El mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero y el resto de acusados por la actuación de la policía autonómica durante el proceso independentista catalán escucharán por videoconferencia desde Barcelona la acusación definitiva que haga en su juicio la Fiscalía de la Audiencia Nacional el próximo 8 de junio.
Según han informado a Europa Press fuentes jurídicas, Trapero, la intendente Teresa Laplana y los exjefes políticos de los Mossos César Puig y Pere Soler solicitaron al tribunal seguir la primera sesión del juicio tras la crisis sanitaria desde la capital catalana, dado que ese día únicamente se prevé que el fiscal Miguel Ángel Carballo anuncie si mantiene la acusación por delito de rebelión o la rebaja y cuánta pena pide para los acusados.
Mientras los cuatro procesados presenciarán la sesión en un órgano judicial en Barcelona, el tribunal, presidido por la magistrada Concepción Espejel, y los representantes del Ministerio Público estarán en una de las salas de vistas de la sede de la Audiencia Nacional en la calle Génova, en el centro de Madrid.
La vista oral continuará el 15 de junio con las calificaciones finales de las defensas y el informe de conclusiones del Ministerio Público. Ese día Trapero, Laplana, Puig y Soler, además de sus respectivos letrados, sí viajarán a Madrid para estar presente en la sesión, que se celebrará en la sede de la Audiencia Nacional en la localidad de San Fernando de Henares, ya que las salas de vistas allí son más grandes y se pueden adoptar mejor las medidas de seguridad.
Según las fuentes consultadas, las sesiones programadas para los días 16 y 17 de junio, previstas para los informes finales de las defensas, también serán en San Fernando de Henares e igualmente estarán presentes los cuatro acusados y sus abogados.
La Fiscalía acusó a Trapero, Soler y Puig de un delito de rebelión y pedía para cada uno de ellos 11 años de prisión por su presunta participación en el ‘procés’. Mientras, a Laplana le atribuía un delito de sedición y solicitaba 4 años de cárcel.
No obstante, el fiscal dejó claro el primer día del juicio, el 20 de enero, que la acusación tiene en cuenta la sentencia del Tribunal Supremo que el pasado otoño condenó por sedición a los líderes del proceso independentista catalán, por lo que en su calificación definitiva podría cambiar el delito de acusación.