La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha negado este martes que el exdirigente de CDC y presidente de Aguas de Cataluña, David Madí, y el exconseller de ERC Xavier Vendrell influyan en las decisiones de la Generalitat, y no le consta que haya habido «alguna actuación fuera de los procedimientos establecidos» en el ámbito de la contratación pública.
En rueda de prensa telemática posterior al Consell Executiu, ha reaccionado así después de que el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, haya asegurado que Madí y Vendrell supuestamente intentaron sacar «rédito económico» de la crisis del coronavirus con varias actuaciones con la administración, según se desprende de los autos consultados por Europa Press.
Tras reivindicar la presunción de inocencia, ha mostrado su confianza «en todos los servidores públicos» y ha manifestado que no le han pedido explicaciones a la consellera de Salud, Alba Vergés, en el seno del Govern por la comida que compartió el 2 de octubre con Vendrell sobre un concurso al que optaba una de sus empresas y que permanecía en suspenso tras detectarse irregularidades.
Las grabaciones de conversaciones privadas «que no suponen delito, son gratuitas y hasta puede que innecesarias», ha asegurado Budó, que ha emplazado posteriormente, y de forma reiterada, a preguntarle directamente a Vergés por dicho almuerzo.
«COMIDAS DE TRABAJO»
Según ella, no puede hablar de «comidas de trabajo» de sus compañeros del Govern porque desconoce con quién comen más allá de sus respectivas agendas públicas.
Lo ha dicho al preguntársele si para la Generalitat supone un indicio de infracción, teniendo en cuenta que el código ético impide que los consellers puedan reunirse con contratistas o posibles adjudicatarios.
«Desconozco las circunstancias de la comida, si son amigos o no. No tengo esta información. No es a mi a quien corresponde responder sobre esta comida», ha insistido la también consellera de Presidencia.
Tras asegurar que desconocen el contenido del sumario, ha añadido que cuando tengan más información decidirán la línea de actuación del Govern, pero considera que su contenido visualiza «un relato para intentar seguir criminalizando el independentismo».