Baleares podrá recibir 10.900 turistas alemanes, con una estancia mínima de cinco noches, dentro de las pruebas piloto diseñadas por el Govern para la reapertura del turismo en la segunda quincena de junio.
Con estas pruebas Baleares se convertirá en el primer destino de España que se abrirá al mercado internacional, como ha destacado la presidenta del Govern, Francina Armengol, en una rueda de prensa para presentar los detalles de este plan, autorizado este lunes por el Gobierno de España. Concretamente, la prueba abarca del 15 al 29 de junio.
Los 10.900 turistas llegarán de forma escalonada -se irán suministrando progresivamente los códigos de vuelo- y representan menos de un 1% de los visitantes que tuvo la Comunidad en la misma quincena del año pasado. Desde el Govern consideran que es una cifra «perfectamente controlable».
Podrán viajar a Baleares turistas procedentes de cualquier parte de Alemania. No tendrán que pasar la cuarentena de 14 días que actualmente se aplica a otros viajeros internacionales, y podrán alojarse tanto en establecimientos turísticos como en segundas residencias.
Los primeros 1.000 turistas llegarán entre el 15 y el 17 de junio. De hecho, ya se han confirmado dos vuelos para el lunes 15, según ha indicado el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela. Estos primeros grupos se alojan en hoteles de Playa de Palma y Alcúdia.
La comercialización de los viajes las harán touroperadores -se ha trabajado con TUI, Der Touristik y Schauinsland-Reisen- pero también se podrán contratar directamente con líneas regulares y los hoteles que estén abiertos -las federaciones hoteleras ya han trasladado al Govern qué hoteles estarían interesados-.
El Govern será el responsable de coordinar los vuelos y suministrar los datos al Gobierno de España, sin superar el límite establecido de 10.900 turistas. Parte de los viajes que se realizarán son reservas «recuperadas», y no sólo nuevas contrataciones.
CONTROLES SANITARIOS
El plan no contempla realizar tests previos en origen, sino que los controles sanitarios consistirán en un cuestionario de salud pública a bordo del avión y una toma de temperatura -mediante cámaras termográficas- a la llegada al aeropuerto de destino. Si en el cuestionario se detectan síntomas compatibles con el COVID-19, se realizará una entrevista clínica ‘in situ’ por parte de un profesional sanitario, y si se concluye con una sospecha de COVID, se tomarán medidas (aislamiento, ingreso hospitalario o lo que determinen los sanitarios).
Al aterrizar en Baleares los viajeros recibirán un mensaje de texto con información sanitaria relevante, como números de contacto de emergencias y medidas a observar. También se les entregarán folletos informativos.
Los turistas que deseen visitar las Islas deberán proporcionar números de contacto e informar de dónde se van a hospedar, puesto que durante la estancia se hará un seguimiento telefónico para controlar la aparición de posibles síntomas.
Así, si un turista presenta síntomas de coronavirus (COVID-19) durante su estancia, se activará un protocolo mediante el cual los servicios sanitarios públicos le practicarán una prueba PCR. El turista deberá esperar durante cuatro horas en su alojamiento el resultado. Si fuera positivo, sería trasladado -con su familia, si lo desea- a un alojamiento alternativo contratado por el Govern. Igualmente, se realizará un rastreo de sus contactos para descartar más casos.
Muchas de estas medidas ya se están aplicando actualmente en Baleares, como ha resaltado el conseller. Si se detecta un caso, el turista no podrá regresar a su país hasta completar el periodo de aislamiento definido en los protocolos vigentes de la Conselleria de Salud.
¿POR QUÉ ALEMANIA?
Alemania es el principal mercado emisor de turistas hacia Baleares, sobre todo para Mallorca, un factor que lógicamente se ha tenido en cuenta en el diseño de este plan. Sin embargo, otro de los principales motivos para llevar a cabo la prueba piloto con este país ha sido que su situación epidemiológica es similar a la de Baleares: el crecimiento de casos diarios en Alemania es actualmente de 0,12, y en Baleares de 0,09.
La presidenta y el conseller de Turismo se han mostrado conscientes de que el turismo alemán no tiene tanta presencia en el resto de Islas como en Mallorca, por lo que han explicado que trabajan para que los viajeros lleguen también a Ibiza, Formentera y Menorca -a pesar de que la comercialización no está en sus manos-.
A preguntas de los medios, Armengol ha explicado que aunque Reino Unido es otro de los mercados importantes para Baleares -con especial presencia en Ibiza, por ejemplo- «desgraciadamente» el país no presenta la misma situación que Alemania. La presidenta ha asegurado que esta cuestión está «absolutamente hablada» con los diplomáticos británicos.
SIN OCIO NOCTURNO
Por otra parte, cabe resaltar que esta apertura del turismo vendrá marcada por la falta de oferta de ocio nocturno, que el Govern ha preferido mantener cerrada a pesar de la entrada en la fase 3.
El conseller Negueruela ha asegurado que cualquier turista es «consciente» de que la situación es «excepcional» y que no se encontrará la misma oferta que el año pasado. Además, ha recordado que, al margen de la pandemia, el Govern ya había elaborado un decreto para combatir el turismo ‘de borrachera’.
El titular de Turismo ha lamentado que se hayan promocionado ofertas de este tipo de turismo y ha avisado de que es «desaconsejable» comercializarlo puesto que «este tipo de productos no existirán en Baleares». También ha apuntado que están trabajando con pequeños establecimientos «que quieren reconvertirse en bares».
En este contexto, Negueruela ha destacado la oferta gastronómica, las playas y paisajes y las posibilidades de turismo activo y de naturaleza, por lo que ha apuntado que la oferta se enfoca a un turismo familiar. El plan contempla promover actividades como visitas a lugares de interés -como el Castillo de Bellver o el Tren de Sóller- para los visitantes que procedan de touroperación.
Armengol ha considerado que estas pruebas son «una apuesta de Baleares que beneficia al conjunto de España» y ha confiado en que sirva para posicionar al archipiélago como «destinación segura» y «de calidad». Además, el Govern espera que estas pruebas permitan tener «una temporada más fluida» en los meses venideros, tras haber «perdido» los de abril, mayo y la primera mitad de junio -que en Baleares ya son temporada alta- como consecuencia de la pandemia.