La borrasca, bautizada como Filomena, ha provocado nevadas históricas y caídas de las temperaturas por debajo de los -10 °C, y en medio de uno de los temporales de frío más intensos que se recuerdan, se ha disparado el precio de la luz en el mercado mayorista. El pasado viernes el coste se elevaba a los 94,99 euros/MWh, el segundo más alto de la historia desde el 11 de enero de 2002, cuando se alcanzaron los 103,76 euros, y por delante de los 93,11 euros/MWh. El precio de la electricidad que se establece en el mercado mayorista, afecta posteriormente al Precio Voluntario al Pequeño Conmumidros que supone el 35% del importe que se refleja en la factura de la luz de cada familia. Afecta también a los consumidores que disfrutan de algún bono social por entrar en el grupo de hogares vulnerables.
En 2017, el vicepresidente primero del gobierno, Pablo Iglesias, criticaba una subida que se produjo también en enero de ese mismo año y así se expresaba en un tuit que ahora ha sido oportunamente recuperado: «Disparar la factura de la luz un día como hoy solo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno lo consiente, será cómplice». También Garzón, que por aquel encones se encontraba en la oposición, se posicionaba al respecto en otro mensaje en sus redes sociales: «Esta Navidad la luz tendrá un precio un 10% superior a la del año pasado. Miles de familias no podrán mantener sus casas a temperaturas adecuadas, lo que repercutirá gravemente en la salud de los que menos tienen. Ningún gobierno decente debería tolerarlo”.
Alberto Garzón, es el actual ministro de Consumo, y el viernes tuvo que responder a las miles de críticas realizadas por muchos consumidores. Su reacción ha sido solicitar una investigación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para comprobar si han ocurrido irregularidades en el mercado eléctrico que justifiquen una subida de la luz tan drástica en plena ola de frío.
PABLO IGLESIAS SE CENTRA EN LA GRAVE SITUACIÓN DE LA CAÑADA REAL
Pablo Iglesias ha preferido no pronunciarse y lanzar balones fuera enfocándose en la situación de la Cañada Real. El pasado domingo el vicepresidente exigía a la compañía Naturgy que restableciese de inmediato el suministro eléctrico en este asentamiento de Madrid, donde miles de familias se encuentran, desde hace tres meses, sin luz ni corriente eléctrica, una situación que se agrava con el frío extremo de este temporal. Según la empresa, en toda la Cañada solo hay 4 clientes dados de alta de forma legal, y según ha informado puede cortar, sin necesidad de solicitar autorización, todos los puntos de conexión ilegal, algunos de los cuales, supuestamente, estarían provocando la sobrecarga del sistema. Con este argumento, Naturgy ha dejado sin calefacción y sin agua caliente a cientos de familias. Para compensar la situación, y ante la presión del Gobierno, la compañía eléctrica ha decidido repartir un total de 120 bombonas de butano y 100 estufas de gas para las familias afectadas. Mientras unos reclaman que se les restablezca el suministro, otros se aprietan el cinturón para poder pagar la factura a final de mes.