La Consejería de Salud va a poner en marcha a partir de este lunes un sistema de vigilancia de contactos estrechos con personas positivas en COVID-19 para así evitar la transmisión durante el periodo asintomático y el proceso de desescalda.
Estará formado por un equipo de 30 personas de la Consejería, además de enfermeras residentes, que trabajaran con la Atención Primaria y las Áreas Sanitarias para realizar un seguimiento telefónico y facilitar información sobre la cuarentena y los posibles síntomas.
La Consejería ha anunciado este domingo su Estrategia de Diagnóstico, Vigilancia y Control en la Fase de Transición de la COVID-19 en Asturias y ha presentado este Sistema de Vigilancia de Contactos en una rueda de prensa donde ha participado el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño; el coordinador de Gestión Asistencial en la Dirección de Atención y Evaluación Sanitaria del Sespa, Óscar Suárez; y la coordinadora del Sistema de Contactos, Beatriz Braña.
A partir del lunes 11 de mayo, momento en el que Asturias entra en la fase 1 de la desescalada, los centros de salud comenzarán a tomar pruebas PCR para diagnosticar los posibles positivos en COVID-19. Se entra así en una fase de detención precoz que buscará prevenir y evitar un rebrote de la pandemia.
Para ello, este Sistema de Vigilancia trabajará de manera coordinada con la Atención Primaria y las Áreas Sanitarias. Una vez que una persona resulte positiva por PCR en COVID-19, se identificarán sus contactos estrechos en los dos días anteriores.
Comenzará entonces un seguimiento telefónico de estos contactos y se les dará información para desarrollar la cuarentena en su casa y sobre los posibles síntomas para así evitar la transmisión durante el periodo asintomático y tener un diagnóstico temprano.
Además, esto permitirá ofrecer una visión panorámica diaria de la evolución de la pandemia en la comunidad autónoma, lo que ofrecerá una «foto diaria», ha indicado Cofiño, para tomar decisiones de cara al proceso de desescalada.
El director general ha explicado que se estima que hay entre 150 y 200 casos posibles al día en Asturias y que el objetivo fundamental es realizar pruebas rápidas. Sobre la posibilidad de un rebrote de la incidencia del virus en Asturias, ha explicado que tomarán una decisión de manera consensuada con el Ministerio de Sanidad analizando diariamente los indicadores.
Del mismo modo, además de a profesionales vinculados a la sanidad, a partir del lunes se realizarán pruebas a más sectores y a todos los casos sospechosos asintomáticos. Además, se ha reforzado la red de laboratorios de referencia para los análisis, que además de en el HUCA se realizarán en los hospitales de cabecera de Gijón, Avilés y Mieres, mientras que las otras áreas sanitarias seguirán centralizadas en el HUCA.