La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, espera que el debate de la moción de censura presentada por Vox y que comienza este miércoles sea «sereno» y que no se convierta en un «show épico» en el que predominen los «insultos» y las descalificaciones al adversario político.
En una entrevista en ‘Las mañanas de RNE’, Batet ha criticado el «ambiente crispado» que va en aumento a lo largo de las últimas sesiones, y que confía que no se traslade a un debate que concluirá el jueves con la votación de todas las fuerzas parlamentarias.
«La democracia es contenido y forma. Están representando a los ciudadanos, y tenemos una responsabilidad de dar ejemplo. Espero que los grupos hagan una reflexión y aborden un debate que tiene que ser duro», ha aseverado.
Eso sí, que no se trate de una sesión «suave» no tiene que ver con que la «dureza» se transforme en «faltas de respeto al contrincante». «Espero que podamos tener un debate sereno, profundo, de ideas y de contenido, y evitar que el insulto se acabe trasladando a la sociedad. Espero que el parlamento ofrezca lo que los ciudadanos están esperando», ha añadido.
En esta línea, la presidenta de la Cámara Baja ha lamentado que la política y la democracia esté virando hacia debates más broncos. «Tengo la sensación de que últimamente los partidos, en vez de competir en moderación, compiten en radicalidad y polarización», ha advertido.
Preguntada sobre el hecho de que la moción de censura de Vox sea la tercera en los últimos tres años, Batet ha explicado que su uso está previsto en la Constitución, aunque ha recordado que su uso es «extraordinario». «La voluntad no es que cada semana tengamos una. Efectivamente hay mecanismos de control y por tanto no es bueno abusar de los mecanismos extraordinarios», ha apostillado.