Jaime de Marichalar cumple 57 años en plena cuarentena por coronavirus

Jaime de Marichalar, exmarido de la infanta Elena de Borbón, cumple en el día de hoy los 57 años de edad, un cumpleaños atípico por la situación que vive el país. El estado de alarma por coronavirus, que obliga al confinamiento de la población, provocará que el navarro lo celebre en solitario.

Lejos estarán este año sus hijos, Froilán y Victoria Federica, que no viven con él. Tendrán que posponer la posible celebración, como mínimo, durante varias semanas.

Este es el año en el que el el exduque de Lugo pasará su cumpleaños de forma más solitaria a todos los anteriores. En los dos últimos años lo festejó junto a sus amigos, aunque las condiciones eran completamente diferentes a las actuales.

CUARENTENA EN MADRID

Jaime de Marichalar mantiene su habitual perfil bajo. Está alejado de los focos que dejó a un lado tras divorciarse de la infanta Elena. No obstante, de vez en cuando aparece por actos públicos relacionados con empresas de lujo LMVH. A esta esta vinculado por ser el consejero de algunas de sus marcas.

En el pasado mes de febrero viajó a París coincidiendo con la semana de la moda. Es uno de los hombres cercanos a Bernard Arnault, dueño del mencionado imperio de lujo bajo el cual operan firmas como Dior, Möet Chandon… Por ello, es habitual su presencia en diferentes desfiles.

Su última aparición pública data del pasado 17 de febrero, cuando acudió al palacio de El Pardo. Lo hizo para formar parte de la ceremonia de entrega de los premios de investigación, donde coincidió con los reyes Felipe VI y Letizia.

En ellos se reconoció a Valentín Fuster, con quién mantiene una gran amistad. De hecho, cada año viaja a Nueva York, donde reside el médico y cardiólogo, que se encarga de las revisiones médicas del exmiembro de la Casa Real. Este fue quién dirigió la rehabilitación de Jaime de Marichalar después de que sufriese un ictus en diciembre de 2001 y se instalase en Nueva York.

El navarro está confinado en su hogar, un tríplex situado en el barrio de Salamanca, y desde entonces nada se sabe de él. Desde que se decretó el periodo de cuarentena por parte del Gobierno, ni sus vecinos le han visto.

EL CAMBIO DE JAIME MARICHALAR

Jaime de Marichalar se casó con la infanta Elena de Borbón el 18 de marzo de 1995. Tras 25 años de matrimonio y el nacimiento de sus hijos Froilán y Victoria, la relación se rompió y se divorciaron en diciembre de 2019. El 21 de enero de 2010 se oficializó el divorcio de mutuo acuerdo.

Desde ese momento la vida del navarro cambio por completo. Además de dejar de ser duque de Lugo, cambió su actividad en el sector bancario para adentrarse en la industria de la moda.

Convertido en asesor del imperio de lujo LVMH, se relaciona con muchos personajes de la industria de la moda. Además, tiene su propio negocio, BCorner, una sastrería que hace trajes a medida que pueden alcanzar los 3.000 euros.

Desde su divorcio no se le conoce ninguna pareja. No obstante, sí se le ha visto por el exclusivo barrio de Salamanca con Giorgio Toreli, campeón de España de fitness. Además de ser su vecino, es su entrenador personal y ha ayudado a que pueda conseguir un buen estado de forma.

En el ámbito personal, también ha aprovechado para disfrutar desde entonces de sus principales aficiones. Por ello no es extraño verlo en los toros, en la ópera, en el polo de Sotogrande o navegando en barco por Ibiza.

Además, mantiene una cercana relación con sus hijos, con los que trata de reunirse siempre que puede. Aunque se prodiga poco ante los medios, en las pocas ocasiones que lo ha hecho ha sido para defender tanto a Froilán como Victoria Federica. Ambos ocupan numerosos titulares en la prensa rosa, sobre todo a ella. En todo caso siempre se ha mostrado orgulloso de sus hijos aunque le hayan podido dar más de un quebradero de cabeza.

Jaime de Marichalar durante su matrimonio con la infanta Elena
Jaime de Marichalar estuvo casado con la infanta Elena entre los años 1995 y 2010.

FAMILIA ARISTÓCRATA

Jaime de Marichalar nació el 7 de abril de 1963 en Pamplona (Navarra). Lo hizo en el seno de una familia aristócrata navarro-castellana que estuvo vinculada desde generaciones a la monarquía española.

Es el cuarto de los seis hijos que tuvo el matrimonio formado por el VII Conde de Ripalda, Amalio de Marichalar y Bruguera, y María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla. El primero de ellos, comandante de artillería, falleció en 1979, mientras que su madre lo hizo en 2014.

Fruto de ello pertenece al Ilustre Solar de Tejada, situado en la sierra de Cameros (La Rioja). Este es la entidad nobiliaria más antigua del Reino de España. Su familia cuenta con numerosas posesiones inmobiliarias, entre las que destacada la Casa de los San Clemente, un palacio del siglo XVI y la finca «Garrejo», en Garray (Soria).

EXPERTO EN FINANZAS

Jaime de Marichalar estudio en los colegios de los Jesuitas de Burgos, San Estanislao de Kostka en Madrid y también en la Yago School de Dublín (Irlanda). Su formación se centro en la economía, especializándose en Gestión de Empresa y Marketing en la Escuela Superior de Estudios de Marketing de Madrid (ESEM).

Además, en 1986 decidió ampliar su formación realizando prácticas en diferentes entidades financieras en Francia. Lo hizo en París, donde vivió de soltero hasta que los primeros años de su matrimonio. A pesar de su formación y de poder ser catalogado como un experto en finanzas, no es licenciado ni tiene ningún título académico reconocido en España.

Tras casarse con la infanta Elena en 1995, Jaime trabajo en el sector de los mercados financieros a nivel internacional, hasta que en enero de 1998 fue nombrado Asesor del Director de Operaciones de la Crédit Suisse First Boston en Madrid. También fue presidente de la Fundación Winterthur (posteriormente Fundación AXA) hasta 2008, cuando fue cesado.

Tras varios años vinculado a las entidades financieras, tras su divorcio pasó a ser asesor del imperio de lujo LVMH, donde trabaja actualmente.

ICTUS

El 22 de diciembre de 2001, mientras realizaba ejercicio en una bicicleta estática, sufrió un ictus cerebral. A consecuencia del mismo tuvo la parte izquierda de su cuerpo paralizada. En la actualidad aún tiene pequeñas secuelas, como una leve cojera y un agarrotamiento en la mano.