El Gobierno español afronta con «cauto optimismo» la negociación del paquete europeo de recuperación económica tras la pandemia de Covid-19, aunque es consciente de que la reunión que los líderes tendrán por videoconferencia este viernes será solo «una primera toma de contacto» y de que todos los países tienen posiciones «firmes».
Así lo ha afirmado el secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, en la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea, en una comparecencia para informar sobre esta reunión de líderes.
La Comisión Europea ha propuesto un fondo de 750.000 millones de euros, de los 500.000 serían transferencias, y las claves de la negociación son el montante global y la proporción de transferencias frente a los préstamos.
Según el secretario de Estado, los países que se autodenominan «frugales» –los principales contribuyentes netos menos Alemania–, han anunciado que quieren reducir ambas cosas, aunque en las últimas semanas «algunos han flexibilizado un poco su posición».
El Gobierno ha emprendido contactos con sus colegas de otros países para destacar «la gravedad del momento y la importancia que reviste para España» y de esos contactos ha deducido «que las diferentes posiciones son firmes», pero también que hay señales que pueden llevar a «un cauto optimismo. «Hay que afrontar este momento histórico con altura de miras», ha dicho González-Barba.
Un paquete de estas características, ha reconocido, requeriría en cualquier caso varias reuniones del Consejo Europeo, porque es es difícil concebir que haya «progresos sustanciales» sin ellas y, sobre todo, sin las negociaciones que se producen en los márgenes de cada cumbre.
CUMBRE PRESENCIAL POSIBLEMENTE EL 9 Y 10 DE JULIO
Por el momento, ha detallado que se prepara un Consejo Europeo, este sí, presencial, para la segunda semana de julio, probablemente los días 9 y 10, aunque ha reconocido que la fecha no está confirmada aún.
La propuesta de Fondo está vinculada al marco financiero plurianual (MFF) 2021-2027, que también está pendiente de negociación. En este punto, ha recalcado que la actual propuesta de la Comisión no es muy distinta de la última que presentó el presidente del Consejo en febrero, que no gustó a España porque, de entrada, se alejaba del 1,114 de la Renta Nacional Bruta (RNB) que proponía la Comisión.
GARANTIZAR LA REMUNERACIÓN DE LOS AGRICULTORES
En la negociación del MFF, el Gobierno español estará «muy atento para garantizar una remuneración suficiente para los agricultores», especialmente priorizando el primer pilar de la Política Agrícola Común (pagos directos y medidas de mercado).
En segundo lugar, velará por «una dotación adecuada de la política de cohesión» y ha advertido de que «el que España e Italia sean las mayores beneficiarias del fondo de recuperación en ningún caso debe considerarse una compensación por reducir los fondos de cohesión».
De hecho, ha pedido revisar el llamado «método de Berlín» –que tiene en cuenta la brecha entre el PIB per cápita de una región y la media de la UE– para que el reparto de las asignaciones sea «justo y equilibrado, permitiendo a España recuperar parte de la asignación que le corresponde».
FONDO DE RECUPERACIÓN
Respecto al fondo de recuperación post Covid-19, la intención de la Comisión Europea es que el gasto se concentre en los tres o cuatro próximos años para poder estimular la economía europea, canalizados en programas previstos en el MFP, principalmente los dedicados transición verde, digitalización y recuperación justa e inclusiva.
González-Barba ha avanzado que España defenderá que ésta última tenga especial protagonismo, principalmente destinándose a capacitación de población activa, sobre todo jóvenes.
Bruselas obtendrá fondos para el programa emitiendo deuda en los mercados aprovechando su «inmejorable calidad crediticia», con reembolsos previstos entre 2028 y 2058 y después de aumentar el techo de recursos propios.
Para aligerar la carga de los Estados miembros en estos reembolsos, la Comisión ha propuesto nuevos recursos propios, algo a lo que España está abierta «siempre que sean verdaderos impuestos europeos en el marco financiero plurianual».
REPARTO EN FUNCIÓN DEL IMPACTO DE LA PANDEMIA
Para España es importante que las tranferencias sean preponderantes en este fondo, pero también la clave de distribución, que defiende que se base en el impacto generado por la pandemia.
El shock, ha recalcado el secretario de Estado, ha afectado a algunos países más que a otros y éstos no deben «sufrir una carga mayor de la deuda» porque supondría una grave distorsión del mercado interior, graves diferencias socioeconómicas y, finalmente, un riesgo de desafección que puede minar la cohesión interna de la UE o su propia legitimidad.
BREXIT: «NO PUEDE DESCARTARSE UN FRACASO»
González-Barba también ha hablado ante los parlamentarios de las negociaciones para el Brexit, y ha afirmado que hasta la fecha los avances «han sido escasos», de manera que «no puede descartarse un fracaso de las negociaciones».
Con todo, ha añadido que aún existe «un margen razonable» y que la «dinámica de llevar los plazos al límite» hizo posible el acuerdo de retirada.
Está previsto que en la reunión del 19 los Veintisiete reafirmen su apoyo al mandato del negociador, Michel Barnier. El Gobierno español ha recalcado a los equipos negociadores que los puntos clave para España son la protección de los derechos de los ciudadanos, las garantías para la flota pesquera, el acceso al mercado británico para los productos agrícolas españolas y un acuerdo lo más ambicioso posible en cuanto a movilidad y transporte.