Sánchez desliza que Díaz Ayuso ‘juega con fuego’ con la pandemia

  • Hartazgo en La Moncloa por el constante pulso de la Comunidad de Madrid.
  • La baronesa estrella del PP va por libre y parece querer cubrir el hueco que no ocupa Casado.
  • El Gobierno central cree que Ayuso ha llevado la guerra demasiado lejos.
  • El Gobierno central liderado por Pedro Sánchez cree que la Comunidad de Madrid ha estado ‘jugando con fuego’ con la crisis sanitaria por el abuso del test antígeno rápido, que releva a las PCR en los cribados masivos.

    Algunos de los problemas de estos test instantáneos es que tienen serias dificultades para detectar a infectados sin síntomas y en La Moncloa creen que Isabel Díaz Ayuso, presta a no confinar la Comunidad, ha estado ‘rebajando’ los datos madrileños mediante la apuesta por esta prueba llena de luces y sombras.

    FILTRACIONES Y GOLPES BAJOS CONTRA SÁNCHEZ

    El País publicó hace unos días que el Partido Popular de Pablo Casado habría utilizado informes filtrados del Departamento de Seguridad Nacional al Gobierno y los habría utilizado de forma incompleta para dejarle mal.

    El PP por su parte suma y sigue y ha estado utilizando los datos sanitarios de la Comunidad Foral de Navarra, de Gobierno socialista, para hablar de un presunto doble rasero de La Moncloa con las comunidades ‘amigas’ y ‘enemigas’.

    La decisión de la presidenta navarra María Chivite de apostar por el cierre perimetral y hostelero ha destrozado parte del argumentario de Casado y Díaz Ayuso, que están realizando duras críticas a la gestión de Pedro Sánchez.

    TRUMPISMO MADRILEÑISTA

    Isabel Díaz Ayuso está jugando la carta del madrileñismo, carta con la que apuesta por una especie de regionalismo distante del Gobierno de España. La baronesa del PP también fía su suerte a la guerra mediática, tipo Donald Trump.

    Y afirma que lo único que le interesa es que la economía y la salud no se hundan: «El Gobierno de Madrid estudia qué medidas quirúrgicas podemos poner en marcha para conjugar economía y salud y poder seguir adelante».

    Ayuso, eso sí, tiene especialidad sensibilidad hacia limitar algunas actividades económicas: «Cada vez que tomamos una decisión cierran locales, negocios… cerrar es muy fácil y volver a abrir es muy complicado. El sector público no puede arremeter constantemente contra el privado».

    La lideresa también cree que los partidos de la oposición están ejerciendo unas políticas destructivas: «No son capaces de tener un gesto normal donde el Legislativo le entrega al Ejecutivo el trabajo de la comisión para que nosotros lo analicemos y juntos demostremos a la sociedad madrileña que podemos buscar el consenso».

    DE MADRID AL CIELO

    Ayuso está desplegando discursos dignos del Mariano Rajoy más surrealista. La presidenta, en un arranque de amor por la capital, aseguró que «Madrid es de todos, es España dentro de España. ¿Madrid qué es si no es España? No es de nadie porque es de todos».

    No parece opinar lo mismo su vicepresidente Ignacio Aguado, que no tiene ninguna sintonía con Ayuso. El líder madrileño de Ciudadanos no traga a la presidenta y menos aun desde que fichó como jefe de Gabinete al polémico Miguel Ángel Rodríguez, que llegó a asegurar en Twitter que el padre de Aguado se llevaba contratos públicos «por la cara».

    Otros motivos de disputa entre PP y Cs son la polémica decisión de Aguado de fichar en su lista de 2019 al expresidente Ángel Garrido, que estaba incluido en la lista de los populares para las europeas y renunció al asiento tras asegurar que no estaba participando en campaña por un problema de salud.

    TELEMADRID, FOCO DE CONFLICTOS

    Aunque el asunto que más divide al PP y a Cs es el control de Telemadrid. La cadena, que ya marcó distancias con Cristina Cifuentes, ahora ha vuelto a hacer lo propio con Díaz Ayuso. Y, claro está, la presidenta llegó a asegurar que el canal no ofrece un servicio público indispensable.

    Detrás de este dardo se encontraba el hartazgo de los populares ante la evidente sintonía del director de Telemadrid, José Pablo López, con partidos como Ciudadanos, PSOE o Más Madrid. El PP, acostumbrado a controlar la autonómica durante los años de Esperanza Aguirre, ahora hecha de menos esta cadena que en su día fue su altavoz más fiel.