El Gobierno reconoce a los toreros como artistas y les permite pedir subvenciones

  • El Gobierno se esforzó en no nombrar a los toreros en el decreto ley de las ayudas a la cultura.
  • Aún así, los toreros pueden acceder a las ayudas acreditando desempleo y haber toreado en 2019.
  • Los animalistas han criticado que Podemos reconozca a los toreros como artistas.
  • Resulta que el Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ha reconocido que los toreros, al igual que los actores o los músicos, son artistas, pero de tapadillo. Y bajo esa condición, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez les ha concedido la posibilidad de solicitar una subvención en plena pandemia. Este colectivo asegura que desde finales del pasado verano no ha percibido ningún tipo de ingreso y piden que el Gobierno les conceda una ayuda. Y Sánchez ha cedido y les ha concedido ayudas, aunque no les mencione específicamente en el decreto que permite al sector cultural acceder a subvenciones.

    El equipo de Sánchez y su vicepresidente Pablo Iglesias se esforzó mucho en no mencionar específicamente a los toreros en el Real Decreto-ley que se aprobó el pasado martes con el objetivo de «apoyar y defender» al sector cultural. Sin embargo, resulta que los toreros se han agarrado a una puerta que el Gobierno les ha dejado abierta para que puedan solicitar una subvención exactamente igual a como lo hace un músico, un actor o cualquier otro artista. Y desde este jueves, los toreros ya han podido rellenar la solicitud para pedir una subvención. Algo que ha despertado críticas.

    El esfuerzo del Gobierno en no mencionar a los toreros es más que evidente. Quizás por la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno, cuyo programa electoral y promesas desde que entraron al Ejecutivo contemplan desarrollar una Ley de Bienestar Animal incompatible con el toreo. Aún así, parece que el equipo de juristas del Gobierno dejó una puerta trasera abierta en el decreto que permite a los toreros solicitar las ayudas. Y como es de esperar, ya lo están haciendo.

    Para pedir la ayuda, los toreros deben acreditar que no tienen trabajo por el momento y deben presentar la declaración anual de 2019 que demuestre que han participado en festejos taurinos. Estas claves las ha dado la Unión Nacional de Picadores y Badarilleros Españoles (UNPBE) en una nota que ha facilitado a sus afiliados. Por lo que se demuestra que los toreros pueden acceder a las ayudas a pesar de que el Gobierno maquillara el decreto para que no aparecieran los toreros como posibles beneficiarios.

    Tal y como explica esta nota de la UNPBE publicada por ABC, la prestación que les daría el Gobierno duraría alrededor de cuatro meses siempre que hayan cotizado en el año anterior entre 738,89 euros y 2.031,94 euros.

    El problema viene cuando se denota que desde la propia asociación pidieron prudencia a los suyos a la hora de solicitar el paquete de ayudas para evitar que unas hipotéticas presiones de la formación morada llevara al Gobierno a echarse atrás. Sabían que de darse a conocer que Sánchez e Iglesias han reconocido a la tauromaquia como cultura y que les han dejado la puerta abierta para solicitar ayudas en plena pandemia, sectores animalistas y ecologistas podrían echarse encima del Gobierno. Y ya que se ha dado a conocer, incluso PACMA se ha llevado las manos a la cabeza y se ha quejado de esta actitud.

    El Ministerio de Cultura reconoce a los toreros como «artistas» y les permite acceder a la prestación económica cultural. ¿Dónde queda la eliminación de ayudas y subvenciones a la tauromaquia que decía Podemos que iba a reclamar al PSOE? ¡VERGÜENZA!», han criticado desde el partido animalista el pasado viernes.

    Tras conocer que los toreros estaban pidiendo ayudas, muchas asociaciones mandaron una carta al Gobierno en la que exigían que no se les reconociera como artista. Animalistas, ecologistas y entidades de todo tipo se unieron el pasado martes para hacerles llegar a Sánchez e Iglesias su malestar. Entre tanto, los toreros seguirán, al igual que los actores, pidiendo ayudas entrando por la puerta de atrás del decreto.