Los doctores, los enfermeros y todo el personal sanitario que trabajan en la primera línea luchando contra el COVID-19 pasan muchas horas al día usando mascarillas faciales, pero no sólo ellos, también muchos trabajadores de otros sectores que deben hacer lo mismo para proteger y protegerse de los contagios. Y tantas horas con ellas puestas en muchos casos puede provocar problemas en la piel de quienes las llevan debido al sudor y el roce.
Expertos en cuidado de la piel de la Universidad de Huddersfield y especialistas en infecciones advierten sobre los riesgos de este uso y sugieren remedios para hacer mas llevaderos estos sistemas de protección inevitables en estos días.
Así, la profesora Karen Ousey, directora del Instituto de Prevención de Infecciones e Integridad de la Piel de la universidad parte de un equipo ha realizado una investigación detallada sobre el daño por presión causado por una amplia gama de dispositivos médicos, incluidas las mascarillas faciales.
«Los usuarios sudan debajo de las máscaras y esto causa fricción, lo que provoca daños por presión en la nariz y las mejillas –explica la profesora Ousey.– Como resultado, puede haber erosiones en la piel y esto puede conducir a una posible infección».
Las mascarillas que usan los profesionales de la salud deben ajustarse a la cara, por lo que si los profesionales de la salud agregan vendajes a la piel debajo de la máscara después de la colocación, existe la posibilidad de que la máscara ya no se ajuste correctamente», continúa.
Por ello, recomienda que las personas que usan máscaras mantengan su piel limpia, bien hidratada y que las cremas de barrera se apliquen al menos media hora antes de ponerse las máscaras.
«Y estamos sugiriendo que la presión de la máscara se alivie cada dos horas. Por lo tanto, se aleja del paciente, alivia la presión en un lugar seguro y limpia la piel nuevamente».
Asimismo, aconseja a los miembros del público en general, como los trabajadores de tiendas, que usan máscaras para mantener su piel limpia, seca y libre de sudor. «Y si sienten que sus máscaras les rozan, hay que quitárselas tan pronto como puedan», recomiendan.