La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha justificado este miércoles su rechazo a la moción de censura de Santiago Abascal contra Pedro Sánchez argumentando que «la indignación y el cabreo» no son «un proyecto político».
Así lo ha asegurado la líder del partido naranja en su primera intervención en el debate que tiene lugar en el Congreso, en la que ha confesado que comparte gran parte del diagnóstico realizado por el candidato de Vox, pero dejando claro que sus proyectos y sus ideas de España y de Europa no tienen nada que ver.
Arrimadas ha dado la razón a Abascal en sus críticas a la gestión que ha hecho el Gobierno de la pandemia y en que España necesita «un liderazgo y un proyecto que vuelva a unir a los españoles». «Pero ni usted es ese líder, ni Vox es ese proyecto», ha sentenciado.
NO LES QUEDA NI DON PELAYO
También le ha reprochado que haya tildado de «traidores» a Ciudadanos por no apoyar su moción. Si son malos españoles los que votan a partidos que apoyan al Gobierno y los que estamos en la oposición somos unos traidores y los únicos españoles son ustedes, entonces ¿qué España les queda? No les va a quedar ni don Pelayo», ha ironizado.
La líder de Cs ha recriminado a Abascal que haya planteado esta iniciativa en plena pandemia del coronavirus en lugar de ayudar a salvar vidas como, ha subrayado, hace su partido, y ha insistido en que la moción es un «regalo» para Sánchez que no va a hacer otra cosa que aglutinar aún más a la mayoría que facilitó su investidura.
Tras descalificar el «discurso trasnochado de virus chinos o conspiraciones masónicas», ha señalado que en las 15 horas que puede durar el debate de la moción pueden morir en España 150 por coronavirus y ha avisado de que la población asiste con «vergüenza» a este tipo de discusiones políticas, teniendo en cuenta la situación del país.
También ha echado en cara a Abascal que pretenda trasladar la idea de que su moción puede triunfar cuando las mayorías son las mismas que en la investidura y no existe hoy por hoy una mayoría alternativa.
Arrimadas ha dedicado parte de su discurso, siempre desde el «respeto» a los votantes de Vox, a marcar distancias con su ideario. Así, ha recalcado que la España que ella defiende es mucho más «moderna» y ha mostrado su rechazo su intento de imponer un «modelo de familia» y a su constante utilización de la «crispación» y la «división».
«Ustedes están cómodos en la crispación y hay que superarla, porque si no va a ser un tsunami que va a arrasar España y ya sabemos cómo acaba la historia cuando nos dividimos en bandos», ha deslizado, antes de introducir también críticas al discurso «antieuropeo» de Abascal, afeándole quiénes son sus socios europeos.