La marca de neumáticos Dunlop, fabricante también de pelotas de tenis, se ha visto envuelta en una polémica debido a lo ocurrido el pasado sábado en el Gran Premio de Cataluña GP. A simple vista, pudiera parecer que la empresa no tiene muy claro la diferencia entre una estelada y una senyera o, al menos, esa es la vía que han utilizado para escurrir el bulto. Con un escueto comunicado en su cuenta oficial de Twitter en el que achacan el problema a un “error de impresión” han dado por finalizado el asunto de las esteladas en las gorras de tres pilotos de Moto3.
Este “error” ha suscitado un gran revuelo en las redes sociales puesto que, lo normal es que las gorras de los pilotos lleven la bandera del país o región donde se celebra la carrera y para muchos internautas la estelada es un símbolo no oficial y claramente anticonstitucional. Durante todo el fin de semana se han sucedido los mensajes y críticas en las que se ha acusado a Dunlop de ceder a las presiones de los independentistas además de promover un boicot contra la marca.
Otras marcas que sufrieron boicot en las redes por apoyar el independentismo
Dunlop no es la primera marca que ha sufrido un boicot por apoyar la causa independentista. Bajo el hashtag #BoicotProductosCatalanes o #BoicotCataluña muchas empresas se vieron damnificadas por los usuarios de las redes.
Codorníu
Codoríu siempre ha estado en el ojo del huracán aunque hay que remontarse un poco en el tiempo para encontrar el motivo de uno de sus últimos escarnios. En concreto a 2017 cuando la Guardia Civil encontró en una de las sedes de la empresa de mensajería Unipost las actas con los nombres de todos aquellos que iban a ser llamados a formar parte de las mesas electorales del referéndum catalán. Durante el mes de septiembre de ese mismo año, la Guardia Civil incautó casi medio millón de carteles y folletos de propaganda relacionados con el 1-O. Ahora bien, ¿qué tiene que ver una empresa de mensajería con el boicot a una marca de cava? El nexo común es Antón Reventós, presidente de Unipost y accionista minoritario de la bodega. Como era de esperar, este “parentesco” le trajo consecuencias nefastas a Codorníu que se vio salpicada de inmediato por el escándalo de Unipost hasta el punto de que muchos usuarios apodaron al cava “la bebida oficial del referéndum”. Por su parte, la empresa se defendió alegando que no había participado en la difusión de propaganda para las mesas electorales ni en el proceso soberanista.
ABaC
Uno de los casos que más revuelo causó fue el relacionado con Jordi Cruz. El célebre cocinero y presentador de Masterchef cerró su restaurante ABaC el 3 de octubre de 2017 como muestra de apoyo a la huelga general convocada en Cataluña para denunciar la actuación de las fuerzas de seguridad durante el 1-O. Esta actuación provocó malestar entre determinados sectores, los cuales promovieron a través de Twitter que se dejase de ver el programa Masterchef así como no acudir a su negocio.
Gallina Blanca
El empresario catalán Artur Carulla también vivió la ira de internet por apoyar iniciativas nacionalistas. Fue también en 2017 cuando se difundió un mensaje a través de WhatsApp en el que se pedía que “los españoles dejasen de comprar sus marcas”. Entre esas marcas, además de Gallina Blanca, se encontraban Affinity, Avecrem y El Pavo, entre otras.
Lidl
La empresa de supermercados alemana ha sido acusada en numerosas ocasiones de favorecer la causa independentista puesto que aseguraron que no se planteaban un cambio de la sede y que respetarían «el marco legal establecido». Para muchos, esto fue un claro guiño a la independencia.
Para acabar con este boicot a las empresas la patronal Foment del Treball presentó el pasado mes de mayo una denuncia ante la Autoridad Catalana de la Competencia contra Nocomprescat.com, una web que promovía este tipo de acciones. En su escrito, la patronal alegó que este tipo de comportamientos atenta contra la libre competencia puesto que su fin último es expulsar a estas empresas del mercado. La patronal pidió la eliminación de la web y de la cuenta de Twitter.