La Comisión Colegiada Federal de Izquierda Unida (IU) ha determinado que las divisiones que se han producido en Unidas Podemos a lo largo de los últimos años les han «penalizado» y han influido en la «severa derrota» que sufrió este espacio político en las elecciones gallegas y vascas del domingo, así como «las debilidades del proyecto federal».
Por ello, la organización que lidera el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha llegado a la conclusión de que es necesario invertir «recursos y esfuerzos» para repensar y reforzar Unidas Podemos, «acometer cambios» y «construir organización», más allá de la confluencia electoral. Asimismo, avisan de que para ello hace falta «mucho más que una buena gestión gubernamental».
«Nuestro proyecto político necesita fortaleza organizativa,implantación territorial y vínculos sociales para que sea un proyecto realmente útil», defiende el órgano ejecutivo de dirección de Izquierda Unida en un comunicado, en el que recoge las conclusiones del debate que mantuvo la cúpula de IU a lo largo de toda la tarde de este lunes. De momento, sus socios de Podemos no han llevado a cabo esta tarea.
Los principales dirigentes de IU reconocen en su informe que el espacio de Unidas Podemos está «mermando» desde 2016, como ya se demostró en las últimas elecciones generales de 2019 y también en las autonómicas de hace un año. «Más allá de las importantes particularidades de esta doble jornada electoral, necesitamos acometer los cambios que estimemos oportunos desde la reflexión colectiva para avanzar hacia un espacio más útil para la mayoría social», reclaman.
Las elecciones vascas y gallegas nos han mostrado con mayor crudeza la principal enseñanza de las elecciones autonómicas del 26 de mayo de 2019: es imprescindible la inversión de recursos y esfuerzos para construir organización a lo largo y ancho de un país con la complejidad territorial del nuestro», enfatizan más adelante.
La dirección de IU señala que las elecciones del pasado domingo se han producido en un «momento político excepcional», marcado por la crisis de la Covid-19, y por el «incremento de la incertidumbre y la crispación», alimentad «por la derecha».
Asimismo, reconoce que, «en este contexto de cansancio respecto a la política estatal, se ha producido un repliegue en torno a opciones nacionalistas/regionalistas que han sido capaces de ofrecer certezas y garantías desde el apego territorial». «Esto nos obliga a repensar las debilidades de nuestro proyecto federal», admiten.
Para ello, creen imprescindible reforzar Unidas Podemos, a nivel organizativo y en los territorios, mediante la inversión de recursos y, en este sentido, emplazan «al conjunto de organizaciones compañeras» que conforman el espacio acometer esa tarea. «Ponemos a disposición nuestro capital organizativo y territorial», añaden.
A su juicio, el objetivo debe ser consolidar «espacios democráticos con dinámicas y mecanismos de participación que eviten las inercias de la ‘pequeña política’ y protejan la diversidad inherente de la izquierda».
En este punto, reclaman más «fraternidad y la cooperación» y avisan de que «las imágenes de división y enfrentamiento interno» que les han acompañado en los últimos años «restan credibilidad» a su proyecto político «y son un lastre para la necesaria reconfiguración del espacio de Unidas Podemos».
«Como comprobamos en el ciclo electoral de 2019 con varios intentos a nivel estatal, las divisiones son penalizadas por la ciudadanía progresista y no representan una alternativa. La unidad es necesaria especialmente en momentos difíciles en los que afrontamos, entre otras amenazas, el embate reaccionario», defienden, al tiempo que avisan de que «sería errónea cualquier propuesta que consistiera en un repliegue identitario con tentación ‘partidista’.
Asimismo, aseguran que «en este contexto, el Gobierno de coalición juega un papel fundamental» y que «es necesaria una profundización de su agenda transformadora para agilizar los cambios necesarios que demuestren que es posible gobernar de otra manera. «El Gobierno debe traducirse en un impulso para la construcción de contrapoderes democráticos que no solo amplíen la base social de apoyo al Gobierno, sino que también adquieran dinámicas propias más allá de la agenda institucional», añaden.
Por otra parte, y a pesar de los malos resultados, aprovechan para hacer un llamamiento a la «mayoría institucional de izquierdas en Euskadi», que suman con EH Bildu y el PSE, para lograr un entendimiento «aritméticamente posible y socialmente deseable» que le arrebate el Gobierno al PNV.
A este respecto, lamentan que Los resultados de esta doble jornada electoral no son malos solo por los resultados de Unidas Podemos, «sino porque suponen la revalidación de gobiernos contrarios a los intereses de las familias trabajadoras» como son, a su juicio, el del PP en Galicia y el del PNV en Euskadi. «Suponen un toque de atención ineludible para el conjunto de la izquierda«, concluyen.