del Gobierno, ahora el Ejecutivo estaría obligado a negociar vía diplomática con Argelia para recuperar la parte correspondiente del Parque Nacional de Cabrera.
El error fue simple. Después de que el entonces presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, aprobara el decreto que se apropiaba de esas aguas, nadie revisó vía técnicos lo que estaba pasando. El Gobierno lo sabía, pero no avisó a Baleares, cuyo gobierno autonómico, tras conocer hace poco que Argelia había ampliado su territorio, investigó lo ocurrido. Y fue la Conselleria de Medio Ambiente la que se percató a través de un estudio de lo que había pasado: el país africano se había apropiado de esas aguas.