El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha defendido este lunes que la figura del Rey tiene que estar «fuera de toda polémica» tras el cuestionamiento a la neutralidad de su figura que realizaron el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
«La monarquía representa esa unidad en la que todos vernos reflejados sin necesidad de polémica. Como la bandera, son símbolos de unidad», ha asegurado en declaraciones a RTVE.
El también secretario de Organización del PSOE ha admitido la «singularidad» de un Gobierno de coalición en la que cada parte puede tener su opinión pero ha defendido «la condición democrática y rol» de un monarca que «respeta las instituciones y su papel».
En cualquier caso, ha defendido dejar al Rey fuera de toda polémica como la generada por el cuestionamiento de la neutralidad institucional realizada por los líderes de Unidas Podemos e Izquierda Unida después de que Felipe VI llamara el viernes al presidente Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, para trasladarle que le «hubiese gustado» estar en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona, al que no acudió por decisión del Gobierno.
Sobre la llamada de Lesmes, el ministro ha apelado a la discreción aunque se ha negado a censurar explícitamente que hubiera sido desvelada. «Hay que proteger a la jefatura del estado, que es un símbolo de unidad, hay que ser muy discreto», ha dicho Ábalos, que ha recordado que «las sociedad necesitan una representación que ampare, que acoja, y para esto debe estar fuera de la polémica».
También ha dicho sentirse «perplejo» después que haya que recordar a algunos que el rey debe ser refrendado en sus actos por el Gobierno, que es el que dirige la política del país, y ha vuelto a cargar contra el PP por el bloqueo en la renovación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial.
«No me molesta el debate, el problema es subvertir las instituciones cuando a uno no le viene bien», ha lamentado Ábalos, que ha denunciado «la apropiación de la monarquía por la derecha», que deja a todos «sin referentes de unidad».