Nuestros abuelos soportaban el calor del verano tirando de abanicos, sombreros y remojones. Nosotros, gracias al avance tecnológico podemos regular el clima a nuestro antojo y estar tranquilamente en nuestra casa, trabajo o coche, sin enterarnos de que la temperatura exterior está rondando los 40 °C. Los aparatos de aire acondicionado han mejorado nuestra calidad de vida de manera inimaginable y ya no podríamos vivir sin este electrodoméstico. Pero hay que saber que, aunque nos hagan más llevaderas hasta las canículas más horribles, su uso conlleva ciertos riesgos, algunos de ellos muy graves.
4FARINGITIS Y CATARROS

Según los datos, hasta el 20% de los catarros, bronquitis, laringitis o faringitis que se padecen en verano, están provocados por un mal uso de los aires acondicionados. Son afecciones leves pero muy incómodas, y se deben a que el aire frío constante incide sobre las vías aéreas y se produce una irritación e inflamación. Por otra parte, regular la temperatura demasiado baja, da lugar a cambios de temperatura demasiado bruscos y acusados al salir a la calle, y como el cuerpo no se puede aclimatar, se producen resfriados. Además, el aire acondicionado seca el ambiente y por lo tanto también las mucosas de la vía respiratoria superior, con las molestias que conlleva. En estos casos se recomienda beber agua o líquidos para mantener el organismo hidratado.