Los motivos por los que duele tanto una patada en los testículos

¿Alguna vez has sufrido un dolor más horrible que el de una patada en los testículos? Tenemos la mala costumbre de incluso bromear con el tema, no obstante, pocas cosas duelen más que un golpe en dicha parte de la anatomía masculina. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué sucede esto y no ocurre como cuando te das un golpe en cualquier otra parte?

Cuando alguien ha vivido en sus propias carnes, nunca mejor dicho, un golpe en este lugar, sabe que se enfrenta a un dolor difícil de comparar con cualquier otra cosa. Por eso, a pesar de las risas que produce hablar del tema, a la hora de la verdad, nadie quiere que le ocurra a él. Si alguna vez has pensado en el motivo de este dolor inhumano, la ciencia parece tener, una vez más, la respuesta.

Todo está en nuestro cuerpo. Descubre los motivos por los que duele tanto una patada en los testículos.

Patada en los testículos, dolor en el estómago

testiculos estomago

Lo primero que debemos destacar de una patada en los testículos es que cuenta con una anécdota curiosa. Si la has sufrido alguna vez, seguro que sabes reconocer esa sensación de dolor inhumano que se va extendiendo hasta la parte del estómago. Es decir, no se concentra en la parte de la entrepiena, sino que va mucho más allña.

Es algo curioso porque sucede de un momento a otro. De forma instantánea, la persona que ha sufrido el golpe comienza a sentir un dolor generalizado y acompañado de una sensación que molesta, sobre todo, en el estómago. Esto, por supuesto, multiplica el dolor.

En el momento en el que una persona recibe un golpe de este tipo en dicha parte de su anatomía, el cuerpo se encarga de liberar un neurotransmisor químico denominado como Sustancia P. Este neuropéptido se encarga de disparar una señal nerviosa, que viaja a 426 km/h, y llega hasta el cerebro. El fin es informar al organismo de que algo ha ido mal en una zona concreta del mismo.

El cerebro, encargado de reaccionar a tiempo

cerebro reaccion

Cuando la señal llega hasta el cerebro, este responde con otra señal. Esta es un dolor equivalente que llega hasta la zona afectada de forma previa para que el propietario de dicho organismo pueda reaccionar de la mejor forma ante las circunstancias. Es decir, de forma normal, para que evite la causa que ha conseguido provocar tal dolor en la zona.

Aunque duele, este mecanismo es el que ha conseguido que sigamos vivos después de tantos miles de años. Siempre es el mismo, no importan qué área de nuestro cuerpo haya sido la afectada por el daño. El nivel de dolor que llegue a la zona, además, dependerá también de la cantidad de receptores del mismo que existan en ese lugar concreto.

Las gónadas masculinas disfrutan de una existencia en paz fuera del chasis. Es por eso que se exponen a agresiones de forma más frecuente que si estuvieran escondidas y protegidas en el interior de nuestro cuerpo. Además, tienen una gran importancia a nivel reproductivo. Es por esto que el organismo las protege de forma mucho más contundente y está rodeada de una gran red de nociceptores. Es decir, células que se encargan de recibir las señales del dolor. Por eso, se suele decir que es una de las zonas más sensibles de cuerpo.

Golpe en los testículos y dolor generalizado: el nervio vago

nervio vago

Sin embargo, el motivo anterior no tiene explicación a la pregunta de por qué el dolor que se siente ante una patada o golpe en los testículos es tan generalizado. La razón principal de esto la encontramos en su estructura nerviosa.

En el momento en que se desarrollan, los testículos empiezan a formarse en el abdomen. A partir de ahí, van descendiendo hasta la posición que tienen de forma definitiva. Por ello, la totalidad de sus terminaciones nerviosas van hacia arriba, hacia la parte del abdomen. En este punto, es interesante conocer, sobre todo, uno de ellos: el nervio vago.

Este no lo debemos tomar a la ligera como un canal cualquiera. Podemos decir que es el equivalente a una gran autopista de la información. Su nacimiento se da en el bulbo raquídeo y tiene terminaciones nerviosas por el esófago, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, el estómago, el corazón, el páncreas o el hígado. En otras palabras, sus nervios recorren todo el abdomen, por lo que también tiene relación con las náuseas.

Sensación y tolerancia al dolor, cada persona es diferente

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Cuando el cerebro envía su señal de dolor, esta viaja por toda la autopista, el nervio vago, extendiéndose por el abdomen de la persona afectada. No podemos decir que los testículos no duelan después de sufrir un golpe, pero sí que la sensación que tendremos del dolor será mucho más intensa en la zona del estómago.

Además, a esto se une que, debido a la gran cantidad de reacciones que dependen de forma directa del nervio vago, puedan aparecer señales como lágrimas, si el dolor es muy intenso. También se pueden dar incluso náuseas, mareos, incrementos de la tensión arterial o fuertes dolores de cabeza.

Todo ello, por supuesto, dependerá de la tolerancia al dolor que tenga la persona, así como de su estado de ánimo. No podemos calcular una medida exacta de dolor. Aunque, eso sí, en el caso de los testículos, cuando sufrimos un golpe de gran calibre, como una patada, se pasará si permanecemos tumbados y bebiendo abundante agua.

Patada en los testículos o un parto, ¿qué duele más?

dolor parto

Hay mujeres y hombres que los comparan pero, ¿es equivalente el dolor de una patada en los testículos al de un parto? Una web científica llamada AsapScience, decidió dar respuesta a esta cuestión a partir de la publicación de un vídeo gracioso en el que comparaba ambos momentos de hombres y mujeres.

De acuerdo a lo que explicaron en la revista, en clave de humor, el cuerpo humano está preparado para aguantar hasta 45 unidades de dolor DEL. Cuando una madre de a la luz, puede llegar a soportar unas 57 unidades de dolor pero, si pensamos en la patada en los testículos, esto se puede multiplicar hasta las 9.000 unidades.

No obstante, esto no es verdad. Los especialistas coinciden en que las DEL no existen, por lo que el dolor no se puede medir. Además, se trata de una experiencia completamente subjetiva, por lo que las comparaciones son bastante complicadas. En definitiva, dependerá de la tolerancia de cada persona al dolor.